El dia que la luz se volvio inteligente
Nuestro periplo de guerra con una gran compañía de luz empieza en noviembre del año pasado, cuando se nos instala el contador de luz INTELIGENTE. Somos una familia normal, 2 adultos, 1 niños, 3 mascotas y pasamos el 80% de nuestro tiempo fuera de casa, todo normal y corriente. Nuestro consumo histórico, igual de aburrido unos 500 kw ( lo que supone un consumo diaria de aprox. 8-9 kw) bimensuales de media en los últimos 10 años. Hasta noviembre coincidiendo con la instalación del contador, que mágicamente se multiplica por 3 nuestro consumo, 2600 kw fue la primera factura, 1700 kw la segunda y así hasta que cientos de llamadas, visitas a las oficinas de las compañías en las que continuamente se nos insistía que el contador leía “bien” (creo que clama al cielo) conseguimos que unos técnicos se personen en nuestra casa para comprobar una permuta de contadores. Efecto mágico otra vez y el contador empieza a hacer los deberes y vuelve a leer un consumo “normal”. Nosotros felices y contentos pero ya algo más curtidos en estas batallas leemos diariamente el contador… yuhuuuu consumimos lo normal … ponemos las factura anteriores en manos de la OCU para reclamar y vivimos nuestra vida … Ayyyy confiados fuimos, desde mediados de octubre vuelta a la misma historia, consumos diarios de 32kw, 29 … no bajamos de 26 kw. Vuelta a las llamadas, vuelta a las mismas repuestas por parte de la eléctrica.
Luchamos contra molinos de viento cual Don Quijote, perdidos en una maraña burocrática, personal que no sabe ni que decirte, sin la más mínima formación técnica. ¿Tan difícil es de entender que es imposible que un hogar como el nuestro haga esos consumos, y que de alguna forma tiene que haber algún problema técnico con el contador que hace necesario una revisión? … Aun no lo hemos conseguido. Mientras tanto nos vemos en la tesitura de tener que pedir un crédito para pagar la luz o de tener que marcharnos de nuestra casa.
Gracias Gas Natural Fenosa, por amargarme este último año.