La adaptación al nuevo sistema es obligatoria, de tal forma que si tu tarjeta tiene chip (lo que se puede comprobar a simple vista) y el datáfono de la gasolinera no está adaptado y sólo lee bandas, la carga de la prueba en caso de reclamación pasa al establecimiento. Esto es, si tú reclamas diciendo que no has hecho la compra, que la firma no es tuya y que te devuelvan el dinero, el que debe demostrar que fuiste tú quién pagó es la gasolinera, que, a no ser que te tenga grabado en vídeo, lo va a tener difícil, porque, como se ha comentado, uno puede firmar como le dé la gana porque ningún gasolinero de España tiene el título de perito calígrafo, que yo sepa.
En cuanto a las claves adicionales, es un sistema obligatorio para los comercios seguros en Internet. Para comercios tradicionales nos encontramos con la disyuntiva entre seguridad y comodidad. Estoy seguro de que a ninguno de nosotros nos gustaría quedarnos colgados en medio de una compra porque nos hemos olvidado el móvil, quedado sin batería / cobertura o el operador de SMS está colgado, ya hay bastantes problemas con una línea telefónica (la normal del TPV) con la clave extra habría dos líneas implicadas.
Por un lado mucha gente quiere rapidez y complicaciones las mínimas (a personas de cierta edad no les hables de SMS con OTPs) y por otro que la compra sea lo suficientemente sofisticada para evitar fraudes.