Si es verdad que tengo algunas ideas o soluciones, y por supuesto, en los comentarios también aparecen algunas soluciones. Pero lo cierto es que el problema es algo más complejo que tratar de encontrar una formula para salir de esta crisis.
Hoy en día nos encontramos con dos tipos de agentes, a los que les interesa que la situación cambie, y a aquellos que no les interesa. Simplificando, realmente es lo que tenemos. Este no es un problema desde luego de hoy. De hecho esta crisis no viene de Marte, viene de una serie de decisiones que se han ido tomando en el tiempo y que cocinadas a fuego lento, nos han llevado a una situación que es la que tenemos.
Estas decisiones, se han tomado en base a los distintos grados de poder que nos encontramos. Lo cierto es que cada vez que se aprueba una ley, se define una política de cualquier tipo o cada vez que modificamos cualquier aspecto, tenemos siempre detrás una lucha entre los distintos colectivos afectados por la norma. El resultado es que en este caso en lo que se refiere al poder, tenemos un cierto componente cíclico.
Cuanto más poder tenga un grupo, más beneficios tendrá, y desde luego más posibilidades de conseguir mayor poder, mientras por otra parte, el que haya perdido la primera batalla, tendrá más difícil la segunda batalla. Desde luego el caído no tendrá absolutamente ningún poder, y de hecho, al final llega incluso a algo parecido a desaparecer de la ecuación.
De esta forma, nos encontramos con que el hecho de que se espera que haya 250.000 desahucios en 2010, es un drama por los costes que para los bancos van a suponer. ¿las familias?. Pues ni una triste palabra de consuelo. El hecho de que un gran número de autónomos vayan a quebrar no significa en ningún lado que hay familias que van a tener problemas para alimentar a sus hijos. Es así de simple. Es ciertamente extraño, ver en algún lado a alguien intentando entender los dramas que se nos vienen encima.
Desde luego, los comentarios, análisis y opiniones son claramente asimétricas y de esta forma, podemos defender los blindajes a los directivos con sus bonus incluso en el caso de quiebra, al mismo tiempo que luchamos contra cualquier minima mejora en los empleados.
Y si nos vamos a las normas, nos encontramos con que si una persona atraviesa problemas de liquidez, tendrá que malvender su patrimonio inmobiliario, o incluso será subastado de forma que lo perderá todo, pero en lugar si es un fondo inmobiliario gestionado y controlado por una entidad bancaria, podrá comunicar a la CNMV que no paga nada, de tal forma que a los que pusieron ahí el dinero, les queda el derecho al pataleo, (y no demasiado). Por cierto tendrán toda la ayuda posible.
Incluso las grandes empresas, tienen la ley del concurso de acreedores, de forma que presenta, se negocia, se quita y se espera. Sin embargo este recurso, por muchas razones se encuentra muy limitado cuando estemos hablando de una persona o una PYME.
Lo cierto es que ahora mismo, ciertos colectivos tienen capacidad de presión para que se acceda a sus pretensiones, y otros colectivos ya no tienen apenas capacidad de aguantar más golpes. Si echamos la vista atrás hacia el boe y medidas tomadas, lo cierto es que es fácil encontrar una larga lista de medidas para rescatar a unos cuantos, y la ausencia total de rescates a otro gran grupo.
Medios de prensa, mercados, gobiernos,… Lo cierto es que el poder de grupos que todos conocemos es abrumador, y los que no estamos en algunos de esos grupos estamos preguntándonos todo el puñetero día: ¿Qué es lo que podemos hacer?.
Quizás la pregunta esté mal redactada, sino que debemos preguntarnos “como”. Por supuesto, el sistema que nos ha traído hasta aquí, no puede ir a otro sitio que sea repetir los mismos errores. Si aplicamos un poco de perspectiva histórica, la realidad es que de todas las crisis se salió. Pero es que de todas las crisis se salió, cambiando aquellos aspectos que nos han llevado a ella. El problema es que los cambios son desde luego problemáticos. La situación inicial de poder, ha llevado la situación a un punto determinado, por tanto una vez estemos en ese punto, la realidad es que cualquier cambio chocará con los que a ese punto interesa, que además son los que tienen el poder.
Algunos han comentado la conveniencia de aplicar tipos de interés más bajos a las hipotecas, y es algo que puede funcionar o no. Pero aunque la idea puede tener sentido, la realidad es que el precio de las hipotecas, es lo que cobran los bancos. Como quiera que los bancos tengan cierto poder, las posibilidades hoy de aprobar esta medida son muy escasas.
