El mercado de futuros es un tipo de mercado financiero en el que se negocian contratos estandarizados para comprar o vender un activo específico en una fecha futura determinada, a un precio acordado previamente.
El mercado de futuros es un
mercado en el cual los participantes acuerdan comprar o vender un
activo en una fecha futura, pero a un
precio establecido en el presente. Estos activos pueden ser productos agrícolas, como trigo o maíz, materias primas como el petróleo o el oro, o incluso
instrumentos financieros, como
acciones,
bonos o divisas. La principal función del mercado de futuros es permitir a los
inversores y a las empresas gestionar el riesgo asociado a las fluctuaciones de precios en el futuro y obtener beneficios de las variaciones en el valor de los activos.
Una de las características distintivas del mercado de futuros es que los acuerdos se realizan mediante contratos estandarizados llamados
contratos de futuros. Estos contratos especifican la cantidad, calidad y características del activo, la fecha de entrega y el precio acordado. Al estandarizar los contratos, se facilita su negociación y se reduce el riesgo de incumplimiento por parte de los participantes.
El mercado de futuros es muy diferente del mercado de contado (o mercado spot), en el que las transacciones se realizan de forma inmediata y se entregan los activos al momento del pago. En el mercado de futuros, la entrega del activo y el pago se realizan en una fecha posterior, según lo acordado en el contrato.
Una curiosidad interesante sobre el mercado de futuros es que la mayoría de las transacciones no resultan en la entrega física del activo. En su lugar, los participantes suelen cerrar o "liquidar" sus contratos antes de la fecha de vencimiento, comprando o vendiendo contratos equivalentes en sentido opuesto a sus posiciones originales. De esta manera, pueden obtener beneficios o minimizar pérdidas basándose en las variaciones del precio del activo sin tener que manejar el activo en sí.
El mercado de futuros atrae a una amplia variedad de participantes, desde agricultores y empresas que buscan protegerse contra las fluctuaciones de precios, hasta inversores y especuladores que buscan obtener beneficios de las variaciones en el valor de los activos. Por ejemplo, un agricultor puede vender contratos de futuros de trigo para asegurar un precio fijo por su cosecha y protegerse contra la posibilidad de que los precios bajen antes de la cosecha. Por otro lado, un especulador podría comprar esos contratos esperando que los precios del trigo aumenten y, por lo tanto, obtener beneficios al vender los contratos a un precio más alto en el futuro.
¿Cómo funciona el mercado de futuros?
Ahora que conocemos qué es el mercado de futuros, es esencial comprender cómo funciona y cuáles son sus principales características. Este mercado permite a los participantes gestionar el riesgo asociado a las fluctuaciones de precios y obtener beneficios mediante la negociación de contratos de futuros.
Un aspecto clave del funcionamiento del mercado de futuros es el proceso de negociación. Los participantes compran y venden contratos de futuros en una plataforma de negociación, que puede ser una bolsa de futuros tradicional o una plataforma electrónica. Al operar en un entorno centralizado y regulado, los participantes tienen la seguridad de que los contratos cumplen con los requisitos estandarizados y que las transacciones se realizan de manera justa y transparente.
Otro elemento importante en el mercado de futuros es el concepto de margen. Para comprar o vender un contrato de futuros, los participantes deben depositar una cantidad de dinero, conocida como margen inicial, en una cuenta en la bolsa o la plataforma de negociación. Este margen sirve como garantía para asegurar que los participantes cumplan con sus obligaciones en caso de que el precio del activo se mueva en su contra. Si el valor del contrato fluctúa y el margen en la cuenta del participante cae por debajo de un nivel mínimo requerido, conocido como margen de mantenimiento, se les pedirá que depositen fondos adicionales para cubrir la diferencia, lo que se conoce como llamada de margen o, en inglés,
margin call.
Una curiosidad del mercado de futuros es el fenómeno del "contango" y el "backwardation". El contango ocurre cuando los precios futuros de un activo son más altos que los precios actuales en el mercado de contado. Esto puede deberse a factores como costes de almacenamiento o expectativas de escasez en el futuro. Por otro lado, el backwardation se presenta cuando los precios futuros son más bajos que los precios actuales. Este fenómeno puede ser resultado de la demanda inmediata del activo o de expectativas de un aumento en la oferta futura.
Principales mercados de futuros en el mundo
Habiendo explorado el concepto y funcionamiento del mercado de futuros, es importante conocer algunos de los principales mercados de futuros a nivel mundial. Estos mercados se ubican en diferentes regiones y se especializan en distintos tipos de activos, desde materias primas hasta instrumentos financieros.
A continuación, se presentan algunos de los más destacados, junto con algunas curiosidades acerca de su historia, su ubicación, entre otras cuestiones que conviene conocer:
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Chicago Mercantile Exchange (CME): Fundado en 1898 en Chicago, Estados Unidos, el CME es uno de los mercados de futuros más grandes y reconocidos del mundo. Originalmente comenzó como un mercado para productos agrícolas, pero actualmente ofrece contratos de futuros y opciones en una amplia variedad de activos, incluidos índices bursátiles, divisas, tasas de interés y productos energéticos.
