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La elección de fondos en función de la tendencia de mercado y sectores

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La elección de fondos en función de la tendencia de mercado y sectores
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La elección de fondos en función de la tendencia de mercado y sectores
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La elección de fondos en función de la tendencia de mercado y sectores

1.- El chartismo como uno de los instrumentos que permita llevar a cabo una adecuada asignación de activos


El chartismo consiste en el estudio del gráfico con el objetivo de pronosticar el comportamiento futuro de los distintos activos financieros, en base a líneas y figuras geométricas. Se distingue del análisis técnico en que éste se apoya en el análisis de datos a partir de fórmulas matemáticas que permitan analizar el comportamiento futuro de los precios mientras que el chartismo, en cambio, no es exclusivo ni excluyente, ya que puede utilizarse conjuntamente con otros tipos de análisis, por ejemplo el fundamental o el técnico. Esta es la definición que, con más o menos palabras, se puede encontrar en internet si se introduce la palabra “chartismo” en el buscador.

En este foro son mayoría los inversores que se apoyan en el análisis fundamental para tomar sus decisiones de inversión. Este hecho no impide que un servidor mantenga la esperanza de encontrarse con alguno que asigne cierta capacidad al análisis de los gráficos para poder determinar, no tanto a qué altura se encontrará un determinado índice en un momento futuro concreto, sino identificar su tendencia para poder subirse o bajarse de ella si así se cree conveniente. Se trata, en definitiva, de sacarle provecho a dos de los fundamentos técnicos del chartismo: Que los precios se mueve por tendencias y que el comportamiento de las cotizaciones es repetitivo, en base a ciclos. 

Ser capaces de identificar la tendencia vigente en cada momento puede ayudar (y mucho) a mejorar la rentabilidad de las inversiones. Para identificar esa tendencia vigente conviene tener en cuenta los ciclos, de forma que se eviten, aunque sea parcialmente, los mercados bajistas profundos que acaban influyendo muy negativamente en la rentabilidad. En este sentido conviene recordar aquí que el propio Warren Buffet estableció que la primera regla de todo inversor debería ser la de evitar perder dinero. Aunque esta regla pueda parecer una perogrullada, pero eso no debe hacernos olvidar que, debido al efecto de la capitalización compuesta, tanto como resulta muy gratificante ver como se “compone” el capital con el paso del tiempo, también resulta muy doloroso ver como se “descompone” en un ciclo bajista prolongado.

No se pretende con la creación de este hilo abrir un debate de si resulta conveniente (o no) el uso del chartismo para la gestión de una cartera de fondos, ni tan siquiera valorar si la gestión activa puede llegar a aportar valor en relación con la gestión de carteras. En base al criterio de no exclusión al que se hacía referencia al comienzo de este post, se pretende que este hilo pueda resultar enriquecedor para todas aquellas personas que le damos importancia al papel que el análisis de gráficos puede tener en relación con la asignación de activos en un cartera.
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Re: La elección de fondos en función de la tendencia de mercado y sectores

2.- La influencia del asset allocation en la rentabilidad de la cartera


Numerosos estudios (Brinson, Hood y Beebower -1986-; Brinson, Singer y Beebower -1991-; Ibbotson y Kaplan -2000-) destacan la importancia del asset allocation como factor clave en la rentabilidad de una cartera, demostrando que puede llegar a aportar entre un 70% y un 90% del resultado final de la cartera siendo, por lo tanto, el responsable principal de su rentabilidad, por encima de la habilidad en la selección de valores del gestor o de su capacidad real para poder anticipar movimientos del mercado. 

Para configurar una cartera robusta, resulta esencial la diversificación. Para ello se hace necesario dedicar un importante esfuerzo a la adecuada comprensión de la naturaleza de cada una de las clases de activos a utilizar, atendiendo a su comportamiento en distintas condiciones económicas y a las correlaciones que puedan existir entre ellos. El añorado Witten (DEP) siempre recalcaba en este foro, con su tono habitualmente directo, y que en ocasiones podía ser hasta suave, que la inclusión de un determinado activo en la cartera debía estar siempre justificada o, lo que es lo mismo, que cada activo debía cumplir una función dentro de ella. Según él, no se trataba de coleccionar activos como aquel que colecciona sellos, sino que el objetivo debería ser que cada nuevo activo que se incluya en una cartera tenga una función definida y concreta dentro de ella.
En este sentido, la mayor parte de los miembros de esta comunidad tienen interiorizada la idea de que, fuera del ruido del corto plazo, en el largo plazo una cartera de acciones que esté suficientemente disversificada acabará ofreciendo ganancias por encima de la inflación. También saben que, aunque la deuda pública de países desarrollados tiende a ofrecer retornos menores, este tipo de activo permite dar mayor estabilidad a las carteras gracias a su descorrelación con los mercados de acciones. Resulta esencial que, de todas las combinaciones posibles, se busque aquella que se ajuste a las circunstancias y necesidades de cada inversor, teniendo en cuenta la tolerancia que cada uno tenga para asumir riesgos
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3.- Las falsas expectativas

