Yo no puedo ser tan optimista en lo que respecta al islamismo radical. En principio nadie lo desea, pero a la hora de la verdad son muchos los que siguen su estela. Nos hemos permitido el lujo de subestimar la expansión del Islam, y no porque no nos interese sino simplemente porque no sabemos nada de él. En mi opinión el Islam es una especie de ente con vida propia, una hidra muy poderosa que alterna fases de expansión con otras de regresión de acuerdo con ritmo que le es propio. A veces avanza de forma incontenible y otras tiende a la autodestrucción...
El occidental medio, además, tiende a pensar que sólo los creyentes ignorantes se convierten en fanáticos y que por esa razón el islamismo militante es un enemigo fácil de batir. Nada más lejos de la realidad; el islamismo es una corriente poderosa porque es capaz de extenderse con gran rapidez, es como un virus; tal vez sean los ignorantes quienes más fácilmente se fanatizan, pero olvidamos que el Islam es en realidad lo contrario a la barbarie, es civilización y en ese sentido seduce a toda clase de hombres, tanto analfabetos como ilustrados e incluso aquellos intelectuales que no son creyentes tienen una opinión excelente sobre el Islam como opción política.
El islamismo radical está ahí, se le han opuesto toda clase de barreras, se le ha combatido con saña en muchos países.... pero sigue ahí y los diques se pueden derrumbar a cada momento.