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Nunca desperdicies una crisis

7 respuestas
Nunca desperdicies una crisis
Nunca desperdicies una crisis
#1

Nunca desperdicies una crisis

Casi un año después de la mayor debacle financiera nunca sucedida, nos enfrentamos a la que también será una de las más difíciles vueltas de verano de toda nuestra vida. A salvo ya del colapso definitivo que muchos auguraron, pero con una importantísima crisis todavía por remontar, la vuelta al cole de este año incorpora un componente filosófico muy especial.

Lo hemos hecho. Los meses vividos al borde del abismo y la incertidumbre en la que seguimos sumidos nos han llevado a ello. Durante muchos años, en los que todo iba más o menos bien, nunca nos había importado mucho pero ahora, de repente, nos hemos encontrado a nosotros mismos preguntándonos por el sentido de lo que estamos haciendo.

El futuro empieza a preocuparnos de una forma distinta mientras seguimos sin explicarnos muy bien nuestro pasado reciente, cargado de posibilidades de lo que podía haber sido. Pensamos que nuestro problema es que hemos perdido el rumbo, sin darnos cuenta de que no se puede perder algo que no se tiene antes.

Navegando sin ningún objetivo nuestro destino lo determinará el azar y encontrarnos de repente en un sitio inesperado no debería sorprendernos. Lo más improbable sería haber llegado al sitio que queríamos. De hecho, incluso, habremos podido pasar por delante de nuestra meta y haber seguido nuestro viaje sin darnos cuenta de que ya no hacía falta ir más lejos.

El dinero, como representación de las muchas cosas que se pueden conseguir con él, es un gran protagonista en nuestra vida. Es el responsable de financiarla y al perderlo o al dejar de ganarlo, nuestro ánimo se ve tremendamente afectado por la carencia de esa potencialidad que nos daba o que podría habernos dado. La reacción generalizada de vender sin necesidad de hacerlo ante pérdidas en la valoración de carteras que deberían haber sido estables, aunque es muy humana, ha sido ya el comportamiento más antieconómico en lo que llevamos de crisis.

Pero lamentarnos ahora de haber vendido después de octubre o de no haber comprado cualquier activo de riesgo en los momentos que han estado tan baratos, tiene tan poco valor como haberlo hecho entonces por no haber previsto el cataclismo. No somos tan listos. A pesar de nuestras grandes prestaciones hemos nacido sin la capacidad de prever el futuro.

Existe solución, pero el problema está en otro sitio. Hay un chiste sobre un paciente que entra en la consulta de su médico horrorizado por lo que le ocurre, y que tocándose frenéticamente con el dedo por todo su cuerpo (cadera, pecho, codo...) le va diciendo al doctor: me duele aquí, aquí, aquí… ¿Es muy grave? ¿Qué tengo Doctor? ...
Al final, lo que tenía era el dedo roto y una muy mala percepción de la realidad y de su propio problema.

Gran oportunidad
Si, en lugar de seguir pensando que la solución a todas nuestras inquietudes actuales hubiera sido comprar acciones del Banco Santander a cuatro euros y venderlas ahora, entendiéramos que el problema también nosotros lo tenemos en un dedo, con el que cada día apuntamos hacía un rumbo distinto, podríamos empezar de verdad a aprovecharnos de la gran oportunidad que tenemos delante de nosotros.

Es probable que por cumplir en este mes cuarenta y cinco años, que son más o menos una mitad de una esperanza de vida razonable, mi sensibilidad sea mayor hacía las inquietudes de mi generación, pero realmente pienso que si asimilamos que a todos nos quedan muchos años por delante y le ponemos la paciencia y la convicción necesarias, esta crisis será la mejor oportunidad de nuestra vida.

Eso sí, antes de pretender acertar con nuestras decisiones personales o de inversión, necesitaremos tener un plan sensato y financieramente viable dentro del riesgo que queramos asignar a nuestro proyecto. La herramienta para hacer este ejercicio se llama planificación financiera y el único problema que tendremos para ponerlo en marcha será el de enfrentarnos con nosotros mismos.

Con ese plan conseguiremos la referencia que nos dirá cómo tenemos que navegar, incluso en los momentos más duros, y ese objetivo tirará de nosotros dando ese sentido que no encontrábamos a momentos tan poco explicables como los que hemos vivido y los que nos toca seguir viviendo.

José Antonio Marina, en un artículo publicado el pasado mes de octubre, tan acertado como oportuno, definía el optimismo como la inteligencia orientada a determinar el futuro y nos recomendaba dejar el pesimismo para tiempos mejores. Podemos hacerle caso a él o esperar como Escarlata O’Hara, con su famoso “ya lo pensaré mañana”, a que lleguen tiempos mejores.

