Los resultados del IPC a nivel internacional
El Índice de Percepción de la Corrupción 2016 analiza las percepciones sobre corrupción en
el sector público en 176 países.
España ha mantenido la puntuación de 2015 y se sitúa con 58 sobre 100. Con ello mantiene
la pérdida de dos puntos con respecto al IPC 2014 (que era de 60); la puntuación que recibió en
2013 fue de 59, con una bajada muy fuerte, por ello, tras observar los datos de 2014, se soñaba con
que retomaríamos la mejora, pero los datos de 2016 no lo expresan.
Otra forma de analizar el índice es comparar entre países. Desde esta perspectiva, en 2013
nuestro país descendió 10 puestos en este Índice (hasta el puesto 40 del ranking global), este año
está en el puesto 41 entre los 176 países analizados, peor que el año pasado (éramos el 36) y el
peor de todas las series históricas, en suma, hemos alcanzado el récord histórico de corrupción
comparativamente.
Las razones de este descenso en los últimos años son complejas; por una parte, los sistemas
de investigación policial se han mostrado relativamente eficaces y han venido aflorando muy
numerosos casos de corrupción, aunque estamos seguros de que la detección es todavía deficiente
y numerosos casos han quedado en la impunidad, entre otras cosas por la falta de protección a los
denunciantes de corrupción; por otra parte, las denuncias de los medios de comunicación y el
relevante eco social y atención prestada a los casos ahora aflorados han influido intensamente en la
percepción ciudadana, generando un estado general de indignación que lleva a que España sea el
país de la UE donde más ha crecido la percepción de corrupción en los últimos cinco años.
También es cierto que la crisis económica ha incrementado el nivel de exigencia social, y
aunque la justicia viene cumpliendo su función con cierto rigor, a pesar de su lentitud, se ha
generado desde fines de 2009 un muy alto nivel de alarma social y una sensación muy peligrosa de
que al final habrá impunidad en los casos relevantes; finalmente, aunque el enfriamiento de la
economía en el sector urbanístico, permite pensar que los casos de corrupción se han reducido en
ese ámbito, las constantes irregularidades en la contratación pública, la lentitud de las sanciones
penales, la baja intensidad de las penas en casos de corrupción relevante, la expansión de los
escándalos a las instituciones clave del Estado, la opacidad y parcialidad en la toma de decisiones
que afectan a los grupos de interés más poderosos (banca, energía, telecomunicaciones, etc…) y la
percepción de politización en el funcionamiento de la justicia explican bien la tendencia negativa que
se mantiene en este Índice. Todo ello en un entorno en el que la desigualdad crece y los esfuerzos
de salir de la crisis se distribuyen de forma inequitativa a juicio de la mayoría de la ciudadanía
consultada en diversas encuestas.
Las siete encuestas en que se basa el índice indican, además, que España tiene una
situación de corrupción comparativamente alta en relación a los países del euro (aunque no tanto en
relación a los 176 países en su conjunto), una comparación con Europa que empieza a ser
preocupante por nuestra falta de reacción y la aceptación del declive.
Ciertamente hay cambios importantes en marcha, sobre todo en las administraciones autonómicas y
locales, que esperamos que mejoren la situación, pero son insuficientes y no acaban de ser
implementados con éxito.
España tiene un problema de corrupción política muy serio y se tiene que afrontar de manera
integral y sin parches. Los efectos sobre la imagen de España de estos datos son negativos, sus
efectos sobre posibles inversiones podrían también dañarnos.
http://transparencia.org.es/wp-content/uploads/2017/01/aspectos_destacados_ipc-2016.pdf
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El IPC se dispara al 3 % en enero, la tasa más alta en seis años
Según el Instituto Nacional de Estadística, el dato adelantado de inflación se sitúa en el 3% en enero, un nivel significativamente superior al del mes anterior del 1,5%.
Un saludo