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Matrimonio con Fondos de Inversión con un único titular
Hola, acudo a esta gran comunidad en la cual he aprendido mucho (aunque no he participado hasta ahora) para ver si alguien puede orientarme en un tema que me viene quitando el sueño últimamente.
Situación:
Situación:
- Matrimonio en sociedad de gananciales.
- Fondos de inversión abiertos tras casarnos pero a nombre de un único titular (el mío, no dejaban añadir un segundo y ahora ya no se puede modificar).
- Realizamos aportaciones mensuales a los fondos desde una cuenta conjunta a nombre de los dos (aunque la primera aportación fue realizada con dinero privativo mío)
- Mi mujer aparece como "autorizada" en la cuenta de los fondos, pudiendo realizar disposiciones libremente.
Obviamente consideramos el dinero de los dos (porque lo es) y no me cabe duda de que, en caso de divorcio, el juez decretaría que deben repartirse entre ambos a la mitad (o, si yo me pusiera a malas, me correspondería también la aportación inicial con dinero privativo mío).
El tema es la fiscalidad al retirarlos, ya que obviamente la idea es retirar los dos cuando llegue el momento para compartir y aliviar la carga fiscal. Al ser yo el único titular, temo encontrarme entonces con sorpresas del tipo que si es una donación a mi mujer o algo así (ni siquiera tengo claro que una donación pueda existir en una sociedad de gananciales, donde los bienes privativos se convierten en gananciales por mera declaración de los participes) y Hacienda nos quiera meter mano. Si estoy en lo correcto, esto sería fácilmente recurrible y ganable presentando que las aportaciones provienen de una cuenta común pero ya se sabe, primero paga, luego reclama y suerte si años después te dan la razón.
La única opción sería retirar el dinero y volver a aportarlo, esta vez a nombre de los dos, con la consiguiente pérdida financiera que puede acarrear en cuestión de impuestos, días fuera de mercado etc. Pero tengo claro que, de tener que hacerlo, el momento es ahora que estamos empezando como quien dice y la cantidad no es elevada (menos de 20.000€), y me permitirá dormir más tranquilo los próximos muchos años si Dios quiere y evitar un problemón en el futuro.
Alguien sabe decirme si mis preocupaciones tienen fundamento o, por el contrario, llegado el momento mi mujer podría disponer efectivamente de esos fondos como si fueran suyos (que lo son) aunque no esté a su nombre?.
Un saludo y gracias.