Uno de los puntos que nos encontramos en toda la nueva serie de partidos en España y en otros países, (como por ejemplo; el caso Griego), es que están en contra de todos los recortes y se busca recuperar la soberanía y revertir el poder de la troika. Implícitamente esto significa que se busca la continuidad en la unión europea, pero aun así dicha propuesta aparece normalmente explicitada.
En definitiva, se parte de un diagnóstico sencillo, (y acertado), de que las medidas que nos están imponiendo desde la unión europea, el BCE y el FMI son erróneas y están causando un problema muy grave, para proponer renegociarlas y dejarlas de aplicar; pero advirtiendo en todo momento que no se plantea ni abandonar el euro, ni abandonar la unión europea.
Esto está muy bien, pero claro; en un programa electoral se ha de poner (si se quiere hacer con vocación de cumplirlo y no como los partidos tradicionales) lo que se pueda y quiera hacer. Está claro que proponer derogaciones de normas europeas o derogaciones de normas españoles obligadas por Europa no es algo que se pueda hacer, o no lo es mientras se siga en el club.
Evidentemente, si entendemos el literal del compromiso a “negociar con la troika”, tendremos que entender que no nos están diciendo absolutamente nada, ya que cualquier partido y gobierno “negociará” con la troika en el sentido de discutir los términos de las políticas nacionales y europeas que se pueden aprobar. Si entendemos que se va a conseguir algo, tendremos que tener en cuenta un pequeño detalle; y este pequeño detalle es entender que los gobiernos y poblaciones de distintos países de Europa se están derrumbando por unas medidas absurdas y que además se sabe que son absurdas; por la sencilla razón de que la troika no está imponiendo otras cosas que las necesarias para que los sistemas financieros sobrevivan, (y ni tan siquiera específicamente los de nuestros países).
Es decir, la troika no impone por sadismo, sino que impone por necesidad, (en mi opinión necesidad de los gobiernos de la europa central); y los gobiernos de nuestros países no se inmolan por gusto, sino porque no tienen otro remedio en este diseño de los flujos económicos.
Si entendemos esto, tendremos que concluir que un partido en España, o en cualquier otro país, se encontrará antes que después con una única salida, que coincide exactamente con lo planteado a Grecia en 2011 cuando se planteó el referéndum, (no realizado) sobre las medidas impuestas por la troika. Recordemos que en aquellos momentos, se corrigió al gobierno Griego y se puntualizó que la pregunta que había que hacerle a los griegos, en caso de que se hiciese el referéndum, sería si querían permanecer en el euro y en la eurozona.
Para bien o para mal, se puede defender la opción permanecer en Europa o se puede defender la opción decir no a la troika, pero lo que no se puede hacer es defender las dos opciones de forma simultánea; y esto lo sabe (o debería saberlo) cualquier persona con aspiraciones a gobernar. En todo caso, aunque se disienta en la clara incompatibilidad de las dos opciones, se tendría que tener en cuenta cuando menos la posibilidad. Es decir; que la respuesta a la pregunta de ¿Y si Europa dice que no? debe estar prevista; y esto sólo nos llevaría a dos opciones.
Al final estamos en un club en el que existen unas reglas; O se siguen las reglas y se sigue en el club, o se abandona el club; pero curiosamente esta discusión parece que no se quiere plantear, sencillamente porque aquel que plantee la salida de la unión europea será catalogado de radical y porque la salida de la unión europea será un cambio enorme difícil de asumir por la sociedad.
Quizás algunos estén jugando a que las propias dinámicas y sensaciones están provocando que la unión europea se relaje; pero esto no va a funcionar. Cuando fueron los rescates ya expliqué una y otra vez que se estaban hundiendo países para salvar los mercados financieros; ya expliqué que lo que se estaba haciendo era por orden de Alemania, pero para salvar a Alemania. Se puede pensar que el mero hecho de que existan apoyos crecientes a las posturas contrarias a las políticas de la UE puede llevar a los cambios en la UE; pero no es lógico ni coherente porque lo único evidente es que si la UE no toma estas medidas se hunde.
O quizás algunos están jugando a que la propia dinámica lleve al resultado final. Es decir, que la UE se está desmoronando y que son demasiados países los que no pueden continuar este camino. Pues que sea otro el que caiga primero; esto nos llevaría a que cada país y cada persona propone continuar, (a sabiendas de que no podrá), para que en el momento en que caiga uno, culpar al descalabro al que primero caiga.
En todo caso, lo que estamos es ante un ejercicio de demagogia; si somos benévolos tendríamos que explicarlo en base a que se creen que somos menores de edad e incapaces decidir, y si no lo somos, tendremos que explicar que se basa en intereses ocultos; lo cual curiosamente es lo que todo el mundo dice combatir.