Rentabilidad - Inflación = Rentabilidad Real
Al diferencial entre la rentabilidad obtenida por las inversiones y la inflación se le llama habitualmente rentabilidad real. Un ejemplo aquí: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/03/55420f8c22601ddb5d8b457f.html
Tiene su lógica, de nada sirve una rentabilidad muy alta si la inflación es igualmente alta. Si nos tuviésemos que quedar con un indicador de “cuánto varía nuestro poder adquisitivo” tendría que ser este diferencial. O dicho de otro modo:
- La inflación es el benchmarck con el que tenemos que medir nuestras inversiones para saber lo “útiles” que fueron.
- Los índices son el benchmark para saber lo “acertadas” que fueron.
Lo que puede llevar a la siguiente conclusión: “me da igual que la rentabilidad de mis inversiones sea un 4% con una inflación del 0% o que sea de un 10% con una inflación del 6%”. Incluso puede haber alguien que piense que el segundo escenario es mejor... ¿Es esto cierto? ¿Nos da igual?
La respuesta es no. No nos da igual. Con igual rentabilidad real la inflación es mala.
Esto puede ser evidente para muchos, pero habrá quien no se haya parado a pensar en ello. Si nuestra rentabilidad es alta tendremos que pagar muchos impuestos y por lo tanto aunque mantengamos este diferencial rentabilidad - inflación, no tendremos el mismo poder adquisitivo.
Vamos a ver con un ejemplo como la inflación puede machacar nuestro poder adquisitivo a pesar de obtener la misma rentabilidad real.
El inversor del ejemplo tiene 30 años, un patrimonio de 20.000€, una capacidad de ahorro de 15.000€ anuales, piensa dejar de trabajar con 60 años y vivir desde entonces con un poder adquisitivo de 30.000€ anuales (más otros ingresos como una pensión si tuviese). Durante toda la vida espera obtener una “rentabilidad real” de 4%. Vemos cinco escenarios distintos con inflaciones desde 0% hasta 12%.
Este es el patrimonio neto que tendría el inversor del ejemplo a los 60 años.
Como era de esperar el patrimonio es mucho mayor cuanto más alta sea la rentabilidad, crece exponencialmente debido al interés compuesto.
Pero en este ejemplo hay algo que también crece de forma exponencial y es el dinero que necesita reembolsar para mantener el poder adquisitivo de 30.000€ del año actual.
En esta tabla vemos el patrimonio neto ajustado con la inflación o poder adquisitivo a la edad de retiro. Como vemos, al contrario que pasaba con el patrimonio neto no ajustado con la inflación, es menor cuando más alta sea la inflación a pesar de que la rentabilidad es también mayor. Esto se debe a que el poder adquisitivo es calculado después de impuestos si se hiciese el reembolso de una sola vez.
Pero hay algo más sorprendente aún y que nos tiene que hacer darnos cuenta del daño que hace la inflación a nuestro poder adquisitivo es que a pesar de mantener la misma “rentabilidad real” en los cinco escenarios, en el primer escenario nuestro patrimonio no se acabaría en la vida del inversor (salvo que viva más de 130 años, más de eso ya no calculo) en el segundo escenario solo le duraría hasta los 113 años, en el tercero hasta los 101, en el cuarto hasta los 95 y en el quinto hasta los 91.
- Inflación = Benchmark
- Fijarse solo en la rentabilidad real puede llevarnos a engaños, la inflación también tiene mucha importancia.
- Fijarnos en el patrimonio y no en el poder adquisitivo es aún mucho menos acertado.
- La inflación es mala aunque venga acompañada de una mayor rentabilidad.