Lo mismo ocurre con las propuestas de eliminar suelos de hipotecas o propuestas de eliminar o limitar la especulación con commodities. Lo cierto es que hace tiempo que el liberalismo no es más que un discurso, porque los mercados, discursos y opiniones, (en general), se diseñan, manipulan y modifican a conveniencia.
El que está en un grupo de presión, pues presiona y trata de conseguir lo mejor para sus intereses. Las eléctricas consiguen subida tras subida de precios, gracias a un déficit de tarifa que crece siempre, independientemente de que suba o baje el dólar, el ipc, el petróleo o de la fase lunar en la que estamos. Los agricultores, pierden precio siempre, igual que los empleados, los pensionistas…
Funcas ha tratado de pulsar a la opinión pública y los resultados han sido espectaculares; el 70% no confía en el gobierno, el 63 cree que en caso de que hubiese sido el PP el resultado hubiese sido el mismo, el 70% no confía en la objetividad de la prensa…, pues espero, (de hecho estoy seguro), que tras estos porcentajes se encuentran muchas personas que se preguntan: ¿Qué hago?.
¿No voto?. ¿voto?. ¿Me manifiesto?, ¿Me informo?, ¿Protesto?, ¿Paso de todo?, ¿me voy al campo?. Esta es la clave.
Yo no sé, ni puedo saber, lo que opina la gente. No pretendo explicar en que piensa, como piensa, ni mucho menos lo que quiere. Lo que me gustaría es recoger esas preguntas, son preguntas que yo me he hecho y son preguntas que regularmente me hacen; y lo peor es que son preguntas para las que no tengo respuesta. Lo cierto es que sólo puedo balbucear un “aguantar lo que puedas”, y “hacer lo que puedas”.
En la vida real, las conversaciones suelen ser más vivas, porque ves a gente que tiene auténtico pavor a lo que pueda pasar, porque ven la situación en sus trabajos pendiente de un hilo. Cuando tengo alguna de estas conversaciones, (muy frecuentes la verdad), trato de ser optimista. Trato de que se entienda que las cosas van a cambiar. Y es cierto, hoy unos por desesperación y otros por confianza, (según les vaya mal o bien el entorno, las reglas y la situación actual), creen que la situación no va a cambiar. Trato de explicar a todo el mundo que realmente esto no es real. En cada momento de la historia, todo el mundo apostaba por que las cosas nunca cambiarían y siempre han cambiado. Absolutamente siempre.
El proceso no será fácil, desde luego no será inmediato, y por supuesto habrá muchas victimas por el camino. Pero el cambio es inevitable y la situación actual es desde luego insostenible.
Está claro que tenemos que cambiar la arquitectura social y económica actual. Tenemos que hablar de los valores y de tantas y tantas cosas que nos hemos dejado por el camino, y estoy completamente seguro que hay muchísimas personas con ideas, sobre pequeños detalles o grandes conceptos. Pero lo cierto es que el problema no es encontrar las soluciones, (con una buena tormenta de ideas se arregla). El problema es ¿Qué hago yo?.
Cada uno de los “yo”, no tiene poder. No tiene apenas voz, su voto no importa. No sé lo que tiene que hacer cada uno. A duras penas, puedo tratar de saber lo que debo hacer yo. Lo que si tengo claro es que cada uno ha de hacer lo que pueda. Sea malo o bueno, sea más o sea menos. Yo trato de hacer algo con este blog, otro reclamará las comisiones indebidas ante los bancos y ayudará a las reclamaciones, otro organizará a los vecinos. ¿Son medidas inteligentes?. Pues hombre, la realidad es que no dejan de ser medidas a la desesperada, medidas de acuerdo con las posibilidades escasas de cada uno. Sin embargo, lo cierto es que asumiendo que no podemos cambiar el mundo, la realidad es que no hacer nada nos llevará a quedarnos como estamos.
¿Por que he optado yo por el blog?. Pues la razón es muy simple. Considero que realmente desde los medios y organismos de carácter económico se están haciendo discursos sin sentido alguno, para justificar medidas de enajenados que nos llevan al desastre. Y mi opinión es que la discusión, la información y otros puntos de vista, nos pueden llevar a que cuando la clase que hoy tiene el poder, vuelva a caer, no tenga tan fácil conseguir el apoyo público suficiente para que todo siga igual. Así de simple. ¿tiene sentido o es un plan inteligente?. Pues puede ser que no; pero hasta aquí puedo llegar, y al final toca pensar en “¡se hará lo que se pueda!; ¡lo que se pueda, se hará!”.