Ayer comentaba que tras las medidas aprobadas, (todas), no está, ni de lejos, el objetivo de evitar una crisis social. De hecho, lo que nos encontramos en la realidad es con los mensajes desde unos determinados grupos de “no ha sido suficiente”, mientras que otros grupos hablan de: “ya hace tiempo que se han pasado de frenada”. En definitiva, lo que se trata es de intentar que sea suficiente para unos, y buscar (o engañar y rezar) a los otros para tratar de evitar el caos social y desmembrar el país.
Todas las medidas tomadas, y digo absolutamente todas, han sido con el fin primero y último de salvar los mercados financieros y conseguir que los precios de los distintos activos financieros suban o no caigan. De hecho, esto se puede comprobar en las decisiones de antes o después del “inicio oficial de la crisis”, (bien sea en 2007 con las subprime, en marzo de 2008 con Bearn o luego con Lehman, o bien con Grecia).
En realidad todo ha sido una sucesión de patadas para adelante, en la que cada patada supone un intento, (cada vez más esteril) de subir los mercados financieros a cambio de sacrificios mayores en el campo económico. O sí se quiere mirar de otra forma, seguimos a vueltas con la bendita ley de Say.
Pero ¿Por qué?. ¿Por qué nos hemos encontrado de repente con unos desequilibrios increíbles entre unos determinados países y otros y a su vez dentro de los países?. Pues al final porque lo que está en juego es el sistema económico y sobre todo el bendito caos social. Sí, efectivamente, el caos social que se puede generar a menos que se cambie drásticamente el sistema económico.
Como supongo que esta afirmación que acabo de hacer no encaja muy bien en un contexto en el que negaba que España (y otros países en similar situación) estuviesen tomando estas medidas para evitar el caos social, tendré que explicar que en realidad claro que importa el caos social, pero no el español.
Supongo que esto será obvio; dado que estamos asistiendo a una serie de países que presionan a otros para aceptar unas medidas que los llevan al desastre, supongo que lo que tendremos que mirar es que es lo que tratan de evitar los países que presionan o lo que es lo mismo que tratan de hacer los países que en realidad deciden. En este sentido me gustaría exponer dos post antiguos; el primero en el que trataba de explicar las razones por las que en todos los rescates, todo el mundo se empeña en rescatar salvo el país rescatado, (lo cual no es en absoluto coherente con la palabra rescate), y aquel en que hablaba de la tendencia esta que hay ahora de pedir a los de fuera que nos dirijan; es muy obvio; Si es lo que Alemania quiera lo será para los Alemanes.
En todo este contexto, parece que una y otra vez tenemos unos cuantos problemas que van saliendo con cuentagotas, pero de los que nunca se hablan. En particular me parece especialmente llamativo el caso de las pensiones. Mientras en España nos estamos preocupando por un sistema de pensiones que ha sufrido todos los ataques posibles en medio de una crisis que amenaza llevarse por delante todo y con estudios que nos cuentan que dentro de x años esto será insostenible, en USA tienen un problema recurrente con sus pensiones que sale a cuentagotas. La gran diferencia es que mientras en España, la sostenibilidad del sistema de pensiones, (este que se califica como un esquema Ponzi), depende de la evolución económica, (sueldos y empleo), el sistema USA depende directamente de los mercados financieros o de negocios no cotizados de los fondos de inversión que están repartidos por todo el mundo. Por tanto, cuando se pide una privatización que suponga que los usuarios han de pagar por un determinado bien, pueden presionar para que el pago sea superior y los gastos inferiores en cada sitio, porque a fin y a cuentas, un fondo dedicado a un servicio público o concesión en España ocasiona los gastos en un sitio para llevarse los beneficios a otro.
El otro día aparecía en Cotizalia un artículo que tangencialmente comentaba esto, bajo el titulo de “el agujero de las pensiones en EEUU”. En dicho artículo, Ignacio Sarria, nos cuenta que a fecha de hoy, (nada de dentro de x años), se encuentran con un desfase del 25% entre los activos y las obligaciones; también nos cuenta que como se estima que para que sea sostenible este sistema los fondos han de conseguir un 7% anual, y que en esta década no se ha llegado, ahora mismo se están trasladando (aún más) a activos de mayor riesgo para conseguir esta rentabilidad. Y ¿Cómo se consigue un 7% en un entorno de tipos al 1%?. Pues con todos los trucos y riesgos del mundo, aceptados para que no se caiga nada.
Pero es que en 2009, recuerdo un post también en Cotizalia, aunque en este caso de Alberto Artero, (Mccoy), que tampoco es precisamente sospechoso de nada, que se titulaba: “la bomba de las pensiones a punto de estallar”. Que remataba con la siguiente explicación, (y la pongo textual):
“En cualquier caso, y con esto acabo, no se trata de un problema que se circunscriba exclusivamente al sector privado de la economía. El agujero entre lo que deben las entidades públicas norteamericanas, incluido el gigante CALPERS, a sus funcionarios y/o empleados por planes de pensiones y lo que tienen supera el billón de dólares, el equivalente a un déficit de financiación del 30% del total. Y el problema es que para corregir dicho desequilibrio han recurrido en ocasiones a los llamados pension bonds que, en el mejor de los casos, pagan intereses sustancialmente superiores a las rentabilidades que se obtienen de sus fondos, agrandando por tanto el agujero, y, en el peor de los supuestos, no dejan de ser parte de un fraude piramidal que permite hacer frente a los pagos inmediatos que se tienen que realizar con las nuevas entradas de dinero de unos inversores que cuentan con la garantía administrativa de reembolso. Eso sí, con todos los actores intervinientes haciendo trampas consentidas en el solitario para maquillar la situación. Hasta que ya no quede cosmética suficiente para ocultar el problema, claro está. “
Y este es el mayor de los problemas, tan sólo para Estados Unidos, donde según la Reserva Federal, a 2010, (o sea y para que nos entendamos, después de la recuperación y duplicar desde mínimos en unos puntos), la mediana del patrimonio de los Estadounidenses cayó un 38% y la media un 15%. Evidentemente en estos datos aparece la caída de la vivienda, pero también nos ofrece la propia Reserva federal el escalofriante dato de la caída del patrimonio descontando el efecto de la vivienda, (es decir, los datos sin valor de viviendas, ni hipotecas):
“If primary residences and the associated mortgage debt are excluded, the median of families’ net worth is reduced from $126,400 to $42,300 in 2007 and from $77,300 to $29,800 in 2010”
La necesidad de obtener rentabilidades a lo largo del mundo, llegando a los niveles que sean, corriendo los riesgos que sean, no es una opción, sino que es directamente una necesidad para Estados Unidos, que tiene mucho que ganar y poco que perder presionando hasta donde sea necesario para que el resto de países, (entre ellos España), les ofrezcan unos rendimientos que necesitan imperiosamente para que no se derrumbe todo su sistema, que es lo que ocurriría si de repente cae su sistema de pensiones y la riqueza y los ingresos de los ciudadanos.
Por supuesto me quedan algunos países que están tomando decisiones, pero lo que debemos ir entendiendo es que cada país toma las decisiones en función de sus circunstancias, aunque afecten a otros países.