Una operación a plazo (forward) puede utilizarse para protegerse del riesgo de una subida o bajada en el tipo de cambio de una divisa y consiste en la compra o venta de una divisa a entregar en una fecha futura. Puede realizarse a un plazo que oscila entre un día hábil y un máximo de dos años, aunque en el caso de ciertos pares de divisas, el plazo puede extenderse hasta diez años.