Lo de AIG es una vergüenza
Cuando AIG hizo saber que planeaba distribuir 120 millones de dólares en concepto de bonificaciones entre sus ejecutivos, suscitó tal indignación entre la clase política y el gobierno, que decidió rebajar la cantidad en 20 millones. Sin embargo, ni aún así se ha librado de las críticas.
Y es que los bonus irán a parar a los bolsillos de los responsables de la unidad financiera de la firma, responsable de su colapso. AIG tiene ostenta el récord histórico de ser la entidad bancaria que recibió la mayor suma de fondos públicos de un paquete de rescate: 180.000 millones de dólares. Actualmente, aún debe a las arcas públicas 124.000 millones.
La justificación de la compañía se basa en que tiene la obligación de cumplir los contratos firmados antes de su hundimiento, y el consiguiente rescate por parte de los contribuyentes estadounidenses. Además, señala como una muestra de buena voluntad que sus empleados hayan aceptado reducir sus compensaciones para satisfacer al Gobierno. En concreto, aquellos en activo verán una reducción del 10%, y aquellos que abandonaron la compañía, del 20%.
“AIG tiene a los contribuyentes dentro de un cañón. A la administración Obama le han tomado el pelo. Y las negocaciones a puerta cerrada sólo añaden escepticismo sobre la posibilidad de que sean los contribuyentes quienes lleven la voz cantante”, comentó ayer el senador Charles Grassley, el republicano de mayor rango en el Comité de Finanzas del Senado, insatisfecho con el recorte acordado.
Kenneth Feinberg, el llamado “zar” de los bonuses -un cargo creado por Obama con la función específica de controlar las bonificaciones de los banqueros-, admitió que las cifras que se manejan para AIG son “escandalosas”, pero argumentó que poco podía hacer el Gobierno.
“Estos bonuses son el resultado de contratos realizados antes de TARP -siglas correspondientes al paquete de rescate- fuera implementado. Son viejos contratos que tienen la fuerza legal de la ley”, aseguró Feinberg en el programa Good Morning America. Feinberg dio a entender que el Gobierno no podía apretar más, puesto que si los empleados de la firma no aceptaban los recortes, y recurrían a los tribunales, lo más probable es que ganaran el pleito, y AIG tuviera que proporcionarles la cantidad entera estipulada en sus contratos.
Rebaja voluntaria de salarios
“Apreciamos encarecidamente que virtualmente todos -un 97%- de nuestra división financiera se hayan reducido de forma voluntaria sus salarios para que podamos cumplir nuestro objetivo de retorno de fondos”, reza un comunicado hecho público por AIG. “Hemos decidido empezar estos pagos reducidos a los empleados en activo, así como aquellos retirados que han aceptado las reducciones”.
Los empleados de AIG acordaron devolver 45 millones de dólares de los 165 millones que recibieron el año pasado en concepto de bonificaciones después de un intensa campaña de presión de la opinión pública, y los poderes públicos.
Fuente: Elmundo.es
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Como digo en el titulo del post AIG es una vergüenza, y eso que estoy dentro y palmando pasta, en porcentaje bastante, pero en dinero "no demasiado".
Encima parece ser que quedan bien los directivos ya que aceptan una rebaja voluntaria de lo que perciben, valgamé dios deberían negarse a cobrar bonus, primas incentivos etc, dada la situación que se da en esta compañía.
Hay gente por lo visto que cuando vienen las vacas gordas disfrutan de buena vida y cuando vienen las vacas flacas...¿quien ha dicho vacas flacas?.
Sinceramente una vergüenza, y además desde el punto de vista de la cotización es una acción a mi parecer altamente manipulada.