Esta es la triste historia en la que estamos ahora y desde luego para la resolución de tal disyuntiva tenemos que entender la distinción entre los distintos plazos y el enfoque.
En este sentido a cada uno de nosotros nos interesa cerrar los ojos, tragarnos todas las tonterías, (lo cual supone básicamente no leer los periódicos), y desde luego esperar a que escampe. En definitiva esta que es la táctica que ha decidido nuestro gobierno, es completamente normal que la tome D. José Pérez, operario de la empresa de turno. Si los gobiernos están instalados en la chapuza nacional, ¿Qué podemos hacer nosotros?.
Por supuesto, habrá los que se apunten a la pillería y tratar de pescar en aguas revueltas. Esta es la técnica que entronca con el valor del “talento”, las capacidades y es Darwin puro. Se resumen en asumir que da igual si el barco se hunde o no, lo importante es conseguir una plaza en el bote salvavidas y desde luego, pillar el tesoro. Por supuesto, a mí siempre me queda la imagen de Titanic, con las puertas de las zonas dedicadas a las clases bajas cerradas a cal y canto, lo cual ha implicado que los supervivientes mayoritariamente fuesen las personas de las clases altas.
Queda por último la tercera opción que es tratar de buscar información, tratar de entender las cosas y la verdad poco más. Al final el entorno es él que es, y las posibilidades las que son.
¿Cómo se está gestionando esta crisis?. Pues para resumir: Chapuza, demagogia y burbujas. Entendamos que no creo que nadie hable en estos términos, sino que usaremos conceptos como improvisación, reacción, formar opinión, trasladar mejor la información para que la sociedad la entienda, y análisis reiterados negando la existencia de las burbujas, (no existen por supuesto, palabras bonitas para un fenómeno que no existe hasta que estalla, momento en el cual todos tenemos que oír aquello de “es imposible que no os hayáis enterado”).
¿Echamos un vistazo a la prensa?. Pues mire, en clave nacional tenemos al gobierno, lanzando un globo sonda, (en el periódico expansión), que yo ya no me atrevo a calificar. Resulta que el gobierno busca en la banca de inversión para que le asesoren en la gestión del FROB, (instrumento por cierto, que como ya dije hace tiempo en este post, no es más que subvencionar el que los bancos se unen y se doten de más tamaño que no es otra cosa que lo contrario a lo que hace el resto del mundo). No soy capaz de entender esto. Tenemos a medio mundo luchando para sacar adelante una regulación más estricta para el sector bancario, contra la presión de los lobby del sector, los formadores de opinión y en definitiva contra viento y marea. Y en España, ahora vamos a contratar a estos para asesorarnos. ¡Contratar a los regulados para asesorar a los reguladores!. Hombre de Dios. Yo cabreándome porque los reguladores se tragan los cuentos, los informes y las amenazas del sector financiero, para darles lo que piden, ¡y resulta que mi gobierno les va a pagar por hacerlo!. Demencial.
Claro que podemos pasar a otros periódicos y comprobar como el economista se hace eco de varias noticias, a cada cual más esperpéntica. Por un lado se hace eco de las declaraciones de Callaway (gurú), donde se afirma que La FED envió un mensaje a los inversores: ¡Que se siga hinchando la burbuja!. Pues felicidades a los especuladores, porque ellos son hoy los beneficiados y desde luego, como en cualquier moneda, tenemos la cruz. ¡los que paguen en la gasolinera, pues a fastidiarse!.
Qué de repente los que tengan unos ahorrillos se les ocurra meterlos en commodities, bolsa, fondos ligados a la inflación, inmobiliarios… cuando esté a punto de derrumbarse, desde luego es una bendición para los que la han montado y una gran p. para quien acabe atrapado.
Por supuesto, lo que no acabo de entender es que clase de plan es este de usar las burbujas como política, ya que como ya explique en su día tiene unas ventajas innegables. Pero claro, como las buenas noches de borrachera que nos proporcionan risas memorables, al final nos encontramos con una grandísima resaca. Y hombre, todo el mundo sabe que el remedio de emborracharse para pasar la resaca, lo que provoca es ¡cirrosis!. Claro que en este caso igual compensa la borrachera, ya que si bien la alegría se la lleva uno, la resaca se la lleva el vecino. ¡y así estamos!. Unos de eterna borrachera, otros de eterna resaca.
En los periódicos encontramos los artículos de todos los días que hablan de que la bolsa está barata por que las previsiones de tal o cual, y en general la verdad es que se puede elegir entre la total falta de memoria de los que escriben o bien, el morro bien plantado para hacer análisis. Me ha encantado el de Bolsagora que explica el subidón de bolsa en plan técnico, gracias a que hace un par de días el dow transportes por fin sufrió una “aparente recuperación”. Claro que parecen olvidar los analistas de gráficos que ese día un tal Buffet hizo algo para que esa gráfica se modificase. Lo curioso es que todo el mundo analizando las connotaciones y los beneficios a largo plazo de Buffet y nadie parece enterarse de que todo el mundo, (Buffet incluido), lo que han tenido es un beneficio a corto plazo, (como ya expuse el otro día también). Aquí nadie parece acordarse de que el Sr. Buffet el otro día consiguió modificar las líneas, velas y demás dibujitos, de tal forma que luego sólo necesitamos olvidar los motivos y a analizar el dibujo para conseguir que todo vaya para arriba. Desde luego si los analistas, no se acuerdan, ¿Cómo vamos a pedir que se acuerden los ordenadores?. Por supuesto que nadie se pare a pensar en manipulaciones, que como las burbujas no existen.
Y sólo me queda como esperanza, el hecho de que Bruselas haya decidido atajar el tema de los modificados de obra, lo que según expansión es una mala noticia, (para las empresas), que se quedan sin su principal comodín para conseguir beneficios.
La alarma es total ya que ahora van a tener que afinar mucho mejor las condiciones y los precios. Y bueno, la realidad es que el gobierno ya se ha puesto a solucionar el problema; y el problema no es que se hinchen los contratos, el problema no es que los concursos no sean reales ni tampoco el hecho de que una obra que se presupueste por 100 acaba costando 120. El problema es que resulta que las empresas perderán. El detalle es que las desviaciones de los contratos que se mencionan en Expansión, (una minima parte de los que se están planteando ahora), las pagamos todos.
En fin. ¿Qué hago?, ¿miro y me enfado?. ¿paso de todo?. ¿Exijo respeto seriedad, honestidad, responsabilidad y otras cosas parecidas?, ¿las suplico?. ¿Pido acción al gobierno?. Por cierto, sea lo que sea, o lo hacemos todos, o no tiene sentido que lo haga nadie.