El riesgo de esperar es que una crisis de esta magnitud puede tardar mucho tiempo en volver a repetirse. Mejor no desperdiciarla.

Santiago Satrústegui es Consejero Delegado de Abante

#2

Re: Nunca desperdicies una crisis

¡Ojalá podamos decir que hemos aprendido algo de ésto!

#3

Re: Nunca desperdicies una crisis

Hola Lizpiz, es muy raro encontrar en un foro de Bolsa gente como tú con planteamientos filosóficos sobre temas mundanos como de la Bolsa, pero es cierto, las grandes crisis son grandes oportunidades y lejos de lamentarnos debemos alegrarnos, todo lo logrado por la humanidad hasta la fecha es en gran parte consecuencia de las grandes crisis de la humanidad. Ojalá la crisis haya terminado, muchos dicen que si, pero no lo creo, lo que vemos son solo resultados de aplicar medidas artificiales de reactivación, quitale el respirador artificial al accidentado y allí recién sabremos de verdad si vivirá o no.

No creo en el azar, no creo que exista error o equivocación, no creo que exista algo por la que debemos lamentarnos, sólo estamos en esta vida para vivir experiencias que nos amplien nuestra comprensión de la vida. Una de las consecuencias de esta crisis pienso que es la redefinición tanto de los objetivos de la humanidad como de las personas individuales pero también del rol e importancia del poder del dinero.

La actual crisis económica se agravará, no tengo dudas de ello pero se superará sólo cuando nosotros reconozcamos que el poder del dinero es sólo una ilusión, como diría Calderón de la Barca y que la verdadera potencialidad se encuentra en nosotros mismos.

Saludos

#4

Re: Nunca desperdicies una crisis

Eso sí, antes de pretender acertar con nuestras decisiones personales o de inversión, necesitaremos tener un plan sensato y financieramente viable dentro del riesgo que queramos asignar a nuestro proyecto. La herramienta para hacer este ejercicio se llama planificación financiera y el único problema que tendremos para ponerlo en marcha será el de enfrentarnos con nosotros mismos.

Seguro que Abante vende esto.

S2.

#5

Re: Nunca desperdicies una crisis

El relato , que haces , es el fiel reflejo , de que el materialismo , es el vehiculo que impone a los humanos , a la hora de tomar las decisiones en el ciclo de su vida , que suelen ser ciegos y por lo tanto , los sentimientos que afloran , suelen ser , la avaricia , la envidia y la prepotencia , estos sentimientos nos llevan aun terreno , en el que la prudencia , la desciplina y el sentido comun , son los que mandan y si estos no los traladamos , al mundo de la bolsa , los resultados suelen ser poco alentadores

Aunque mucho mas preocupante , es que si esto los trasladamos , a la convivencia de nuestro mundo , no puede ser mas desalentador y las esperanzadas de que , nosotros los humanos , seamos capaces , de un mundo mejor , en el futuro , puede que solo sea una utopia , solo hechos relevantes y que nos puedan conmocionar , puede ,que los rasgos del ser racional , que como humanos poseemos , pero que lo tenemos oculto , en lo mas profundo de nuestro ser , aflore ante estos hechos y nos de una segunda oportunidad y nos guie por un camino , en la que la esperanza aflore , de aprender a ser mejores y por consiguiente una mejor convivencia , que sera muy necesaria , ante el incierto futuro , para la generaciones venideras

un saludo

#6

Re: Nunca desperdicies una crisis

Para mí una crisis no es más que un fracaso más del ser humano, una consecuencia inevitable de nuestra imperfección. Además de un fracaso es una oportunidad para mejorar el mundo que hemos organizado. Pienso que experimentar las crisis en nuestra piel es positivo para nuestros cerebros porque nos llevan en muchas ocasiones al límite, al filo del abismo, y es entonces cuando el ser humano reacciona y se supera a sí mismo...

Suerte a todos

MAF

#7

Re: Nunca desperdicies una crisis

¿Como íbamos a saber lo que es el bien si no conocemos lo que es el mal?pues lo mismo, ¿como íbamos a saber como es la bonanza si no conocemos la crisis? de todo se puede sacar algo bueno, solo es cuestión de buscarlo

#8

Re: Nunca desperdicies una crisis

Es acojonante lo difícil que es comprar cuando las cosas van mal, cuando parece que todo se va por el agujero del retrete, y lo fácil que parece cuando lo lees en los libros.
Hay gente que todavía espera los mínimos de marzo, y buff!! esperando se van a encontrar en los 14000.