Los depósitos han muerto
Noticias de gran trascendencia económica con frecuencia pasan totalmente desapercibidas en la vorágine de cientos de mensajes informativos que recibimos todos los días. Este es el caso de una medida adoptada por el Banco Central Europeo (BCE) en su reunión del 7 de mayo a la que no se la ha dado ninguna relevancia. El titular generalizado de los medios de comunicación tras la reunión del BCE fue la bajada del tipo de interés oficial al 1%. Sin embargo, se adoptó otra medida de mucho más calado que supuso un enorme alivio para todas las entidades financieras europeas: el BCE prestará a los bancos europeos cantidades ilimitadas con un vencimiento de un año a un tipo del 1% más un reducido diferencial.
Hasta ahora, el BCE sólo prestaba a las entidades a un plazo máximo de seis meses. Desde el mes de junio las inyecciones de liquidez extenderán su vencimiento hasta un año de duración. Esta decisión de la autoridad monetaria europea permitirá a cualquier entidad acudir al BCE a solicitar fondos a plazo de un año, a un tipo de interés del 1% más un diferencial, estimado en 20 ó 30 puntos básicos. El único requisito es depositar determinados activos como garantía, lo cual no será un problema para las entidades españolas.
Una consecuencia directa de la medida adoptada es el abaratamiento de la financiación de las entidades financieras. Hasta la aprobación de la medida las entidades españolas estaban ofreciendo depósitos remunerados a un tipo de interés tan elevado que difícilmente el banco (o caja) podía repercutir a sus clientes en las operaciones de préstamo. En los últimos meses han sido numerosas las entidades financieras que han ofrecido depósitos a tipos de interés 3, 4 ó incluso 5 puntos porcentuales por encima del tipo oficial del BCE. La competencia por captar depósitos entre las entidades estaba siendo feroz y dañina para sus cuentas de resultados.
De ahora en adelante previsiblemente desaparecerán gran parte de los depósitos extratipados. De acuerdo con los datos del Banco de España el volumen en depósitos a plazo correspondientes a hogares alcanzaba a finales de marzo los 408 billones de euros. En el próximo vencimiento de estos depósitos las ofertas de renovación reflejarán una fuerte caída de la rentabilidad ofrecida, de tal forma que los propios depositantes dudarán de la conveniencia de bloquear el dinero por un periodo de tres, seis o doce meses por una rentabilidad que en la mayoría de los casos no alcanzará el 2%.
Sólo en el caso de entidades que deseen mantener una “foto aparente” de su balance en cuanto al porcentaje de depósitos respecto del total de activos se puede esperar la permanencia de depósitos extratipados.
Gran parte de los 408 billones de euros invertidos en depósitos a plazos buscarán otras alternativas de inversión según vayan venciendo los depósitos a tipos elevados. Las entidades financieras, conocedoras de la situación, no tardarán en preparar emisiones de bonos de sus propias entidades para intentar mantener dichas cantidades en sus balances.
La muerte de los depósitos fuertemente extratipados (con tipos muy por encima de la rentabilidad sin riesgo) es una buena noticia. Con los tipos de interés por los suelos cualquiera que desee algo de rentabilidad necesariamente tendrá que asumir riesgos. En este sentido las empresas cotizadas con estabilidad de flujos de caja, beneficios estables, elevada rentabilidad por dividendo y pay-out (porcentaje del beneficio destinado a dividendos) moderado volverán a ser objeto de atención por parte de los ahorradores.
Jesús Sánchez-Quiñones director general de Renta 4
Fuente:Mis finanzas de Kretan