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Chicago Board of Trade (CBOT): También ubicado en Chicago y fundado en 1848, el CBOT es uno de los mercados de futuros más antiguos del mundo. Al igual que el CME, comenzó centrándose en productos agrícolas y, posteriormente, amplió su oferta a otros activos. En 2007, el CME y el CBOT se fusionaron, creando el grupo CME.
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New York Mercantile Exchange (NYMEX): Fundado en 1872 en Nueva York, Estados Unidos, el NYMEX es un mercado líder en la negociación de futuros de materias primas, especialmente en energía y metales. Es especialmente conocido por sus contratos de futuros de petróleo crudo (West Texas Intermediate) y gas natural.
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Euronext: Euronext es una bolsa paneuropea que se estableció en el año 2000 como resultado de la fusión de las bolsas de París, Ámsterdam y Bruselas. Euronext opera mercados de futuros en varios países europeos y ofrece contratos de futuros y opciones en una amplia gama de activos, como índices bursátiles, bonos y productos agrícolas.
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Intercontinental Exchange (ICE): Con sede en Atlanta, Estados Unidos, y fundada en el año 2000, ICE es un operador global de mercados de futuros que ofrece contratos en una gran variedad de activos, incluyendo energía, productos agrícolas, metales y productos financieros. En 2013, ICE adquirió el NYSE Euronext, ampliando aún más su alcance en los mercados globales de futuros.
Ejemplo de mercado de futuros
Tras analizar los principales mercados de futuros a nivel mundial, es relevante destacar algunos ejemplos de mercados de futuros en España y Europa. Estos mercados también desempeñan un papel importante en la economía regional y ofrecen oportunidades para que inversores y empresas gestionen sus riesgos y realicen operaciones en diferentes activos.
En España, uno de los mercados de futuros más relevantes es el MEFF (Mercado Español de Futuros Financieros). El MEFF fue creado en 1989 y está gestionado por BME (Bolsas y Mercados Españoles), la empresa que opera las bolsas de valores y otros mercados financieros en España. El MEFF se centra en la negociación de futuros y opciones sobre índices bursátiles y acciones individuales, así como futuros sobre bonos del Estado y otros instrumentos de renta fija.
En Europa, además del ya mencionado Euronext, existen otros mercados de futuros notables, como:
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London Metal Exchange (LME): Fundada en 1877 en Londres, Reino Unido, la LME es el principal mercado mundial de metales no ferrosos, como cobre, aluminio, zinc, plomo y níquel. La LME ofrece contratos de futuros y opciones sobre estos metales y es conocida por su sistema de negociación basado en el "anillo", donde los traders se reúnen en persona para realizar transacciones en un entorno altamente regulado y estructurado.
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Deutsche Börse: Con sede en Fráncfort, Alemania, Deutsche Börse es el operador del mercado de futuros Eurex, que ofrece una amplia gama de contratos de futuros y opciones sobre índices bursátiles, acciones, bonos y productos derivados del clima, entre otros. Eurex es especialmente conocido por sus contratos de futuros sobre el índice DAX y el índice EURO STOXX 50.
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ICE Futures Europe: Con sede en Londres, ICE Futures Europe es la plataforma europea del Intercontinental Exchange (ICE) y ofrece contratos de futuros y opciones en una amplia gama de activos, incluidos productos energéticos, productos agrícolas y productos financieros. ICE Futures Europe es especialmente conocida por sus contratos de futuros de petróleo Brent Crude, un referente mundial en el mercado del petróleo.
Estos ejemplos de mercados de futuros en España y Europa demuestran la diversidad y la importancia de estos mercados en la economía regional. Al igual que sus homólogos globales, estos mercados facilitan el comercio y la gestión del riesgo para una amplia gama de participantes, desde inversores individuales hasta grandes empresas e instituciones financieras.
¿Los mercados de futuros y los mercados de opciones son lo mismo?
Después de haber abordado los mercados de futuros, su funcionamiento y algunos ejemplos en distintas regiones del mundo, es apropiado examinar si los mercados de futuros y los mercados de opciones son lo mismo. En este sentido, y aunque ambos son tipos de mercados de derivados y comparten algunas similitudes, conviene señalar que existen diferencias fundamentales que los distinguen.
Los mercados de futuros, como hemos visto, involucran contratos que obligan a las partes a comprar o vender un activo a un precio específico en una fecha futura. Por otro lado, los mercados de opciones ofrecen contratos que otorgan a su titular el derecho, pero no la obligación, de comprar (opción de compra) o vender (opción de venta) un activo a un precio determinado en o antes de una fecha futura.
La principal diferencia entre los dos radica en la obligación versus el derecho. Mientras que un contrato de futuros impone una obligación de cumplir con la compra o venta del activo subyacente, un contrato de opciones ofrece la posibilidad de ejercer ese derecho si resulta conveniente para el titular de la opción. Esto significa que los contratos de opciones ofrecen más flexibilidad a los inversores, pero también implican el pago de una prima al vendedor de la opción por el riesgo que asume al otorgar ese derecho.