El término gold bug o "escarabajo de oro" en español describe a aquellas personas e inversores que consideran el oro físico como un depósito de valor que resguarda su poder adquisitivo frente a una devaluación de la moneda.
Los gold bugs creen que la cotización del oro continuará aumentando en el futuro si no se modifican las
políticas monetarias llevadas a cabo por los Gobiernos soberanos y los
bancos centrales.
Un inversor gold bug se caracteriza por tener invertida una parte o la totalidad de los activos de su patrimonio en oro físico o en activos relacionados con el metal dorado.
Para explicarlo de otra manera, los gold bugs mantienen oro en monedas acuñadas, lingotes y joyas. Pero también pueden invertir en
acciones de empresas que comercializan oro o
ETF que, a su vez, inviertan en oro.
El término también hace referencia a los analistas y expertos que permanentemente aconsejan la adquisición de oro físico de inversión. De igual modo, se utiliza la expresión silver bug para los inversores que prefieren la plata al oro.
El origen del término gold bug estaría en el nombre del cuento de Edgar Allan Poe “The gold bug” de 1843.
¿Cuál es el fundamento de los gold bugs?
Los gold bugs opinan que el oro es la máxima representación del dinero. Así, defienden que las monedas sin respaldo en oro han fracasado a lo largo de la historia y que el oro físico de inversión siempre ha confirmado ser un valor seguro.
En este punto, debemos recordar el concepto de patrón oro. Este es un sistema por el cual el valor de una moneda está vinculado a la cantidad de oro que el país posee en sus reservas.
Visto de otro modo, bajo el patrón oro, los usuarios podrían teóricamente cambiar su dinero por una cantidad de oro específica, según el tipo de cambio establecido.
El patrón oro fue abandonado en 1971 en Estados Unidos por el presidente Nixon. A partir de entonces, ha prevalecido lo que se conoce como dinero fiduciario. Este es aquel que no está respaldado ni por el oro ni por otro bien tangible, sino que su valor se basa en la confianza de los usuarios.
Es decir, un dólar o un euro tienen un valor porque así el público lo cree, porque la gente sabe que los billetes que reciba los va a poder utilizar en distintas transacciones. Sin embargo, no existe la necesidad de los bancos centrales de mantener una cantidad determinada de oro físico.
Un gold bug suele ser crítico con los sistemas de dinero fiduciario y muchos apuntalan un regreso al patrón oro o el establecimiento de algún sistema monetario internacional respaldado por oro u otros activos tangibles.
Desde la perspectiva de un gold bug, el gran riesgo es que las
políticas monetarias expansivas pueden generar inflación. Esto afectaría la capacidad de compra del público, pues, si los precios suben, se pueden adquirir menos bienes y servicios con la misma cantidad de dinero. Para entenderlo de otra forma, la moneda está perdiendo valor.
Para los gold bugs, invertir en oro es una forma de protegerse de ese escenario inflacionario. Esto es particularmente relevante cuando un país enfrenta un gran déficit fiscal.
Imaginemos, por ejemplo, que el Gobierno de Estados Unidos no logra subir a tiempo el techo de su deuda (escenario al que nos acercamos recientemente). Entonces, el valor del dólar caerá en los mercados internacionales, en comparación al de otras monedas. Esto, ya que la única salida que se vislumbra para las autoridades para cubrir el déficit es aumentar la emisión monetaria y, como ya explicamos previamente, se produce inflación y la moneda se devalúa. En contraste, el oro mantiene su valor.
Beneficios y riesgos de invertir en oro
Por un lado, el oro tiene un valor que se basa en su escasez y en el hecho de que es un material que no pierde sus propiedades con el paso del tiempo. Por ello, el oro es un activo refugio, particularmente, en periodos de crisis, donde su precio puede elevarse fuertemente en los mercados financieros.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que el oro no siempre tiene una trayectoria alcista. Pueden existir momentos en los que su cotización caiga. Además, su valor suele ir en sentido contrario al del dólar estadounidense.
Veamos el siguiente ejemplo para entender cómo la cotización del oro fluctúa: Supongamos que un conflicto bélico está a punto de estallar en Medio Oriente. Los inversores compran oro y el precio escala, rompiendo récords históricos. Sin embargo, unos días después, la tensión baja y no llega a desatarse una guerra, con lo cual la cotización del metal dorado retrocede todo lo avanzado en las jornadas previas.