Soy escéptico de que sea posible que los depósitos de Nemea sean más seguros que la deuda de Intel. Si un depósito en Nemea fuera seguro, todo el mundo se estaría yendo allí, y el valor de otros productos bajaría. El mercado tiende a alcanzar un equilibrio. Entonces, si ese depósito tiene esa rentabilidad, o tú sabes algo que casi nadie conoce, o es que el riesgo está en relación a esa rentabilidad. Por tanto, es poco probable que un producto con la misma rentabilidad que la deuda subordinada de Commerzbank a 6,4 años tenga una seguridad diferente. Además, la deuda subordinada del Commerzbank tiene una ventaja: es líquida, es decir, lo suficientemente conocida para que pueda encontrar comprador en caso de querer recuperar anticipadamente el dinero.
Además, la deuda corporativa de Intel tiene detrás una marca de muchos años. Impagar esa deuda significaría declarar la empresa en bancarrota y destruir una marca valiosa, además de dejar a los accionistas sin nada. Aunque las empresas tecnológicas tienen cierto riesgo, por ser un mundo más dinámico: cualquier día alguien puede inventar una nueva tecnología que deje a Intel obsoleta, como le ocurrió a Kodak con las cámaras digitales. Eso se refleja en la rentabilidad de la deuda. Pero casi nunca quiebran. Normalmente son absorbidas por otras. Las patentes, cartera de clientes y experiencia suelen ser demasiado valiosas para dejarlas ir.