Calidad de la filatelia de AFINSA
La resolución de instancia considera probado que la filatelia de AFINSA era de mala calidad y, por ejemplo, al folio 20 dice “Afinsa compraba filatelia de escasa calidad y bajo precio”, lo que entra en clara contradicción con lo sostenido en la pericial filatélica, en cuyo apartado sexto dice “En general, podemos afirmar que la ausencia de calidad no es generalizable, aunque dado el considerable volumen total, pueda parecer significativa”. El hecho de que los peritos añadan la muletilla “puede parecer significativa”, no resta validez al grueso de la afirmación, esto es, que la ausencia de calidad no es generalizable, lo que, en sentido estricto, implica que sobre el total de 150 millones de sellos, el nivel de la filatelia era correcto.
A la vista de las consideraciones de los peritos filatélicos, sorprende que el tribunal sentenciador haya considerado, sin ninguna prueba de ello más allá de cuestiones muy puntuales, que la filatelia era de mala calidad. La única explicación que justifique el argumento expuesto en el relato fáctico, es que el tribunal haya limitado su análisis a la filatelia de Francisco Guijarro hasta el año 2003, obviando todas las medidas –entre las que destaca la sustitución de la filatelia de Guijarro– que la empresa adoptó desde el 2003 hasta su intervención en mayo de 2006. Esos cambios en, prácticamente, toda la filatelia, además de acreditar la ausencia de cualquier ánimo defraudatorio de AFINSA, y a los efectos que ahora importan, determinan que la filatelia de la empresa era correcta. Como se expondrá en el siguiente apartado, a fecha de la intervención, la filatelia del proveedor Guijarro tan sólo suponía el 3,7% de la valoración que AFINSA daba a su stock filatélico, esto es el 3,7% de más de dos mil cien millones de euros. AFINSA fue capaz en menos de 3 años de retirar prácticamente todos los sellos de ese proveedor de los contratos de sus clientes.
En línea con estas afirmaciones, don José María Sallán, perito-testigo que declaró en una de las sesiones de juicio, manifestó que “Afinsa compraba gran cantidad de sellos de países solventes y buenos. Todos los stocks de Afinsa yo no los he podido ver. En general el stock era normal y bueno, correcto. Lo que se ha vendido de Afinsa por ahí se ha vendido a unos precios de desastre pero como consecuencia de la caída del mercado y la intervención”.
(Recurso de Casación - A. Figueiredo, J. A. Cano ...)