La banca española afrontará un ejercicio "muy duro" en 2011 y seguirá la guerra del pasivo, según Fitch
La banca española mantendrá la guerra de depósitos en 2011 para captar el ahorro de los clientes y afrontará un ejercicio "muy duro" por la bajada de la rentabilidad del negocio, según pronosticó la máxima responsable de la cobertura de entidades financieras en España de la agencia de calificación Fitch, Carmen Muñoz.
"Acceder a la liquidez, avanzar en fórmulas para ganar en rentabilidad, elevar los niveles de capital y mejorar la calidad de los activos son los retos más importantes a los que se enfrenta el sistema financiero español en el próximo año", consideró Muñoz.
Sin embargo, la responsable de Fitch apuntó que la banca española no se enfrenta a un panorama "tan negro" como el que espera a otros países, gracias a que ejerce un control de costes y mantiene un ratio de eficiencia que compara bastante bien con la banca internacional.
AMERICA LATINA
Además, incidió en que la gran diferencia entre el sistema financiero español y los de Irlanda y Portugal es que el primero cuenta con dos grandes bancos, Santander y BBVA, que han diversificado su negocio fuera de España "de forma coherente" y manteniendo el enfoque en la banca minorista, al tiempo que gozan de presencia en América Latina, zona que ya contribuye de forma importante a su beneficio global.
Para compensar el difícil entorno previsto en España en 2011, los dos grandes bancos han acometido operaciones corporativas que les permiten avanzar en su diversificación, dijo Muñoz, en alusión a las recientes compras de activos de Santander en Alemania, Reino Unido y Polonia, y a la adquisición del 24% del banco turco Garanti por parte de BBVA.
En este sentido, Muñoz tachó de "curioso" que el mercado penalice a estas entidades por atribuirles el mismo riesgo que al Reino de España, tal y como ponen de manifiesto sus elevados ratios de seguros de impago de crédito (CDS, "credit default swap"), cuando el negocio español cada vez pesa menos en la cuenta de resultados de Santander y BBVA.
"Son las fuerzas del mercado las que identifican a estas entidades financieras como "riesgo España" y las meten en el mismo saco. Es un efecto contagio claro que demuestra que no se puede ser complaciente y que hay que ir abriendo mercados", explicó la experta de Fitch.
Muñoz avanzó que cuando se relaje el encarecimiento de los CDS registrado en los últimos días debido a los temores de los inversores sobre una eventual quiebra de Irlanda y Portugal, la banca española volverá a emitir deuda en el mercado. "Mientras siga alto (el CDS) por el efecto contagio, se replegarán, pero en cuanto vean oportunidades accederán a los mercados", sostuvo.
A su parecer, la banca española "ha aguantado muy bien la crisis hasta la fecha", pero los mercados de liquidez se han secado, y aquellas entidades que apoyaban su crecimiento de forma excesiva en la financiación externa son las que ahora pagan el precio por un crecimiento excesivo de su deuda.
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