La microeconomía es una de las dos ramas en las que se divide el estudio de la economía. Cuando hablamos de microeconomía, nos centramos en las decisiones que, de manera individual, toman los agentes económicos, así como su interacción, y efecto ocasionado, en los mercados, entre otros elementos.
Cuando estudiamos la
economía de un territorio, podemos hacerlo de dos maneras, atendiendo a las dos ramas que contempla el estudio económico: la microeconomía y la
macroeconomía.
Si nos centramos en la microeconomía, lo que estamos haciendo, como su propio nombre indica, es estudiar la economía, pero centrando el análisis en el comportamiento económico de las empresas, las familias, los hogares, así como los principales agentes económicos de manera individual. Analizando la interacción de estos individuos con el mercado individualmente, se observan los fenómenos económicos.
En este sentido, la microeconomía atiende a las decisiones individuales que toman los agentes económicos, así como su interacción con el mercado y los efectos generados por estos en la economía.
A diferencia de la macroeconomía, que los concentra todos en una misma variable para, de manera agregada, conocer la evolución y, por ende, realizar un análisis y una valoración más global y menos individual.
Por esta misma razón, y al contrario de lo que ocurre con la macroeconomía, utilizamos otro tipo de variables que permiten el análisis microeconómico. Una variable microeconómica, por ejemplo, podría ser el ROE (por sus siglas en inglés, return on equity) de una empresa determinada, o el VAN de la misma. Pero al igual que ocurre con esta, otra variable microeconómica también podría ser la cantidad de productos a la venta y la demanda del mercado, entre otras cuestiones que tienen más que ver con el individuo que con la imagen colectiva que, gracias a la microeconomía, ofrece la macroeconomía.
Con todo, los economistas recomiendan usar ambos enfoques, pues, en cierta forma, uno depende del otro. En este sentido, debemos complementar el análisis microeconómico con el análisis macroeconómico, pues ambas disciplinas, juntas, otorgan una visión total de la situación en la que se encuentra la economía en cuestión.
¿Qué estudia la microeconomía?
La microeconomía estudia al agente económico en cuestión, es decir, al individuo. Y para ello, esta utiliza modelos que permiten estudiar los fenómenos que se producen en la economía, pero a pequeña escala.
En este sentido, un ejemplo de lo que estudia la economía podría ser la forma en la que se fijan los precios en el mercado, la demanda existente para un determinado producto, o por qué un productor oferta en el mercado una cantidad determinada. De la misma manera, podemos estudiar las preferencias de un reducido grupo de consumidores, así como otras cuestiones relacionadas con individuos o pequeños grupos de individuos.
Pero al igual que a los individuos, la microeconomía también estudia otro tipo de agentes económicos, como las empresas o las familias. En el caso de las empresas, el análisis microeconómico consistiría en analizar las variables y los ratios financieros que se extraen de los números que presenta la compañía. Y de la misma manera, el estudio del comportamiento de las familias, analizando pequeños conjuntos que permiten conocer el funcionamiento de estas, también estaría basado en esta interesante disciplina.
En esencia, hablamos de una rama que coge la lupa y analiza, al detalle, lo que ocurre en la economía.
¿Para qué sirve la microeconomía?
En esta línea, es conveniente saber que la microeconomía, es decir, el estudio de la economía de manera individual, tiene numerosas utilidades.
A continuación se ofrecen algunas:
- La microeconomía, bien utilizada, permite entender por qué varían los precios de un determinado producto, basándose en variables como la oferta y la demanda.
- La microeconomía, de la misma manera, permite a los empresarios aprovechar al máximo sus recursos, pudiendo tomar decisiones con base en indicadores micro que permiten sacar la máxima utilidad a estos.
- En esencia, la microeconomía ce centra en estudiar cuestiones como la producción, el consumo, la oferta que demanda el mercado, entre otras cuestiones.
- En lo que al Estado se refiere, la microeconomía nos permite entender cómo reaccionan los individuos ante la imposición de un determinado impuesto.
- Por último, otro ejemplo de para qué sirve la microeconomía podría ser que para estudiar la macroeconomía, como es bien sabido, debemos conocer el análisis microeconómico en el que se basa la imagen macroeconómica.
En esencia, la microeconomía tiene muchas utilidades, pero ello no quiere decir que, por ello, debamos renunciar a otros análisis, como el macroeconómico, que complementan y completan el análisis microeconómico.
Economía: microeconomía y macroeconomía
La economía divide su estudio en dos áreas, que conocemos como microeconomía y macroeconomía.
Ya sabemos qué es la microeconomía, pero he de señalar que me gustaría explicarla de otra forma que, considero, podría ayudarte, como lector, a entender mejor este concepto. En esta línea, para explicar qué es la microeconomía y qué es la macroeconomía, me gusta poner un ejemplo que un profesor me explicó el primer día de clase en la carrera de Economía.
Con relación a estos dos conceptos, el profesor comparaba el estudio de la economía con el estudio de un partido de fútbol.
En este ejemplo, la microeconomía se centraría en el estudio de cómo está jugando un determinado jugador, las asistencias y los goles que ha dado cada uno de ellos.
Cómo se está comportando la defensa en lo que respecta a goles encajados, cómo lo hace la delantera tomando como referencia los goles anotados, entre otros aspectos que tienen que ver con el estudio de las distintas unidades que conforman ese equipo, de forma desagregada.
Por otro lado, en lo que respecta a la macroeconomía, esta se centraría en el estudio de cómo está jugando el conjunto, los goles que ha marcado, el resultado en la liga del equipo, entre otros aspectos que tienen que ver con el estudio del equipo como si fuera un conjunto, o como dicen los economistas, de forma agregada.
En la economía ocurre exactamente así, la macroeconomía se centra en el estudio de la economía como economía agregada. Es decir, se centra en el estudio de la economía española, por ejemplo, así como la evolución del PIB (producción total), del empleo (tasa de desempleo), de la inflación (crecimiento de los precios), entre otros asuntos que tienen que ver con el comportamiento de los agentes de forma agregada.
Sin embargo, la microeconomía centra en el estudio de la economía, pero centrándose en los distintos agentes que la conforman. De esta manera, la microeconomía estudia el comportamiento de los distintos agentes económicos, es decir, de las empresas, los hogares, las familias, entre otros, pero de manera desagregada, es decir, de manera individual.
De esta manera, la economía se sirve de estas dos disciplinas para el estudio de la economía en general, integrando estas, a su vez, otras muchas disciplinas.
Ejemplos de microeconomía o análisis microeconómico
Para terminar de entender bien este concepto, veamos un sencillo ejemplo que nos permite ver para qué sirve la microeconomía o el análisis microeconómico.
Un buen ejemplo de cómo la microeconomía sirve en el análisis económico sería el caso de una tienda que, debido a las rebajas, pretende reducir sus precios, y queremos saber qué ocurrirá en este escenario.
Atendiendo al análisis microeconómico, una bajada de precios provocaría un desequilibrio, pues se incrementaría sustancialmente la demanda debido a la decisión adoptada por la tienda. De la misma manera, podríamos analizar la situación en un escenario en el que los precios, a diferencia de lo que ocurrió anteriormente, se incrementen. En este escenario, se reduciría la demanda y, por ende, las ventas.
En esencia, la microeconomía nos permite entender por qué los agentes económicos actúan y se relacionan entre sí, basándose en una revisión individual de las decisiones mediante las que los ciudadanos de un territorio administran sus recursos y satisfacen sus necesidades.