Opinión de Ramón Esteruelas, Senior Investment Specialist:
Recalibrando el precio
“La historia no ha cambiado. El 50% de la tecnología necesaria para alcanzar los objetivos climáticos de 2030 aún no se han inventado”, afirma Esteruelas. En su opinión, la temática de la disrupción tecnológica sigue vigente. Cuando vemos a una famosa cadena de hamburguesas invirtiendo en inteligencia artificial para personalizar su servicio al cliente, cuando vemos los miles de microchips que lleva un coche. “La tecnología es omnipresente”, sentencia el experto.
Lo que sí ha cambiado, y esto explica las caídas, es el precio que los inversores asignan a su riesgo. “Es una recalibración de las expectativas”, explica Esteruelas. “Estamos viendo un divorcio entre el potencial crecimiento de un negocio y el precio que se está dispuesto a pagar por él”.
Y es un argumento que se puede aplicar perfectamente a la temática de las energías limpias. “El universo de empresas que ofrecen soluciones para combatir la crisis climática tienen a ser negocios incipientes, en ocasiones en proceso de ser rentables, y a menudo, al ser proyectos innovadores tienen detrás una tecnología difícil de valorar”, cuenta Esteruelas. Pero en su opinión, la tesis sigue vigente. “Son apuestas para el largo plazo”, insiste.
De hecho, no le sorprendería que la corrección actual fuese un interesante punto de entrada para el inversor. Siendo selectivos, claro. Por ejemplo, en la estrategia del BNP Paribas Energy Transition buscan tecnología difícil de replicar y con una posición dominante. “Sobre todo buscamos propuestas que ofrezcan una verdadera solución al problema climático”, argumenta Esteruelas. Y su receta secreta: más que valorar la tecnología en sí, los gestores se plantean cuál es el potencial universo al que puede dar servicio. El total addressable market, como se define en inglés.
Las acciones en todos los sectores estuvieron bajo presión en diciembre. Con una exposición mínima a los sectores menos afectados (servicios públicos, atención médica y bienes de consumo básicos) y con una fuerte exposición al rezagado sector de la tecnología de la información, el fondo BNP Paribas Disruptive Technology obtuvo un rendimiento inferior a su índice de referencia de estilo más neutral, el MSCI World Index, en un 3,37 %. en el mes. Los principales contribuyentes al rendimiento relativo en el mes fueron la selección en la subindustria de equipos de comunicaciones (Ciena) y la asignación infraponderada a la subindustria de fabricantes de automóviles (que no posee principalmente a Tesla). El detractor clave en el mes fue la gran sobreponderación del fondo en semiconductores, mientras que la sobreponderación en el subsector de hardware, almacenamiento y periféricos de tecnología y la selección en el subsector de software de sistemas también pesaron significativamente en el rendimiento relativo.