En todo caso, voy a intentar hacer un ejercicio de síntesis sobre las dos, comenzando por una obra maestra que es 1984, un genial libro de George Orwell tras la segunda guerra mundial. Este libro trata de describir una sociedad totalitaria, a través de la vida de Winston, un trabajador del ministerio de la Verdad. Reescribiendo totalmente la historia, borrando y sustituyendo de los archivos históricos incongruencias en las que el sistema político va incurriendo.
El sistema descrito, a lo largo del escrito es un sistema que se define como socialista, aunque en la realidad, el propio libro establece las claves que han de buscar los dirigentes para que el sistema se mantenga en el tiempo. En este sentido, nos encontramos una sociedad con distintas castas y distintos privilegios en los que todos los objetivos, acciones y decisiones sirven al objetivo de mantener el status quo. En este sentido, el autor relata varios conceptos que son las claves para conseguir que sea el primer sistema político que no acabe derrumbado por su desarrollo, o lo que ahora podríamos definir como buscar las claves para definir el modelo político sostenible.
El propio Winston, ocupa un papel clave reescribiendo la historia en función de las necesidades de cada momento, bajo la premisa de que es muy importante que las sociedades tengan en cada momento la sensación de que la situación siempre ha sido la misma. Es de importancia capital, eliminar la sensación de evolución y cambio, confiando de esta forma con acabar con posibles rebeldías. Existe un miedo constante a que la gente descubra cualquier cambio, ya que la evolución podría llevar a la esperanza y esta a la lucha.
Otro de los aspectos curiosos, es la eliminación del lenguaje, (bajo la idea de que el lenguaje es necesario para la generación de las ideas. Limitando el lenguaje, limitamos seriamente las ideas que se puedan transmitir, y al final lograríamos eliminar las ideas).
Por supuesto, existen varias medidas relativas a la despersonalización del individuo, que pasa de ser una persona a un mero engranaje de la sociedad. ¿Cómo rebelarse contra la sociedad si no eres nadie?. En este campo nos encontramos con acciones como el sistema de vestimenta con monos (de distinto color, según el status social), la represión del apetito sexual, (de tal forma que la función del sexo pase a ser únicamente aquella que tiene una finalidad social como es la reproducción), y por supuesto la educación colectiva y la reeducación del individuo en caso de que existan desviaciones no deseadas.
Y al final para mantener la cohesión social nos habla de un líder omnipresente, (Gran Hermano), un líder cuya imagen es omnipresente, no ha sido visto jamás. Por supuesto, los ciudadanos han de tener siempre la sensación de estar completamente vigilados, tanto por el resto de los ciudadanos, como por la multitud de ojos que vigilan tanto los lugares públicos como los privados.
Y la clave para frenar la evolución, se consigue siempre con la sensación de escasez, de penuria, de tal forma que los tres bloques entre los que se divide el mundo están siempre de alguna forma enfrentados en algún conflicto lejano, que provoca que existan continuas restricciones en bienes básicos y cotidianos.
Por cierto, según la Wikipedia, Orwell, se basó en España para afirmar: “Ya de joven me había fijado en que ningún periódico cuenta nunca con fidelidad cómo suceden las cosas, pero en España vi por primera vez noticias de prensa que no tenían ninguna relación con los hechos, ni siquiera la relación que se presupone en una mentira corriente. (...) En realidad vi que la historia se estaba escribiendo no desde el punto de vista de lo que había ocurrido, sino desde el punto de vista de lo que tenía que haber ocurrido según las distintas «líneas de partido». (...) Estas cosas me parecen aterradoras, porque me hacen creer que incluso la idea de verdad objetiva está desapareciendo del mundo. A fin de cuentas, es muy probable que estas mentiras, o en cualquier caso otras equivalentes, pasen a la historia. ¿Cómo se escribirá la historia de la guerra civil española? (...) Sin embargo, es evidente que se escribirá una historia, la que sea, y cuando hayan muerto los que recuerden la guerra, se aceptará universalmente. Así que, a todos los efectos prácticos, la mentira se habrá convertido en verdad. (...) El objetivo tácito de esa argumentación es un mundo de pesadilla en el que el jefe, o la camarilla gobernante, controla no sólo el futuro sino también el pasado. Si el jefe dice de tal o cual acontecimiento que no ha sucedido, pues no ha sucedido; si dice que dos y dos son cinco, dos y dos serán cinco. Esta perspectiva me asusta mucho más que las bombas, y después de las experiencias de los últimos años no es una conjetura hecha a tontas y a locas”.
