Al abordaje: Spain, Banana Monarchy
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"Al abordaje
15 Mayo 2006
Sellos en forma de pirámide
Fue un teletipo de la agencia Reuters el que primero comparó el escándalo de Fórum y Afinsa en España con la estafa piramidal que tuvo lugar en Albania a finales de los noventa. La comparación parece de entrada exagerada. En el caso de Albania se dieron unas circunstancias singulares imposibles de repetir en Europa Occidental: una economía de subsistencia basada en buena parte en el contrabando y la ruptura del embargo a la vecina Yugoslavia, unas instituciones financieras sin poderes, una población que había salido unos años atrás de la dictadura más aislacionista de Europa y un Gobierno corrupto e implicado en la propia estafa.
Las dimensiones de la crisis fueron estremecedoras: el país se vio sumido en el caos, las prisiones se vaciaron y centenares de miles de armas fueron robadas de los depósitos militares y policiales. En su momento de mayor poder, las compañías que estaban llevando a cabo la estafa tenían un valor nominal equivalente a la mitad del Producto Nacional Bruto del país.
Con independencia de las características de la estafa, todas ellas tienen un punto en común bastante obvio: se basan en el engaño, en prometer revalorizaciones que no se pueden producir. Como España no es el lugar atrasado y aislado que era Albania hace diez años, aquí es donde entra la responsabilidad de las autoridades de nuestro país. Asociaciones de usuarios y consumidores habían pedido ya una regularización de las actividades de las sociedades de inversión en bienes tangibles.
La respuesta que dio la Comisión Nacional del Mercado de Valores es que no podía intervenir al tratarse de empresas que carecían de naturaleza financiera. Los que mandan tienen a veces un extraño concepto del idioma: si una sociedad que se dedica a captar el ahorro y promete revalorizarlo con creces no tiene naturaleza financiera habrá que empezar a reescribir los diccionarios para que se ajusten a las necesidades de las autoridades.
En la base del negocio que ha saltado por los aires está el valor de los sellos. Resulta curioso que se hable ahora tanto de ellos cuando el uso del correo franqueado para comunicarse está en mínimos históricos. Hay gente que lleva años sin recibir una carta con sellos. Lo máximo que llega a su buzón son cartas comerciales o del banco, franqueadas con impresiones y no con esos pequeños papelitos ilustrados y engominados.
¿Cómo puede tener más valor año a año algo que progresivamente dejará de utilizarse, porque, por seguir con el significado de la palabra, dejará de ser útil?
Cosas del mercado, dirán algunos, como si el mercado estuviera compuesto de personas alejadas de la realidad y encantadas de coleccionar objetos inservibles. Sí existe una referencia más precisa para calcular el valor de los sellos, y está en los catálogos. Curiosamente, ese valor sube todos los años, aparentemente a partir de la idea de que todas las cosas son más valiosas cuanto más viejas son, un principio con el que no se ganado ninguna matrícula de honor en una facultad de economía.
[En el foro de Meristation (vía Meneame), un coleccionista de sellos abre los ojos de todos aquellos que pensaban que las inversiones en sellos se revalorizarían eternamente:
El ámbito filatélico es ideal para las especulaciones, ya que al editarse catálogos anuales, la gente se cree que el valor de los sellos es el de los catálogos, y la verdad es todo lo contrario. Yo nunca compro sellos con un valor mayor al 60% del valor del catálogo, y si pensamos que el que me los vende a mí tiene que ganar tb. dinero, nos encontramos que el valor REAL de un sello está en un 45% del valor del catálogo.
El principio general de no invertir en algo que no conoces se cumple aquí a rajatabla.]
La responsabilidad por omisión de las autoridades llevará a las asociaciones de afectados que ya se están formando a pedir la responsabilidad subsidiaria de la