En este sentido el debate sobre la economía sumergida, la economía en negro o como quiera llamarse, está en camino de batir records absolutos. El ministerio de trabajo afirma que la economía sumergida está entre un 16% y un 20% el 13 de enero, el día siguiente Salgado dice que no hay datos de la economía sumergida, y que desde luego las afirmaciones de Corbacho no tienen base “científica”. Y este a su vez reconoce que es cierto que no hay datos científicos sino estudios y análisis.
En medio de ese caos suenan noticias conforme no se puede llegar a estimar el PIB, porque como dice Campa, si se detecta un sector con economía sumergida pasa a ser un sector emergente.
De todas formas, a todos nos debería sorprender el repentino interés por la economía sumergida. No deja de ser curioso que tal fenómeno preocupase lo justo o pasase relativamente desapercibido cuando las cosas iban bien y ahora toma especial importancia cuando las cosas van como van.
Podemos entender que las repentinas alusiones a la economía sumergida se encuentren en la necesidad de cuadrar las cuentas del estado, incrementando los ingresos, pero sin embargo, la discusión no parece enfocada en tomar medidas para acabar con la economía sumergida, sino que más bien parece que se quiere construir en el ideario de la sociedad que esta existe y que tiene una gran importancia.
En septiembre de 2009, se atribuyó a la economía sumergida el hecho de que sólo hubiese 26.000 solicitudes de la ayuda de los 420 euros. En aquella época hice un post diciendo que el hecho de que fuesen tan pocas solicitudes de la ayuda, no era debido a la economía sumergida, sino más bien a las características de la ayuda y el número de beneficiarios que se iba a ir incrementando poco a poco. Sin embargo, desde el presidente del gobierno, a todos los analistas y medios de comunicación, el dato de las 26.000 solicitudes les ha llevado a demostrar la existencia de una economía sumergida, sin que el hecho de que hoy alcancemos los 282.000 beneficiarios, (y subiendo), sirva para que se replanteen las conclusiones.
Si el hecho de que nadie solicitaba la ayuda implicaba economía sumergida, es normal que una vez cambian las circunstancias y se demuestre que tal cantidad era coherente, se supone debe alterar las conclusiones.
En aquel post, yo mencionaba que la economía sumergida estaba siendo usada como un concepto de marketing. Realmente no estamos tan mal, y resulta que todo el mundo está trabajando en negro. Ahora una y otra vez nos encontramos con los informes de que se ha incrementado, o que la economía sumergida es de un 20% del PIB, y por supuesto, no hay ni un solo dato fiable sobre esto.
Pero hay dos preguntas que nos debemos hacer en este contexto: ¿Se puede estimar el nivel de economía sumergida?. ¿se habrá incrementado o habrá caído?.
La primera pregunta, es sí se puede estimar, y lo cierto es que desde luego no es en absoluto difícil. Cada uno de nosotros, sabe lo que paga en economía sumergida, que no es más que lo que pagamos en negro al constructor por el piso, o lo que pagamos sin IVA en el taller, o el café que no ticka el del bar, o los pagos a la asistenta que no declaramos en ningún lado, y por supuesto las dosis de sustancias prohibidas que no suelen estar sujetas a impuestos. Lo podemos llamar economía informal, en negro o sumergida, pero está claro que al final claro que se puede estimar cuanto se paga en negro, asumiendo que esto es un circulo, y que si nosotros pagamos una parte del piso en negro, el promotor pagará una parte en negro al constructor, (y claro… la comisión al concejal por la recalificación), y se establece un proceso, que es exactamente igual a la cascada del IVA pero sin el IVA.
Por tanto el valor de la economía en negro es exactamente el importe que pagamos los clientes sin factura. Cada uno en su casa, puede saber exactamente cuanto ha pagado en negro y cuanto ha pagado en blanco, de tal forma que si supiésemos lo que paga cada persona en negro, sabríamos el volumen global de economía sumergida en España.
Alguien me dirá que muchos porteros de discoteca trabajan sin estar dado de alta, pues estas personas, o bien se pagan con ingresos distraídos de los clientes, (por lo que ese negro, iría incluido en lo que pagamos en negro en la entrada), o si la discoteca es completamente sincera con los ingresos, lo que se consigue es blanquear dinero, (ya que pagaría impuestos de más de tal forma que la economía sumergida se reduce).
