El lock-up es, en términos muy generales, el período durante el cual no se puede efectuar una determinada operación financiera. Las razones y particularidades de estos plazos dependerán del tipo del producto en cuestión.
A continuación, explicaremos los dos casos en los que se suele aplicar un periodo de lock-up, que se podría traducir como periodo de bloqueo en español.
Lock-up de una oferta pública de acciones
En el caso de las
ofertas públicas de venta (OPV), o IPO por las siglas de su nombre en inglés (
initial public offering) el look-up suele durar entre 80 y 190 días.
Debemos recordar que una OPV es un proceso por el cual una empresa ofrece sus
acciones por primera vez en el mercado.
En el marco de una OPV, los accionistas pueden firmar un compromiso de lock-up por el cual se obligan a no vender sus acciones durante un periodo determinado. El fin es, en líneas generales, facilitar la colocación de las acciones entre el público, reduciendo la volatilidad.
En este punto, es importante notar que, si algún accionista mayoritario o muchos accionistas al mismo tiempo deciden vender sus acciones, esto presionaría el precio de los títulos a la baja (recordemos que, a mayor oferta, menor precio).
Asimismo, debemos tener en cuenta que, cuando una empresa se convierte en pública, es decir, comienza a cotizar en bolsa, los empleados clave pueden recibir acciones de la compañía que son factibles de canjear por compensaciones en efectivo. Esos empleados probablemente quieran cobrar esos pagos lo más pronto posible.
En ese sentido, el periodo de lock-up evita que ventas realizadas por estos empleados clave puedan hacer caer la cotización del activo. En simple, el objetivo es prevenir episodios de fuerte volatilidad en el precio de las acciones.
Otro asunto relevante, de cara al público, es que, si los propios empleados de la empresa comenzaran a vender acciones, esto haría parecer que el negocio no es seguro. En consecuencia, la demanda y la cotización de la compañía caerían.
Lock-up en los fondos de inversión
En el ámbito de los
fondos de inversión, el lock-up es el periodo durante el cual los inversores no pueden vender o canjear sus participaciones. Dicha circunstancia normalmente se da en fondos de inversión libre o
hedge funds, según se establece en su propio folleto.
El periodo de lock-up dependerá de los activos en los que invierta cada fondo, es decir, de cómo se compone su
cartera. Si el portafolio invierte principalmente en activos líquidos, el periodo de lock-up podría ser de un mes.
Sin embargo, los hedge funds invierten normalmente en activos menos líquidos, es decir, que se negocian con poca frecuencia. Por ello, estos fondos suelen establecer periodos de bloqueo más extensos. En contraste, otro tipo de fondos incluso pueden llegar a no tener lock-up.
Cabe explicar que, durante el periodo de bloqueo, el gestor puede invertir sin preocuparse en tener que pagar a inversores que quieran rescatar su capital. Así, el administrador goza de mayor facilidad para colocar el patrimonio en distintos activos y maximizar las ganancias potenciales, sin tener que mantener una gran disponibilidad de liquidez.
Sin embargo, sin un periodo de bloqueo, el gestor tendría que poseer siempre una cantidad importante de efectivo para pagar a los inversores que quisieran rescatar sus participaciones. En consecuencia, se esperaría que los retornos sean menores al potencial.
El periodo de bloqueo varía según la fecha de inversión de cada partícipe, lo cual evita liquidaciones masivas. Normalmente, estos lock-up en fondos de inversión son de entre 30 y 90 días.
Cabe señalar que el lock-up, en el marco de los fondos de inversión, también es el periodo por el cual se impide el ingreso de nuevos partícipes o la realización de nuevas inversiones.
El objetivo del cierre es porque, en teoría, el fondo ya habría logrado el tamaño idóneo para una gestión eficiente. Así, un aumento del mismo podría llevar a una expectativa de menor
rentabilidad.