Lo que tiene la clienta es mucho morro. Si se pide una señal es precisamente para que haya la seguridad de que el cliente no se echará para atrás dejando el pufo en la tienda.
Yo por mi parte no devolvería nada. ¿Cómo ha hecho el pago? ¿establece algún recibo indicando para qué vale la señal?
Luego nos quejamos de que el pequeño comercio se va al traste, normal, si tiene peores acuerdos con proveedores, tiene menos capacidad de financiación, menos posibilidad de tener el gran stock de las grandes superficies....encima se le dejan pufos o impagos.
Imaginemos un producto de electrónica, el cliente paga una señal, ve el producto algo más barato en una gran superficie, anula el pedido en la tienda pidiendo la señal y compra el de la gran superficie. Pueden pasar varias cosas, que se devuelva, el tendero anule el pedido todos contentos; que se devuelva, el tendero no pueda anular el pedido y tenga que devolverlo con portes a su cargo (perdida para el tendero); que el tendero no pueda anular el pedido ni devolverlo, lo tenga que poner a precio de coste para que no se quede tiempo en la tienda perdiendo dinero (se devalúa porque avanza la tecnología)...., al final le perderá también dinero (si tiene la suerte de venderlo, que es tener mucha suerte también). Si tenemos en cuenta que muchas veces el precio de coste para un pequeño negocio ya es más caro que el PVP de grandes superficies...pues apaga y vamonos.
Eso si, viendo como es ese cliente, seguramente aplicando el morro que tiene, irá con el producto comprado en otro sitio a la tienda de al lado para ver por qué no le funciona, sin pagar nada, por supuesto, porque una leve insinuación de cobrar por inspeccionar el artículo ya le parecería un atraco.
He tenido muchos clientes de este tipo y no los quiero ni en pintura.
Lo dicho, no devolvería la señal. Antes la palabra valía para algo, o un apretón de manos y uno se comía su orgullo y apechugaba con lo que había pactado fuera o no beneficioso. Ahora las palabras....y los papeles se los lleva el viento....¡así nos va!