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Prestamista

Un prestamista es una persona, empresa o entidad que proporciona préstamos de dinero u otros recursos financieros a individuos, empresas u otras entidades que los necesitan. El prestamista, en esencia, actúa como un proveedor de fondos y está dispuesto a prestar dinero a cambio de recibir pagos futuros, generalmente con intereses, como compensación por el uso de esos fondos.

Un prestamista es una persona, entidad o institución que proporciona dinero en forma de préstamo a otra persona o entidad, conocida como prestatario.

La función principal de un prestamista es suministrar capital temporalmente a aquellos que lo necesitan, ya sea para un proyecto empresarial, la compra de una vivienda, la educación universitaria o cualquier otro fin. En retorno, el prestamista recibe el dinero prestado más un interés, que es el coste asociado a ese préstamo.

Los prestamistas pueden ser tanto individuos como instituciones. En el ámbito individual, podría ser, por ejemplo, un familiar o un amigo que te presta dinero para iniciar un negocio. En el ámbito institucional, los prestamistas suelen ser instituciones financieras, como entidades de crédito, entidades bancarias, cooperativas de crédito, empresas de préstamos o incluso entidades de microfinanzas.

Una característica interesante de los prestamistas es la forma en la que evalúan a quién prestan dinero. Utilizan un proceso llamado análisis de crédito, donde examinan la capacidad del prestatario para devolver el préstamo. Esto incluye revisar su historial crediticio, ingresos, gastos y, en algunos casos, la finalidad del préstamo. Esta evaluación ayuda a los prestamistas a determinar el riesgo de otorgar el préstamo, y en base a ello, fijan las condiciones del mismo, como la tasa de interés y el plazo de devolución.

Otro aspecto a destacar es que los prestamistas no solo se benefician de los intereses generados por los préstamos. A menudo, estos préstamos contribuyen al desarrollo económico al permitir que las personas compren bienes o inviertan en negocios que, de otro modo, no podrían permitirse. Por ejemplo, los préstamos hipotecarios facilitan la compra de viviendas, lo cual es esencial para el crecimiento del sector inmobiliario.

Sin embargo, ser prestamista también implica riesgos. El principal es el riesgo de impago o lo que los expertos conocen como riesgo de crédito, que se da cuando el prestatario no puede devolver el préstamo. Esto puede llevar a los prestamistas a incurrir en pérdidas. Por esta razón, la gestión de riesgos es una parte crucial de la actividad de los prestamistas.

Diferencias entre el prestamista y el prestatario


A la hora de hablar de préstamos, hay dos figuras que son clave y que debemos conocer: el prestamista y el prestatario. Entender la diferencia entre un prestamista y un prestatario es clave para comprender cómo funcionan los préstamos y las finanzas en general. 

Empecemos con el prestamista. Este es alguien que proporciona dinero a otra persona o entidad. Los prestamistas pueden ser bancos, instituciones financieras o incluso individuos. Su rol es evaluar a quién le prestan dinero, basándose en factores como la solvencia y la capacidad de pago del prestatario. Una vez que deciden otorgar un préstamo, establecen las condiciones del mismo, como la tasa de interés y el período de tiempo para la devolución. El objetivo principal del prestamista es recuperar el dinero prestado y ganar algo adicional, por lo habitual en forma de intereses.

Ahora hablemos del prestatario. Esta es la persona o entidad que recibe el dinero del prestamista. El prestatario busca financiación por diversas razones: puede ser para comprar una casa, invertir en un negocio o financiar los estudios universitarios. Una vez que recibe el préstamo, el prestatario se compromete a devolver el principal, más los intereses, en el plazo acordado. El prestatario debe ser cuidadoso al elegir un préstamo, asegurándose de que pueda cumplir con los términos del acuerdo y ser consciente de todas las condiciones y costes asociados.

Una diferencia clave entre el prestamista y el prestatario la encontramos en sus roles y sus objetivos. Mientras que el prestamista busca rentabilizar su dinero prestando y cobrando intereses, el prestatario busca obtener fondos que de otra manera no tendría, comprometiéndose a devolverlos bajo ciertas condiciones.

Otra diferencia importante es el riesgo que asumen. Para el prestamista, el riesgo es que el prestatario no devuelva el préstamo, lo cual podría llevar a este a registrar pérdidas. Para el prestatario, el riesgo es no poder cumplir con los pagos, lo que podría resultar en consecuencias negativas como podría ser el daño a su historial crediticio o la pérdida de las garantías aportadas.

El contrato entre prestamista y prestatario


El contrato en el que se basa la relación entre el prestamista y el prestatario es lo que conocemos como el contrato de préstamo. En este acuerdo formal se recogen y se detallan todas las condiciones bajo las cuales se presta y se devuelve el dinero, así como los derechos y las obligaciones de ambas partes.

Cómo funciona el contrato


El proceso comienza cuando el prestatario necesita dinero para algún propósito, como comprar una casa, iniciar un negocio o pagar estudios. Este prestatario se acerca a un prestamista, que puede ser un banco o cualquier otra entidad financiera, y solicita un préstamo.

Antes de aprobar el préstamo, el prestamista evalúa la capacidad del prestatario para devolver el dinero. Esto implica revisar su historial financiero, ingresos actuales y otros factores que puedan influir en su capacidad de pago. Si el prestamista decide otorgar el préstamo, se redacta un contrato.