3.- Las falsas expectativas


A veces, a la hora de invertir en un determinado fondo, nos dejamos arrastrar por sus rentabilidades recientes, embaucados por track records que, en la mayor parte de los casos, no son sostenibles en el tiempo. Como consecuencia de esas expectativas no realistas, se genera una situación de frustración ante resultados que, incluso no siendo malos, pueden situarse lejos de lo esperado. La mayor parte de las veces en que un inversor se encuentra en esa circunstancia, las decisiones que acaba tomando no son las más convenientes para su cartera.

Contamos con un ejemplo que se utiliza muy a menudo para ilustrar este comportamiento. Seguramente es conocido por casi todos los asiduos de este foro pero, aún siendo conocido y sabiendo que debemos intentar evitarlo, este patrón de comportamiento sigue repitiéndose año tras año, resultando fácil comprobar como los fondos "de moda" en los foros o revistas especializadas suelen ser los más rentables del último año o, lo que es lo mismo, casi nadie habla de los que no destacan en rentabilidad. A lo que íbamos, el ejemplo...

¿Es posible perder dinero habiendo acertado con el mejor fondo?

Peter Lynch se convirtió en gestor del Magellan Fund en el año 1977. En ese momento el fondo gestionaba 20 millones de dólares en activos. A lo largo de los 13 años siguientes, mientras la bolsa obtenía un gran rendimiento, un 15,5% anual, el equipo gestor del Magellan era capaz de aportar un elevado alfa, con rentabilidades de casi el doble (un espectacular 29,1%). Está dinámica ganadora provocó que el patrimonio gestionado por el fondo pasase de 20 millones en 1977, a 13.000 millones en el año 1990.

Si Peter Lynch hubiera contado con un inversor fiel que apostase por su trabajo desde el momento inicial y que hubiese mantenido la posición hasta su retirada, ese inversor hubiese multiplicado su capital por más de 27 veces en tan sólo 13 años, mientras que otro que hubiese elegido el (aún desconocido) Vanguard 500 Index Fund, creado dos años antes por John G. Bogle, hubiera multiplicado su capital por menos de 7.

Este dato, además de anticiparnos el tremendo impacto que la capitalización compuesta puede provocar en el ahorro a largo plazo y mostrarnos el elevado alfa que fue capaz de aportar el equipo gestor del fondo, hace que resulte más sorprendente el hecho de que la media de los partícipes del fondo obtuvieran pérdidas durante ese período. Estos partícipes acostumbraban a suscribir sus participaciones del fondo en el momento en que las rentabilidades pasadas habían sido especialmente elevadas pero, debido a que el producto de inversión era muy volátil, cuando las caídas eran pronunciadas, el inversor medio decidía salirse por el temor a mayores caídas. De nada servía en ese momento de pánico el track récord del gestor, todo eran dudas con respecto a su capacidad (algo que, en la actualidad, están viviendo en sus carnes reconocidos gestores patrios). En definitiva, uno de los mejores productos de inversión de la historia, sino el mejor, con una gestión excelente, acabó ocasionando pérdidas a una parte importante de sus partícipes.

¿Cómo evitar esas situaciones?

Convendrá no correr detrás de rentabilidades pasadas llamativas, ni de los fondos ganadores del año o el sector de moda, convendrá tener en cuenta la presumible llegada del momento en que la rentabilidad de un determinado producto revierta a la media, aunque a veces pueda no ocurrir con esos fondos ganadores que, tal como se dice en mi tierra, haberlos hailos. Para ello, debemos ser conscientes del potencial de rentabilidad a largo plazo que podemos esperar de los productos en que invirtamos, para así no aspirar a rentabilidades inalcanzables.