Re: Deuda, QEs, Economia. No lo entiendo.
No se quien es la de los "pastos" (no será una oveja?). Y dime donde descalifico y a quién. Porfa.
No se quien es la de los "pastos" (no será una oveja?). Y dime donde descalifico y a quién. Porfa.
Me gustas tanto "gorda viejecilla indefensa" con tus mensajes tan personales y tu aPOYo tan sincero y altruista, eres mi vaquero salvador o quijote gilipollas que desface entuertos contra tanto molino de viento:
Un saludo
Cuanta peste, qué mal huele. Puffff.
Pues no se te ocurra echar perfume, que no hay cosa peor para tapar el olor a M. XP
¿Comprendes ahora por qué no me gusta participar en estos hilos?
Me siento a años-luz de esta gente y me gusta sentirme rara en una sociedad profundamente enferma.
Un saludo cordial y mucho ánimo, que te lea leve, jajjaaaa
¡Sed muy felices!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.
COLUMNA
Estrategia del insulto
He hablado del insulto con algunas personalidades del pensamiento y las artes. Es el asunto más viejo del mundo. El insulto es una forma de vida, nos acompaña, de una o de otra forma, desde la infancia, y es también como el agua, se cuela por cualquier rendija. Es agua sucia, vaya por delante.
La estrategia del que insulta, la estrategia del insultado. Lo que me decían aquellos señores con los que hablé -don Emilio Lledó, filósofo, entre otros- es que el insulto es una forma del chantaje; acaso la más evidente o grosera, la más difícil de contrarrestar porque establece una diferencia radical entre quien insulta y quien es insultado, si éste no quiere bajar a las arenas enfangadas del que profiere el insulto.
Es una estrategia de chantaje. El que insulta establece sus reglas; ataca al otro, lo acorrala con la pestilencia de su aliento y lo convierte, en ese rincón, en un ciudadano indefenso. A no ser que el ciudadano levante la voz y utilice la fuerza u otros argumentos. ¿Otros argumentos? Los argumentos no sirven; el objeto del chantaje es, precisamente, convertir en inservibles los argumentos.
Frente al chantajista que insulta, ¿de qué vale la información, la respuesta del otro? El nacimiento del insulto tiene el propósito de ningunear al otro, de destrozarlo con sus descalificaciones; el insulto es, en puridad, un fusilamiento. Se trata de noquear al adversario, de tirarlo al suelo, de humillarlo en la vía pública. ¿Qué se puede hacer frente a eso? ¿Luchar con las mismas armas? Lo que decían mis interlocutores es que tiene tanto poder en la vida común en este momento el insulto que ya se han desvanecido las fronteras y el público se toma el insulto como un argumento más.
Decía José Luis Cuerda que cuando alguien te llama hijo de puta lo que puedes hacer es preguntarle si él tiene datos que permitan corroborar semejante afirmación. Si el que insulta comprobara la raíz de sus inquinas es probable que se aminorara el número y el nivel de los insultos. ¿Qué hacer cuando alguien es insultado?, le pregunté a Cuerda. Él me dijo: "Se debe responder tratando de hacer como si la cosa no fuera contigo. Responder como los viejos ingleses: con el látigo de la indiferencia". ¿Y si eso no resulta? "No te lo voy a decir; no conviene marcar las cartas antes de usarlas".
El insulto es una mala arte, es decir, una artimaña; coloca al otro en una situación imposible, a no ser que la sociedad lo ampare. Lo que sucede muchas veces es que la sociedad no reacciona hasta que el insulto no alcanza niveles colectivos, o cuando el insulto alcanza niveles ya tormentosos de griterío. El insulto nace también para que el otro sepa el poder del que insulta; cuanto más grave es lo que se dice, más se desea la indignación del otro, para que el aguardiente produzca la combustión necesaria. Ahora vivimos en España una crispación especial, alimentada muchas veces por periodistas y por políticos; pones la tele, escuchas la radio, lees la prensa, y compruebas que, en efecto, los límites entre el argumento y el insulto se han ido superando y ya la confusión es total. Ya el insulto es más que el argumento. ¿Qué hacer? Lledó aconsejaba educación, lectura, sosiego, entendimiento. ¿Y eso cómo lo vas a lograr en medio del griterío?
Con paciencia, dijo, con paciencia. La estrategia del insulto es, precisamente, que el otro pierda la paciencia.
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.
Del insulto deduzco que se trata del recurso del no tiene argumentos y además su vida ha debido ser muy desgraciada y está pleno de bilis y rabia interior, entre otras razones porque se siente inferior al interlocutor y es una forma de defensa, porque no sabe hacer otra cosa que arrojar veneno como una serpiente.
El receptor del insulto si es mas inteligente debe comprenderle y apiadarse de él por su situación desesperada; entendiendo que en resumen, es una piltrafa humana.
Saludos limpios y cordiales. Y que la felicidad sea tu meta.
El insulto, el griterío, la mala educación, la cortedad de miras, la amargura, el rencor, la envidia y la mentira suelen ir siempre de la mano y curiosamente confluyen en las mismas personas.
De otra parte, el conocimiento, el buen gusto, la delicadeza, el saber estar, la felicidad, la inteligencia y la verdad se unen para configurar la personalidad en los demás.
Afortunadamente para nosotros dos, compañero Japoas, nos sitúan en el segundo grupo... ¡¡¡Y lo saben!! XDDD
Por eso lucen tan rabiosillos.
Dejémosles que pataleen, pobrecitos infelices, bastante desgracia tienen con ser así de bordes y "amargaícos" ;-) ¡Cuán vacías tienen que estar sus vidas para tirarse m e s e s buscando a una persona desconocida para insultarle. No sé si me dan compasión o risa. Por el bien de mi alma, espero que este sentimiento sea compasión...
Un saludo cordial
La felicidad es mi meta, a través de hacer felices a los demás, siempre y cuando se dejen, claro, jajajaaaa, XDDDD
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.
Que podemos esperar de los nervios de nuestro numero 1 bajandose al cuerpo a cuerpo al lodazal:
Pedro Sánchez disculpa a Rajoy por el desplante de no darle la mano.
El líder del PSOE dice que en privado sí estrechó la mano del presidente del Gobierno en funciones, y cree "útil" su reunión de media hora
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, han despachado en apenas media hora su reunión en el marco de las negociaciones para formar Gobierno. Antes de la misma, Rajoy rechazó saludar a Sánchez, y prácticamente ni se cruzaron la mirada. La conversación fue también igual de fría.
Posteriormente, el candidato socialista ha disculpado al conservador diciendo que seguramente no le había visto y ha informado de que sí se han saludado en privado, aunque el PSOE sí ha denunciado en Twitter el gesto.
Richard Wagner: El Ocaso de los Dioses
Un saludo