En economía se suele hablar de dos tipos de enfoques a la hora de analizarla. Es habitual entonces hablar del enfoque Macroeconómico, (Macro para los amigos), y del enfoque Microeconómico, (Micro, a partir de ahora).
Todo el mundo entiende que las diferencias están en el enfoque, que para la Macro está fijando la vista en las condiciones generales de la economía, mientras que la micro es una visión más enfocada a la situación de los agentes de la economía, (empresas, y economías domésticas). Sin embargo, aunque relativamente clara la distinción, a veces da la sensación de que las relaciones entre la macro y la micro, no están demasiado claras y en casos extremos tratamos ambas visiones como si fuesen cosas completamente distintas.
Y esto es curioso, porque la macroeconomía, simplemente no existe. Es una abstracción y es una forma de modelar una realidad compleja.
Imaginemos cualquier ecosistema, que no deja de ser una conjunto de elementos que se han desarrollado en base a la evolución de las especies, la orografía, viento, humedad, y un sinfín de elementos que ni tan siquiera conocemos.
En cualquier paisaje tenemos infinitos elementos, algunos vivos, otros no, que son los que conforman el resultado final. Y a su vez, al igual que en los paisajes, la realidad es que los elementos van a ir interactuando los unos con los otros. Esto es lo que en mis tiempos se llamaba Ciencias Naturales, (creo que ahora se llama conocimiento del medio, pero no estoy seguro). Cuando se altera el ecosistema, la realidad es que todo se ve afectado porque al final todo está relacionado.
Pues esto lo traducimos a economía entendiendo que en un determinado país, o espacio económico que decidamos estudiar, tenemos toda una serie de personas; unas personas trabajan, otros son niños, otras son jubiladas, otras tienen empresas, otras son accionistas de bancos, directivos, otras viven de la especulación; algunas son buenas en lo que hacen, otras son menos buenas. Unas tratan de ganar el máximo dinero posible, otras tratan de vivir tranquilas. Existen personas que por distintas razones parece que no sirven. Si tenemos tiempo, podemos coger el padrón y pensar que detrás de cada persona hay una historia. Detrás de cada NIF hay una realidad.
En el campo de las ciencias naturales, tenemos un mundo que a veces ni somos capaces de ver por razones variopintas, como los microorganismos, (invisibles por su tamaño), aquellos que no se muestran a la vista para defenderse o atacar, y cosas a las que no prestamos atención. Sin embargo, a pesar de que en cualquier ecosistema existan partes visibles y partes que no lo son tanto, la realidad es que todas hacen una función y solemos agrupar en función de las funciones. Estudiamos el comportamiento de los depredadores, de los herbívoros, de las plantas…
Si volvemos a la teoría económica, el proceso normal es dividir todos las personas que están en este entorno, en varios grupos. Hablamos pues de trabajadores, de empresas, de consumidores, y tratamos de establecer unos modelos microeconómicos que tratan de representar como se comporta cada uno de los grupos. Nos encontramos con la función de producción, la de demanda… Y en consecuencia, estamos hablando de la microeconomía que trata de explicar la realidad de cada grupo.
Y al final llegamos a un proceso, donde se va estableciendo el ciclo vital, y representamos de alguna forma el ecosistema con el flujo de la alimentación. Aquí si nos damos cuenta, pasamos un poco por encima de cada una de las partes, para llegar a una situación mucho más amplia e imprecisa que se puede resumir en una gráfica o círculo.
Pues esto sería en economía la macroeconomía. Tratamos de establecer el ciclo y como se relacionan a través de un flujo las entidades que describimos usando la microeconomía, lo que a su vez es una representación que trata de entender la realidad.
Por tanto, la macroeconomía no deja de ser una representación de múltiples representaciones que al final no son otra cosa que realidades. En este sentido es fácil inferir que la macroeconomía y la microeconomía pueden ser incompatibles. Y eso lo que significa es que tenemos un error grave.
Por ejemplo; imaginemos que intentamos explicar el modelo típico de ecosistema en el que depredador come a herbívoro, que a su vez come a planta, que a su vez se nutre de cadáver de depredador. Pues este modelo tiene que ser consistente con un depredador carnívoro. Si de repente planteamos una teoría que nos dice que las vacas se comen a los lobos…¡no nos vamos a enterar de nada!.
