El dividendo extraordinario es aquel que se distribuye a partir de un beneficio extraordinario de la empresa. Es decir, dicha ganancia repartida no es producto de la actividad regular de la firma.
En otras palabras, el dividendo extraordinario se reparte cuando la compañía recibe un beneficio por un evento que no está relacionado con su negocio frecuente. Por ende, se trata de una utilidad que, en principio, no se espera continuar recibiendo en el futuro.
Debemos recordar que el dividendo es aquel pago que una compañía realiza a sus
accionistas. Esto, a partir de los beneficios generados durante el ejercicio de su actividad.
El reparto de los dividendos debe ser aprobado por la junta de accionistas. Así, la empresa puede aprobar dicha retribución a los socios o, de lo contrario, reinvertir las ganancias acumuladas en la propia compañía.
Los dividendos son de suma importancia para los accionistas porque hacen tangible el retorno de su inversión. La otra forma en la que el inversor puede materializar una ganancia es vendiendo su participación.
Ahora, ¿qué tipo de hechos puede generar el reparto de beneficios extraordinarios? Puede ser alguna decisión corporativa muy específica y no frecuente, por ejemplo, si la empresa vende su participación en otra sociedad o si vende algún inmueble que tiene entre sus activos y está en desuso.
Características del dividendo extraordinario
Entre las características del dividendo extraordinario podemos destacar:
- No se relaciona con la actividad económica principal de la compañía.
- Proviene de un evento también considerado extraordinario.
- No se espera que se repita de manera regular en el futuro.
- No debemos confundirlo con el dividendo complementario. Este es aquel que se reparte una vez que finaliza el ejercicio y la compañía conoce con exactitud los beneficios obtenidos. Así, la junta de socios puede acordar un reparto adicional a los dividendos a cuenta. Estos dividendos a cuenta, a su vez, son aquellos aprobados previamente al cierre del ejercicio, a partir de las ganancias previstas.
- No debería tenerse en consideración al momento de valorar una empresa para decidir si invertir o no en ella. Esto, ya que el inversor no espera recibir regularmente esta retribución, sino que se trata de un evento que debe tratarse como excepcional (Recordemos que una inversión se evalúa usualmente a partir del flujo de ingresos futuros esperados).
Ejemplo de dividendo extraordinario
Un ejemplo de dividendo extraordinario podría ser si la empresa ABY decide vender su participación en la empresa HORUS. Esto, por 100.000 euros.
Entonces, a partir de dicha operación se decide repartir un dividendo extraordinario de 2 euros por acción.