Un libro muy interesante. Pero no es menos el segundo libro que recomiendo hoy. Este libro ha sido escrito por un colectivo unos 30 años más tarde. Este se llama “La Constitución Española de 1978”. Al igual que el libro anterior, este libro es de obligada lectura.
Al contrario que 1984, en el que novelando se trataba de describir una realidad, este documento, adopta un formato mucho más parecido a lo que podría ser un documental si estuviésemos hablando de cine.
En este libro se nos describe una sociedad, radicalmente distinta a la expresada en el anterior, aunque existen ciertas similitudes (como no puede ser de otra forma). Como por ejemplo en su artículo (en este libro las páginas se llaman artículos), 16 se muestra una sociedad en la que todo el mundo pueda pensar libremente, aunque siempre que se mantenga el orden público previsto en la ley, que desde luego es una idea que subyace en las dos sociedades descritas.
Más similitudes son la prevalencia de los grupos de dirigentes, que son coherentes, sin fisuras y desde luego que tienen que funcionar con total consenso. No se pueden permitir disensiones en los grupos dirigentes en ninguno de los dos textos.
Pero desde luego las diferencias son mucho más notables, y de esta forma, evidentemente la sociedad descrita se basa en el respeto a derechos individuales, el progreso, justicia.
En este sentido, ya en la página 10 se habla del desarrollo de la personalidad, impensable en la otra obra. Se habla de igualdad y de unos objetivos de desarrollo, educación y desde luego de que en esta sociedad se ha de promocionar y promover el desarrollo individual de las personas.
Al contrario que en 1984, donde todo el trabajo de las personas estaba supeditado a mantener la estructura, de forma que al final la casta dominante vivía con ciertos lujos respecto al segundo nivel, en esta constitución se nos relata una sociedad donde cada persona contribuye progresivamente al sostenimiento del erario público, sin establecer excepciones de ningún tipo.
Por supuesto se habla en la página 35 de que la remuneración de los trabajadores debe ser suficiente para atender las necesidades de los trabajadores y su familia, entendiendo que en esta sociedad los trabajadores han de poder pagar la vivienda, comida, vestido y todos los gastos de una familia. Contrasta desde luego con el libro anterior, donde se busca la escasez para impedir el progreso, a la vez que desde el estado se proporcionan los alimentos necesarios.
A diferencia de la habitación a la que tenía derecho el protagonista en 1984, en la constitución se dibuja el derecho a una vivienda digna y un sistema en el que se debe diseñar una política destinada a evitar la especulación. También es el estado el que ha de promover una distribución equitativa de la renta, como dice en la página 40.
En este segundo libro se dice por supuesto que las organizaciones velarán por la protección de las personas como consumidores, por supuesto mediante procedimientos eficaces que velarán por sus intereses económicos.
Para ir acabando, (y no desvelar el final de ninguno de los dos libros), me queda sólo recomendar fielmente su lectura. Ambos, cada uno en su estilo, son realmente interesantes, para un frío fin de semana.
Al final la lectura de estos dos libros puede acabar teniendo una gran utilidad para luego comentarlos en tertulias varias, lo cual puede acabar siendo una gran salida laboral ante cierta crisis que nos amenaza, (la económica, que no la de valores).
Por cierto. En caso de que acabe usando estas obras en una tertulia, tenga usted cuidado en no liarse y acordarse de que 1984 es la obra de ficción y nuestra sociedad se aproxima casi fielmente a nuestra constitución. Acuérdese también que lo políticamente correcto es que la utopía (o el horizonte hacia el que debemos progresar), es el marcado por la constitución. En este caso tenga cuidado y no se líe. Está claro que las utopías son distintas desde el punto de vista en que nos encontremos, ya que no es lo mismo lo que quiere Winston que lo que quiere el Gran Hermano. Pero Vd. debe defender siempre que lo primero es la constitución, sobre todo cuando usted pretenda alejarse de lo por esta marcado.
La última recomendación que me gustaría darle, es que debe usar profundamente palabras como democracia, social, innovación, justicia, progreso. Sobre todo en el caso de que las decisiones parezcan ir en el sentido contrario. Para esto si es muy útil la nomenclatura que encontramos en 1984, con el ministerio de la verdad encargado de mentir, el del amor, (con competencias sobre tortura y guerra),… Por eso es importante que disponga de ministerio de trabajo, (para los parados), ministerio de economía, (en fin), ministerio de justicia, (….), ministerio de igualdad, (aunque sea con discriminación positiva), ministerio de vivienda, (¿algún comentario en un país en el que nadie puede acceder al montón de casas vacías?). Y en círculos reducidos podrá pedir el cambio del ministerio de Fomento, ya que en realidad no cumple la ley de oro y está siendo especialmente activo Fomentando negocios.