Dramático: los jóvenes españoles no pueden abandonar el nido ni con 34 años
La proporción de jóvenes que logra vivir solo con menos de 29 años está en cifras de hace una década. En Baleares lo logran como en ningún otro lugar de España, mientras que en País Vasco sufre un frenazo.
La emancipación también ha retrocedido entre la población de 30 a 34 años, un colectivo con una pautas residenciales históricamente muy estables.
El cierre de 2015 reafirma que cada vez son menos las personas jóvenes que logran abandonar la vivienda familiar, según el Consejo de la Juventud de España. En el cuarto trimestre de 2015, poco más de una de cada cuatro personas de 16 a 29 años en España, el 20,5%, ha logrado establecerse en una vivienda independiente, proporción sólo comparable con la que se alcanzó a finales de 2003, hace ya más de una década.
Seis de cada diez euros del sueldo de un joven se irían a la hipoteca
El acceso a la vivienda en propiedad o alquiler para una persona joven asalariada requeriría dedicar el 59,1% de su sueldo neto y tan sólo el 10% de las personas jóvenes con un mayor nivel de ingresos podría acceder a la compra de una vivienda libre con plenas garantías de solvencia .
Los hogares jóvenes deberían dedicar el 32% de sus ingresos a hacer frente al pago de la renta de alquiler o de la cuota hipotecaria. Tan sólo para el 30% de los hogares jóvenes con mayor nivel de ingresos sería viable la compra o alquiler de vivienda.
Los jóvenes que se emancipan cae un 6,40%
En el cuarto trimestre de 2015, el 20,5% de la población joven se encuentra residiendo en una vivienda distinta a la del hogar de origen, un 6,40% menos que un año atrás. La reducción anual de los procesos de emancipación ha venido determinada por el incremento, del 1,85%, de los precios de venta del mercado inmobiliario y por el frágil posicionamiento de las personas jóvenes frente al mercado laboral. Actualmente, el 44,1% de las personas jóvenes no participan en el mercado laboral.
En el cuarto trimestre de 2015, el 20,5% de las personas de 16 a 29 años están emancipadas, lo que representa una tasa de emancipación un 4,81% inferior a la registrada un año atrás. Son las personas jóvenes de 25 a 29 años y los hombres jóvenes los colectivos que, sensiblemente, han retrasado más sus procesos de emancipación residencial con respecto a un año atrás.
Los que siguen estudiando no se van de casa
La tasa de emancipación entre la población de 16 a 29 años que no cursa estudios es de 34,6%, mientras que entre la población joven que sigue estudiando tan sólo un 8,1% ha logrado establecerse en una vivienda independiente al hogar de origen.
En Baleares se emancipan antes, en Andalucía, viven con papá y mamá
Por comunidades autónomas, la emancipación residencial también dibuja un escenario bastante revelador: en Illes Balears, que delimita el límite máximo, apenas alcanza el 29%, mientras que en el extremo opuesto se encuentran Andalucía, Castilla y León, Ceuta y Melilla, Extremadura y el País Vasco, donde más del 82% de las personas jóvenes sigue conviviendo con sus respectivos padres y/o madres.
El País Vasco sorprende: se frena la emancipación
Debe destacarse que, entre estas comunidades autónomas con menor independencia residencial de la población joven ahora se encuentre el País Vasco que, en el último año, ha visto como la disminución interanual en la tasa de emancipación residencial(2) de los y las jóvenes ha sido del 14,80%, la mayor de las registradas en España.
Entre los 25 y 29 y en los menores de 34 el efecto vuelta a casa sube
Una de las novedades ocurridas en 2015 en relación con la caída de la emancipación residencial de las personas jóvenes en España, que viene ocurriendo desde 2008, precisamente es que entre 2014 y 2015 no se ha focalizado entre la población joven de menor edad, entre los 16 y los 24 años, sino entre los 25 y 29 años. Incluso también ha retrocedido entre la población de 30 a 34 años, un colectivo con una pautas residenciales históricamente muy estables.
El desempleo de los jóvenes impide llegar a los niveles de empleo de 2008
En segundo lugar, si se excluyera a la población de 16 a 29 años, hoy en día en España se habrían logrado igualar las cotas de empleo que se lograron justo antes del estallido del boom inmobiliario en 2008. Ello sirve para demostrar que, entre la población joven, la recuperación de la ocupación está siendo mucho más pausada que entre los demás grupos de edad.
El contrato temporal supera el 50% y los precios suben
El resultado es que en la actualidad el 55,1% de las personas jóvenes asalariadas tiene contratos temporales y, en Andalucía, Canarias, Castilla-la Mancha y el País Vasco, más del 60%.
La especificidad que aporta el último semestre de 2015 es que, a pesar de las óptimas condiciones hipotecarias (con los tipos de interés, incluido el diferencial, cerca del 2,1%, y unos plazos de amortización muy estables), el esfuerzo económico que debería asumir una persona joven asalariada (es decir, excluyendo el 63,8% que no está trabajando) para adquirir una vivienda libre en España subió en el tercer y el cuarto trimestre de 2015 de manera consecutiva, recogiendo el efecto del alza en los precios de compraventa.
No hay ninguna CCAA en la que comprar una casa no se lleve más del 30% del sueldo
A fin de cuentas, el coste de acceso al mercado de la vivienda en propiedad, que ejemplifica el porcentaje del salario neto mensual que debería reservarse para hacer frente al pago de la primera mensualidad de una hipoteca por una vivienda libre, se habría situado a finales de 2015 en el 59,1% en el conjunto de España y rebasaría el 70% en Balears, la Comunidad de Madrid y el País Vasco.
Por el contrario, no habría ninguna comunidad en la que el coste económico inicial asociado a la compra de una vivienda libre fuera inferior al 30% del salario disponible de una persona joven, el límite máximo de endeudamiento inicial exigido por las entidades financieras para asegurar la viabilidad económica de una solicitud de hipoteca.
Un joven debería ganar 1.843 euros, el doble de la media para poder pagar su casa
Haciendo el ejercicio inverso, estimando cuál debería ser el salario que una persona joven tendría que percibir para llegar a este umbral del 30%, el balance no es demasiado alentador: esta renta teórica que permitiría adquirir una vivienda libre con garantías, de 1.843,43 euros al mes, por poco no duplica el que realmente atesora una persona joven ocupada ( 935,29 euros) e, igualmente, sobrepasa los ingresos netos de un hogar joven (1.701,91 euros) en España.
Alquilar en España es más caro que comprar una casa
El alquiler de una vivienda libre no supondría ninguna ventaja para una persona joven, al menos comparando estrictamente el coste inicial: en el cuarto trimestre de 2015, el desembolso necesario para hacer frente al pago de una mensualidad de alquiler en España se alzaría hasta el 59,6% del sueldo neto de una persona joven, cinco décimas más que en la compra.
http://noticias.lainformacion.com/espana/viven-vez-jovenes-papa-mama_0_931107338.html