Lo que se establece en el contrato


  • Cantidad del préstamo: Es la suma de dinero que el prestamista acuerda prestar al prestatario.
  • Tasa de interés: Es el porcentaje que el prestatario debe pagar sobre el monto del préstamo. Puede ser una tasa fija o variable.
  • Plazo de devolución: Se refiere al tiempo que el prestatario tiene para devolver el préstamo, que puede variar desde unos pocos meses hasta varios años.
  • Cuotas de pago: Son los pagos periódicos que el prestatario debe hacer para devolver el préstamo, incluyendo tanto el capital como los intereses.
  • Garantías o avales: En algunos casos, el contrato puede requerir que el prestatario ofrezca una garantía, como una propiedad o un coche, que el prestamista puede reclamar en caso de que no se devuelva el préstamo.
  • Cláusulas especiales: El contrato también puede incluir otras condiciones, como penalizaciones por pago tardío o la posibilidad de renegociación del préstamo bajo ciertas circunstancias.

Es importante que tanto el prestamista como el prestatario lean y comprendan completamente el contrato antes de firmarlo. Una vez firmado, el contrato es vinculante, lo que significa que ambas partes están legalmente obligadas a cumplir con lo acordado.

En el siguiente apartado, vamos a explorar los derechos y las obligaciones del prestamista según lo que se establece en estos contratos. Esto incluye lo que el prestamista está autorizado a hacer y lo que está obligado a cumplir, lo cual es crucial para mantener un equilibrio justo en la relación financiera.

Derechos y obligaciones del prestamista


En un contrato de préstamo, como el que hemos explicado anteriormente, el prestamista, que es quien presta el dinero, y al igual que el prestatario, tiene una serie de derechos y obligaciones que debería conocer antes de poner su firma en él.

Por esta razón, a continuación vamos a ver qué implica ser prestamista.

Derechos del prestamista


  • Recibir el pago: El prestamista tiene derecho a recibir el dinero prestado de vuelta, incluyendo los intereses, según lo acordado en el contrato. Es como prestar un libro a un amigo y esperar que te lo devuelva en buen estado y a tiempo.
  • Cobrar intereses: Además del capital prestado, el prestamista tiene derecho a cobrar un interés, que es el coste por el servicio de prestar dinero.
  • Garantías y avales: Si el contrato lo establece, el prestamista tiene derecho a pedir garantías (como una propiedad) para asegurarse de que, si el prestatario no paga, pueda recuperar su dinero.
  • Modificar condiciones: Bajo ciertas circunstancias, y siempre respetando la ley, el prestamista puede modificar las condiciones del préstamo, como la tasa de interés, especialmente si es variable.

Obligaciones del prestamista


  • Entregar el monto acordado: El prestamista está obligado a entregar la cantidad de dinero que se ha acordado en el contrato.
  • Claridad y transparencia: Debe ofrecer información clara y comprensible sobre todas las condiciones del préstamo, incluyendo la tasa de interés, el plazo de devolución y cualquier otro cargo.
  • Respetar los términos del contrato: Una vez que ambas partes firman el contrato, el prestamista debe respetar los términos acordados, a menos que se realice una modificación mutuamente acordada.
  • Actuar de forma ética: Debe seguir todas las regulaciones y leyes aplicables y actuar de manera ética y responsable en sus prácticas de préstamo.

Todos estos derechos y obligaciones, como hemos señalado en el apartado anterior, están detalladamente especificados en el contrato de préstamo.

Ejemplo de prestamista


Para terminar, veamos un ejemplo cotidiano que nos ayude a terminar de comprender el papel del prestamista en un préstamo.

Imaginemos el caso de un prestamista, un banco al que vamos a llamar Luxury bank.

Ejemplo: Luxury bank como prestamista


Luxury bank es una entidad financiera que se dedica, entre otras cosas, a prestar dinero a sus clientes. Un día, Laura, una joven emprendedora, acude a Luxury bank porque quiere abrir una cafetería en su ciudad. Laura tiene un buen plan de negocio, pero no cuenta con suficiente dinero para ponerlo en marcha. Entonces, decide solicitar un préstamo al banco.

Luxury bank evalúa la solicitud de Laura. Revisan su historial crediticio, su plan de negocio y su capacidad de pago. Después de esta evaluación, deciden que Laura es una candidata adecuada para un préstamo y le ofrecen 30.000 euros para empezar su cafetería. El contrato establece que Laura deberá devolver este dinero en un plazo de 10 años, con una tasa de interés del 4% anual.

En este ejemplo, Luxury bank actúa como prestamista. Sus derechos incluyen recibir de Laura los pagos mensuales acordados y los intereses del préstamo. Si Laura no pudiese pagar, el banco tiene derecho a tomar medidas para recuperar su dinero, que podrían incluir la reclamación de garantías si se establecieron en el contrato.

Por otro lado, Luxury bank también tiene obligaciones. Deben entregar a Laura los 30.000 euros prometidos, proporcionarle toda la información relevante y clara sobre el préstamo, y respetar los términos y condiciones del contrato acordado, actuando siempre de forma ética y conforme a la ley.

Laura, como prestatario, tiene la responsabilidad de hacer los pagos en tiempo y forma, y usar el dinero del préstamo para el fin acordado, es decir, abrir su cafetería.
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Prestamista, Francisco Coll, 26 de enero del '24, Rankia.com

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