La base monetaria es la
cantidad total de moneda en circulación y de depósitos a la vista (cuentas corrientes) en poder de los sectores público y privado. Incluye la moneda y los depósitos del banco central. Juntos proveen la base para
la oferta monetaria bajo el sistema de reserva fraccionaria.
La base monetaria puede aumentarse mediante
operaciones de mercado abierto, es decir, cuando el
Banco Central compra o vende valores a los bancos u otras instituciones financieras. Cuando el Banco Central compra valores, los paga con dinero que crea de la nada, lo que aumenta la base monetaria.
La base monetaria puede disminuir cuando el Banco Central vende títulos, lo que retira dinero de la circulación y reduce la base monetaria.
La base monetaria es importante porque afecta al nivel de
inflación de una economía. Los bancos centrales utilizan la base monetaria para controlar el nivel de inflación de una economía. Por ejemplo, si el banco central quiere aumentar la oferta monetaria, ampliará la base monetaria comprando bonos del Estado a los bancos. Esto aumenta la cantidad de efectivo que los bancos tienen que prestar, lo que hace que los precios (la inflación) suba.