En la economía pasa esto. Construimos unos modelos microeconómicos absurdos, a base de sentencias absurdas, y que no se sostienen; como por ejemplo la de esta semana en la que el gobierno, propone subir el coste de la universidad para que existan más alumnos. (es real), cuando la realidad es que cuanto mayor sea el coste de los estudios, menos alumnos habrá. Es de cajón, el entender que si alguien decide estudiar si le cuesta 1.000 es que asume que el valor es superior al coste y además puede pagar esos 1.000. Si bajamos el precio, el valor sigue siendo superior al coste, (precio), y además todos los que podían pagar ¡siguen pudiendo!. Pero si sube, una parte de los posibles alumnos desiste. A algunos no les interesará, otros no podrán.
Es así de sencillo. Pero el caso es que soltamos una chorrada, y luego integramos eso en un modelo de una forma sencilla usando otra teoría. Cuanta más gente estudie, más formación tendrá el país, y en consecuencia mayor será la productividad.
Si nos damos cuenta, estamos construyendo un modelo macro, al establecer relaciones en distintas fases. Y de alguna forma, terminaremos sentenciando que la productividad del país depende proporcionalmente del coste de la universidad. Cuanto mayor sea el coste de las carreras, mayor será la productividad.
Sé que hay razones, que se usan argumentos como la justicia social, las penalizaciones y todo lo que sea, pero el caso es que cuanto más cara sea la educación para los alumnos o las familias de estos, menos educación habrá. Nos pongamos como nos pongamos.
El problema es que las decisiones de los alumnos, van a tomarse en función de las circunstancias, y no del modelo teórico, que con mayor o menor acierto, construyamos. Volviendo al modelo del ecosistema, los lobos comerán a las ovejas, independientemente de lo que digamos. Y si nosotros decimos que las ovejas se comen a los lobos y vemos que de repente empiezan a caer ovejas y no lo entendemos.
Como no lo entendemos, comenzamos a buscar explicaciones y razonamientos que nos lleven a pensar el “que ha pasado”. Unos vendrán con las explicaciones de los cisnes negros, otros dirán que tenemos que meter más ovejas porque tenemos unas ovejas tipical spanish que son vagas, o que bien no se preocupan de nada o bien que no saben cazar. O incluso, negaremos la realidad, y simplemente diremos que las ovejas están comiendo lobos tranquilamente, (y haremos un estudio que así nos lo demuestre).
Lo que parece descartado es que nos replanteemos si nuestras hipótesis y nuestros modelos estaban bien o mal. Todo el mundo sabe que las ovejas comen lobos y eso ni se pone en duda. Pero de repente nos encontraremos con una situación difícil, en la que no hay ovejas; ¡y los lobos comienzan a pasar hambre con mucha hierba alrededor!. ¿Para solucionarlo?. ¡metemos lobos porque hay comida y para alimentar a las ovejas!.
En economía la macro es la integración de las micros, y esta a su vez es la representación de las distintas realidades. El caso es que si las interpretaciones de las distintas razones y funcionamiento de los agentes, son irreales, las predicciones serán un churro y arrastrarán con ellas el prestigio de los que las hacen. Y al final no creeremos nada de lo que hagan. Y de ahí a que nos encontramos con frases del estilo: “los economistas no valen para nada”, “la macroeconomía no vale para nada” o “la crisis provoca que 100.000 personas pierdan su casa” en lugar de otras mucho más correctas como:
- Los que tratan de justificar lo que sea que interese a los intereses del lobby de turno, no valen para nada, (Aunque se definan como economistas).
- Los modelos basados en los razonamientos de lo anterior no valen para nada, (aunque lleven el apellido macroeconomía).
- El hecho de que las condiciones de las familias se deterioren tanto que no puedan pagar su piso, ¡es lo que causa la crisis!.
Me falta para otro post meter las estadísticas en este esquema, pero la realidad es que es muy sencillo. En Ciencias Naturales, se trata de hacer lo necesario para comprobar cómo evoluciona el medio; desde marcar animales a hacer fotografías a lo largo del tiempo para ir comprobando los deterioros o los avances.
La pregunta es si creemos que ante un problema en el entorno, (que no queden lobos, que no queden ovejas o lo que sea), ¿creemos que con un poco de photoshop sobre las fotografías, se va a solucionar el problema del entorno?. De hecho, lo probable es que empeore, ya que si pasamos de enfocar el problema y distorsionar la realidad, nunca seremos conscientes del problema. Y los problemas no desaparecen de esta forma, ¡Aunque soy el primero que lo desearía!.
¡Ah!. Por cierto, macroeconomía, microeconomía y la realidad tienen que cuadrar. Sé que es una obviedad, pero había que decirlo. Y quizás nos gustaría que la realidad se parezca a lo que nos pintan, pero lo malo es que son las teorías las que se tienen que ajustar a la realidad y no al revés