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(Jugador 47.394.223, eliminado)
Ese es el último habitante de España según el censo actual. Todos estamos metidos hasta el cuello en este juego. La inflación, ese gran conocido en algunos países como Argentina, pero que en los países más desarrollados (aunque habría que discutir ese adjetivo) no deja de ser una palabra que suena a algunos y entienden pocos. Pero que afecta a todos.
No digo Argentina por decir. Mi mujer es de allí y vamos siempre que podemos. Estuvimos a principios de año y, entre asado y asado, los más optimistas preveían una inflación del 40%. Eso quiere decir que, con el mismo dinero, 10 amigos podían hacer un asado el 1 de enero mientras que en Nochevieja solo podrán ser 6. No quiero imaginar cómo arderá ese grupo de WhatsApp…
En España no estamos (aún) en esa situación pero nuestra inflación ya está cerca del 6%. Es decir, de media, los elementos básicos para vivir han subido un 6% en el último año. Si no te suben el sueldo un 6% en un año, en verdad es como si te lo hubieran bajado. Podrás comprar menos cosas. Si directamente no te suben el sueldo, estás en la B. Y si no trabajas y solo tienes lo ahorrado… mejor no pensarlo.
Esto a largo plazo es dramático. Se ve por ejemplo en uno de los productos más icónicos del mundo (y que sirve por cierto para medir la inflación): el Big Mac
Pero no hace falta irse a USA. Cuando yo era un enano, iba a la tienda de chuches con una moneda de 20 duros (0,60€) y me ponía las botas. Sacaba una bolsa repleta de chuches (obviamente todo sabor fresa, como hace la gente de bien). Si pasas hoy con 60 céntimos por la tienda de chuches antes de ir al cine, pues probablemente te enteres de toda la película al haberte acabado la bolsa en el segundo anuncio.
Lo dicho al principio, la inflación afecta a todo el mundo: da igual si trabajas o no, a qué partido votas, si inviertes o no, si eres rico o eres pobre… Todo el mundo se ve afectado. Puedes hacerte el loco y creer que no te afecta. Pero eso es como la gente que cree que su equipo nunca jugará la Europa League. Cuando te das cuenta de la realidad ya es demasiado tarde...
Lo peor es que no es ningún impuesto que haya puesto el gobierno de turno. Da igual quién mande. No viene en ninguna factura ni en la declaración de la renta. Pero estar está. Cada año el dinero de todos vale menos.
Pero todo tiene solución en esta vida menos la muerte. Y aquí también hay una solución: sacarle rendimiento al dinero que ya tienes. Y que ese rendimiento supere a la inflación.
Así pues, contando una inflación del 6% como la actual:
- Si has sacado un rendimiento a tu dinero del 7%: felicidades, eres un 1% más rico que el año pasado
- Si has hecho algo con tu dinero y le has conseguido sacar un 5%: lo siento, eres un 1% más pobre que el año pasado
- Si lo has tenido en el banco o bajo el colchón, le has sacado un rendimiento del 0% así que: lo siento, estás jodido, eres un 6% más pobre que el año pasado
- Si has invertido en algo y te ha salido mal (pongamos que has perdido un 4%): lo siento, estás muy jodido, eres un 10% más pobre que el año pasado
De las opciones anteriores, está claro que solo hay una que nos conviene: invertir BIEN. Invertir en algo que supere la inflación. Mientras eso pase, seguiremos en el juego.
El problema es que muy pocos en España lo hacen. Muchos ni siquiera saben que cada año son más pobres al no hacer nada. Y muchos de los que lo saben prefieren la inacción.
Prefieren esperar su turno en el Juego de la Inflación.
P.D. Cada final de mes haré un breve repaso sobre cómo le ha ido a mi cartera. El día de Acción de Gracias estaba completando el tercer mejor mes desde que empecé (iba por +7,9%). Sin embargo el Black Friday fue muy Black en la Bolsa al saltar la noticia de la nueva variante del COVID (también el día que empecé a escribir por aquí, también es mala suerte). El inicio de semana siguió igual de chungo así que el supuesto mes maravilloso acabó siendo un mes muy bueno (+2,9%). La rentabilidad del año se queda en un +39,8% y la total en un +64,2%.
Ahora estamos en plena zona de turbulencias. Al acabar el año veremos si solo ha sido un amago de desplome o si nos hemos estrellado y nos encontramos con Jack Shepard o Desmond Hume en la isla de Lost.