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Abusos, injusticias socio-laborales y violación de derechos humanos en MediaMarkt
Expongo la situación por la que debemos atravesar todos los días los empleados de Mediamarkt, acompañada de la complicidad y pasividad de los mandos:
No hay personal suficiente para hacer frente a la demanda de tareas y a la afluencia de clientes, sobre todo en promociones como Día Sin IVA, Black Friday, Navidad, época de rebajas y devoluciones, Financiación al 0%. Desde que Mediamarkt entró en bolsa nuestros jefes han decidido «cortar el grifo» de contratos, han reducido el personal para poder afrontar el beneficio prometido y exigido.
Nuestro trabajo no se valora y encima se nos exige funciones que no nos competen. La carga de trabajo que se nos exige está por encima de nuestras posibilidades, incrementando el estrés. De hecho la carencia de un plan psicosocial por parte de la empresa evidencia la gravedad del problema. Además, esta cantidad trabajo no se ve reflejada de manera proporcional en nuestra nómina, utilizando siempre la fórmula del salario mínimo interprofesional sumado al prorrateo de las pagas extraordinarias. Por si fuera poco, los mandos se desentienden de sus tareas aumentando la carga laboral sobre el personal base.
No se respeta un derecho elemental del trabajador como es el de promocionar. Esto motiva que alguno de los mandos elegidos «a dedo» sean incapaces de gestionar su propio departamento al desconocer las necesidades del mismo.
La falta de personal se manifiesta en largas colas de espera para el CLIENTE, con una media de más de 40 minutos para que este sea atendido. En muchos casos, hay empleados que acuden a trabajar sin fichar su jornada, obligados por sus mandos. Con el riesgo que eso conlleva para el trabajador.
No se cumplen los horarios que se firman a principios de año y las modificaciones en la planificación no se comunican con un mínimo de siete días de antelación, tal y como establece el Convenio Colectivo de Grandes Almacenes al cual se acoge nuestra empresa.
En la mayoría de los casos el empleado carece de formación para poder vender un producto y por tanto asesorar de manera eficiente al cliente. Sabemos que los fichajes se pueden alterar manualmente en detrimento de los empleados.
Hay vendedores que acuden al trabajo tres horas cuando según el convenio la jornada mínima es de cuatro horas. Muchos empleados son observados y perseguidos bajo cámaras como si de una «caza de brujas» se tratase, incumpliendo de esta manera el Estatuto General de los Trabajadores.
No se respetan los periodos de descansos durante la jornada marcados por el convenio. Se prometió que se abriría domingos y festivos para contratar a más gente cuando se ha demostrado que no es así, ya que las horas de esos días son repartidas y computadas como horas ordinarias entre los demás empleados. En este sentido, la empresa se inventa que hay un mínimo legal de domingos y festivos a trabajar cuando la realidad es completamente diferente pues en el convenio se establece un máximo de domingos, siendo este número de 23 al año.
El personal de seguridad es insuficiente tanto para la superficie a custodiar como para la protección efectiva de bienes y personas. Cada día son más los compañeros que, debido a la presión que padecen, entran en estado de pánico o ansiedad y se derrumban teniendo que ausentarse por no estar en condiciones anímicas adecuadas (de nuevo se evidencia la falta de un PLAN PSICOSOCIAL).
Las compañeras embarazadas en avanzado estado de gestación no cuentan con la atención ni los medios debidos. Se abusa de la figura del «empleado en prácticas», utilizándolo como un sustituto del empleado común, incluso acudiendo en días festivos.
A modo de conclusión, nos consta que no somos los primeros en denunciar públicamente la situación de esta compañía multinacional, y entendemos esta misiva como un gesto más de solidaridad obrera hacia todos nuestros compañeros exentos de voz frente a la injusticia socio-laboral.
No hay personal suficiente para hacer frente a la demanda de tareas y a la afluencia de clientes, sobre todo en promociones como Día Sin IVA, Black Friday, Navidad, época de rebajas y devoluciones, Financiación al 0%. Desde que Mediamarkt entró en bolsa nuestros jefes han decidido «cortar el grifo» de contratos, han reducido el personal para poder afrontar el beneficio prometido y exigido.
Nuestro trabajo no se valora y encima se nos exige funciones que no nos competen. La carga de trabajo que se nos exige está por encima de nuestras posibilidades, incrementando el estrés. De hecho la carencia de un plan psicosocial por parte de la empresa evidencia la gravedad del problema. Además, esta cantidad trabajo no se ve reflejada de manera proporcional en nuestra nómina, utilizando siempre la fórmula del salario mínimo interprofesional sumado al prorrateo de las pagas extraordinarias. Por si fuera poco, los mandos se desentienden de sus tareas aumentando la carga laboral sobre el personal base.
No se respeta un derecho elemental del trabajador como es el de promocionar. Esto motiva que alguno de los mandos elegidos «a dedo» sean incapaces de gestionar su propio departamento al desconocer las necesidades del mismo.
La falta de personal se manifiesta en largas colas de espera para el CLIENTE, con una media de más de 40 minutos para que este sea atendido. En muchos casos, hay empleados que acuden a trabajar sin fichar su jornada, obligados por sus mandos. Con el riesgo que eso conlleva para el trabajador.
No se cumplen los horarios que se firman a principios de año y las modificaciones en la planificación no se comunican con un mínimo de siete días de antelación, tal y como establece el Convenio Colectivo de Grandes Almacenes al cual se acoge nuestra empresa.
En la mayoría de los casos el empleado carece de formación para poder vender un producto y por tanto asesorar de manera eficiente al cliente. Sabemos que los fichajes se pueden alterar manualmente en detrimento de los empleados.
Hay vendedores que acuden al trabajo tres horas cuando según el convenio la jornada mínima es de cuatro horas. Muchos empleados son observados y perseguidos bajo cámaras como si de una «caza de brujas» se tratase, incumpliendo de esta manera el Estatuto General de los Trabajadores.
No se respetan los periodos de descansos durante la jornada marcados por el convenio. Se prometió que se abriría domingos y festivos para contratar a más gente cuando se ha demostrado que no es así, ya que las horas de esos días son repartidas y computadas como horas ordinarias entre los demás empleados. En este sentido, la empresa se inventa que hay un mínimo legal de domingos y festivos a trabajar cuando la realidad es completamente diferente pues en el convenio se establece un máximo de domingos, siendo este número de 23 al año.
El personal de seguridad es insuficiente tanto para la superficie a custodiar como para la protección efectiva de bienes y personas. Cada día son más los compañeros que, debido a la presión que padecen, entran en estado de pánico o ansiedad y se derrumban teniendo que ausentarse por no estar en condiciones anímicas adecuadas (de nuevo se evidencia la falta de un PLAN PSICOSOCIAL).
Las compañeras embarazadas en avanzado estado de gestación no cuentan con la atención ni los medios debidos. Se abusa de la figura del «empleado en prácticas», utilizándolo como un sustituto del empleado común, incluso acudiendo en días festivos.
A modo de conclusión, nos consta que no somos los primeros en denunciar públicamente la situación de esta compañía multinacional, y entendemos esta misiva como un gesto más de solidaridad obrera hacia todos nuestros compañeros exentos de voz frente a la injusticia socio-laboral.