¿Puede un banco estar entre las empresas más destacadas en gestión del cambio climático en el mundo? ¿Eso no es cosa de grandes industrias que logran reducir su impacto en el medio ambiente?
Cuando pensamos en una entidad financiera, normalmente se nos aparece en la mente la imagen de una red de oficinas pulcras, con un impacto medioambiental muy reducido. No puede haber nada más lejos del panorama de enormes fábricas con chimeneas humeantes que solemos asociar con el cambio climático.
¿Qué puede hacer un banco entonces para mejorar esta cuestión? Por ejemplo, neutralizar sus propias emisiones mediante la reducción en el uso de papel, el fomento de las videoconferencias para evitar viajes o el diseño ecoeficiente de sus nuevos edificios. También puede promover el desarrollo de una economía baja en carbono y financiar proyectos socialmente responsables que, con sus actividades, ayuden a mitigar los efectos de la actividad humana sobre el clima. ¿A que ahora comienza a tomar sentido que una entidad financiera pueda ser ejemplo de gestión del cambio climático?
Qué es el Carbon Disclosure Project
Todas nuestras acciones tienen consecuencias en nuestro entorno y esto también incluye a los distintos actores económicos. De hecho, existe una organización internacional sin ánimo de lucro que orienta a compañías privadas y administraciones públicas en la toma de medidas hacia una economía sostenible. Lo hace a través de la medición del impacto ambiental de sus acciones y políticas. Se llama Carbon Disclosure Project (CDP) y ha incluido a CaixaBank entre las empresas líderes en la lucha contra el cambio climático por quinto año consecutivo.
CDP es una referencia mundial en el tratamiento de datos sobre huella de carbono. Cada año analiza miles de empresas para elaborar su lista Climate, que distingue a las entidades más comprometidas con la gestión del cambio climático. En esta ocasión, CaixaBank ha obtenido la calificación A-. Es la más elevada entre las entidades financieras españolas y convierte a CaixaBank en la única incluida en las categorías más altas.
Por qué CaixaBank
Las razones por las que CaixaBank ha merecido su inclusión en posiciones de liderazgo en materia de cambio climático por CDP son diversas. Sus alianzas e iniciativas para lograr la sostenibilidad del planeta tienen mucho que ver con ello.
La propia entidad es un referente en la lucha contra el cambio climático a nivel global. Esto se debe, por ejemplo, al hecho de que CaixaBank es el primer banco del Ibex 35 y uno de los pocos de Europa que ha conseguido neutralizar por completo su huella de carbono calculada, incluidas las emisiones indirectas. Estas son las que se producen como consecuencia de las actividades de una empresa, pero que se emiten desde fuentes que no controla directamente.
Además, CaixaBank presta especial atención a la construcción de una sociedad sostenible. Desde 2007 forma parte del grupo de entidades financieras adheridas a los Principios de Ecuador. Esto sirve para garantizar que los proyectos a los que asesora y financia se llevan a cabo de manera socialmente responsable.
Otro ejemplo del compromiso de CaixaBank con la gestión del cambio climático es su actividad desde la junta directiva del Grupo Español de Crecimiento Verde. Este organismo trata de fomentar un crecimiento económico que sea compatible con el uso eficiente de los recursos naturales. Entre otras acciones, ayuda a crear unas condiciones favorables para desarrollar una economía baja en carbono que, a la vez, sea compatible con los objetivos de mejora económica y creación de empleo.
La Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI) también cuenta con la colaboración de CaixaBank. Esta iniciativa tiene tres objetivos principales: el compromiso con el desarrollo sostenible, la gestión de la sostenibilidad y la concienciación pública. Asimismo, la entidad es miembro del Dow Jones Sustainability Index (DJSI), el principal índice mundial que valora el comportamiento de las empresas bajo criterios sociales, medioambientales y de gobierno corporativo.
Una gran ayuda para todos
Más allá del reconocimiento que supone formar parte de las posiciones de liderazgo en la lucha contra el cambio climático, la labor de CDP es necesaria para abordar cuestiones tan importantes como la transición ecológica mundial.
CDP recopila las acciones y estrategias que desarrollan las compañías, una información que posteriormente traslada a más de 800 inversores institucionales. Se trata de entidades que gestionan activos por valor de 100 billones de dólares. Este dato permite hacerse una idea de la importancia que tiene este organismo a la hora de impulsar una economía sostenible.
Cuando las entidades financieras se proponen promover una economía sostenible, es muy importante saber qué activos cumplen con los requisitos ecológicos para conseguir, en última instancia, financiar la ayuda medioambiental. Evaluar su riesgo climático es esencial en este sentido. De hecho, el establecimiento de categorías claras es una petición habitual del sector financiero a los Gobiernos, consciente de su papel como motor económico de la transición ecológica.
Las clasificaciones que elabora CDP se han convertido en un instrumento de referencia para que inversores y grupos de interés puedan evaluar las actuaciones empresariales que se desarrollan para mitigar el cambio climático. También para determinar su nivel de preparación ante los cambios en las demandas del mercado y los que se producen en la legislación.
La gestión del cambio climático requiere actividades en muchos frentes. Además de la reducción de la propia huella de carbono de las empresas, la financiación de actividades socialmente responsables y la difusión de los beneficios de una economía sostenible son muy importantes. Por eso un banco tiene tanto que decir en este ámbito.