Por tanto conociendo lo que pagamos y como lo pagamos, podemos saber cual es el valor de la economía sumergida, y el problema en definitiva para saber el volumen de economía sumergida en el país se resume en el mismo que tiene determinar el PIB, el número de televisores por hogar o el consumo de azúcar por familia. No tiene mayor complejidad que una encuesta y el uso de las estadísticas.
Curiosamente, parece que no hay demasiado interés en conocer el valor de la economía sumergida, y si desde luego existen incentivos para tratar de meter un poco de humo a la situación.
La segunda pregunta que debemos preguntarnos es si este volumen es hoy superior o inferior al de los años pasados. Curiosamente, existe la tendencia a asumir que el importe de economía sumergida es hoy superior, pero esto no es en absoluto coherente con cierta situación que todos conocemos.
Desde luego, la mayor fuente de economía sumergida en España ha sido aquella derivada de la construcción. Dado que los bancos, las empresas eléctricas, las gasolineras, las “telecos”, y gran parte de la compra (la realizada en supermercados e hipermercados), es totalmente en blanco, lo cierto es que es muy difícil entender que haya personas que destinen un importe del 20% de su renta a pagos en negro. Este porcentaje desde luego se incrementa cuando compramos un piso, de tal forma que cuando se compran muchos pisos, la realidad es que se genera una importante bolsa de economía sumergida.
Sin embargo, está claro que el pinchazo inmobiliario, se ha llevado por delante una parte significativa de la economía sumergida. Es posible que talleres, o servicios de reparaciones de electrodomésticos, o calzado, o incluso de ropa, (que son otros de las fuentes de economía sumergida), hayan incrementado sus actividades, pero desde luego no en la proporción suficiente para compensar la caída del sector inmobiliario.
Entonces ¿es razonable entender que se ha incrementado la economía sumergida?. Pues lo cierto es que parece razonable entender que se ha reducido, y es lo que sugieren ciertos datos.
Por ejemplo, algo que debemos entender de la economía sumergida es que realmente, sólo puede existir si a los gobiernos les interesa en cierta medida. Dicho de otra forma, con voluntad, la realidad es que los gobiernos pueden acabar con las fuentes de economía sumergida, tal y como acabó con los mercados de tabaco de contrabando que en los 90 estaban en todas las ciudades de España. El caso es que con la caída del consumo, lo normal es que el gasto de las familias se enfoque hacía bienes de primera necesidad. Desde luego, con la crisis, se incrementan los deseos de acceder a mercados en los que no se pagan impuestos, pero también es cierto que se concentra una parte mayor de los gastos en bienes estrictamente necesarios, que suelen ser los más controlados por los estados. En consecuencia, curiosamente, al tener menos proporción de la renta disponible, lo normal es que el porcentaje de economía en b se reduzca.
Supongo por otra parte que todo el mundo entiende que hemos tenido una caída espectacular de la actividad económica, que nos ha llevado a una caída dramática de empleo, (y con reducidos incrementos de productividad), lo cual nos lleva a pensar un pequeño detalle. ¿Es compatible una caída como la observada en todos los ámbitos con una caída del PIB que desde luego es inferior a la del resto de las economías occidentales?. Pues si tenemos en cuenta, que se ha desmoronado un sector que movía cantidades ingentes de economía sumergida, a lo mejor entendemos que una gran parte del ajuste se ha hecho en la parte sumergida de la economía, (la caída real es la oficial más la informal), de tal forma, que es difícil entender la debacle del país, con una caída relativamente pequeña del PIB oficial, sin entender una absoluta debacle de la economía sumergida.
Yo sé que es importante dar la sensación de que estamos bien, y de que los datos dramáticos son en cierta medida falsos, (y para ello buscamos los argumentos que sean), pero lo cierto es que la explicación de la economía sumergida no tiene en absoluto sentido, toda vez que se ha derrumbado el pilar sobre el que se asentaba la economía sumergida en España.
Por supuesto, nos queda saber como es posible que la gente sobreviva en estas situaciones de paro y sueldos. La realidad es que tras esto, considero que beneficencia, familias y situaciones realmente desesperadas es lo que lo explica, además de los parches del paro, 420 euros y ayudas varias, que funcionan durante un tiempo de diques, pero que desde luego no van a parar demasiado el drama que se viene encima.