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Fondos y divisas

3 respuestas
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#1

Fondos y divisas

Ultimamente estoy leyendo todo lo q pillo sobre bolsa. lo ultimo q he leido ha sido MiCartera. No quiero invertir hasta q sepa mas o menos como va todo este mundillo. Leyendo me he planteado varias dudas:

1- Los fondos, que son exactamente?? que diferencia hay entre fondos y acciones? hay mas rentabilidad??? Que impuestos se pagan??

2- El euro no para de subir y hay fuentes que dicen q eso es bueno y otras que es malo. Es bueno o malo?? Un euro fuerte es bueno para comprar fuera pero no para exportar. hay alguna razon mas por la que inclinarse.

3-De que depende de q el euro y otras monedas suban y bajen?? Segun he leido en periodicos, las subidas y bajadas no se trata de algo objetivo. China al parecer se niega a revalorizar su moneda y eeuu no esta muy contento con eso.

#2

Re: Engañar a un chino

Pues no son tan tontos como nos creíamos (los chinos). Yo creo que en eso los españoles sí ganaríamos algún título mundial fácilmente,,,,

¿Por qué China no quiere que el yuán se revalorice frente al dólar?
Antes que nada debo decir que no tengo npi de estos temas, pero tengo una teoría:

A China le puede interesar una moneda débil para poder exportar con mayor facilidad... pero mi teoría es la siguiente:
China ha estado comprando deuda pública de los USA durante los últimos años, y ha acumulado una cantidad enorme. Si el dólar se devalúa frente al yuan, cuando los americanos devuelvan su deuda a China, es posible que estén devolviendo MENOS de lo que habían pedido prestado... Los yankis tampoco tienen un pelo de tontos. No sé si me explico.

Esta jugada nos la hacen a los europeos: imagínate que, hace 5 años, te hubieras gastado 1000$ para comprar un bono del tesoro americano a 5 años (te habrías gastado 1150€, porque entonces un dólar eran +/- 1.15 €).

Han pasado 5 años y has cobrado tus intereses anualmente (eso sí), y el tesoro americano te devuelve tus 1000$ (= 733€!!!) Osea que has palmao más de 400 €!!! habiendo invertido 1150€. Imagínate lo que palmarían los chinos si dejan que el yuán suba frente al dólar!

Los europeos nos dejamos timar por los americanos por... (también tengo mi teoría, pero sería muy largo), pero los chinos se han plantao, y de momento no se van a dejar chulear por los americanos...

#3

Re: Engañar a un chino

Ahí esta, nos la dan con queso y encima desde el govierno, van de listos, cagüenla...

#4

Re: Engañar a un chino

Joer, pues no andaba tan desencaminado...

http://www.elpais.com/articulo/semana/trampa/dolares/China/elpepueconeg/20090405elpneglse_8/Tes

TRIBUNA: Laboratorio de ideas PAUL KRUGMAN
La trampa de los dólares de China
En los comienzos de la crisis financiera, los bromistas decían que nuestras relaciones comerciales con China habían resultado ser justas y equilibradas después de todo: ellos nos vendían juguetes envenenados y pescado contaminado, y nosotros les vendíamos valores fraudulentos.
Tiene tantos dólares, que venderlos provocaría su caída y fuertes pérdidas de capital para China
La propuesta china de pasar a una nueva moneda de reserva es casi una súplica. No una amenaza
Pero últimamente ambas partes de ese acuerdo están fallando. Por un lado, el interés del mundo por los productos chinos ha caído en picado. Las exportaciones de aquel país se han hundido en los últimos meses y son ahora un 26% más bajas que hace un año. Por otra parte, es evidente que los chinos están poniéndose nerviosos por culpa de esos valores.
Pero parece que China sigue teniendo expectativas poco realistas. Y eso es un problema para todos nosotros. La gran noticia de la semana pasada fue un discurso de Zhou Xiaochuan, el gobernador del Banco Central de China, en el que pedía una nueva "moneda de reserva supersoberana".
La facción paranoica del Partido Republicano advirtió inmediatamente sobre un vil complot para que Estados Unidos renunciase al dólar. Pero el discurso de Zhou Xiaochuan era en realidad un reconocimiento de la debilidad del país. Lo que estaba diciendo, de hecho, es que China se ha metido a sí misma en una trampa de dólares y que no es capaz de salir de esa trampa, ni de cambiar las políticas que la hicieron caer inicialmente en ella.
Algunos antecedentes: en los primeros años de esta década, China empezó a registrar grandes superávit comerciales y también empezó a atraer un flujo considerable de capital extranjero. Si China hubiese tenido un tipo de cambio flotante -como, por ejemplo, Canadá-, esto habría provocado una revalorización de su moneda que, a su vez, habría ralentizado el crecimiento de las exportaciones chinas.
Pero, en vez de eso, China decidió mantener el valor del yuan más o menos fijo con respecto al dólar. Para hacerlo tenía que comprar dólares a medida que llegaban. Con el paso de los años, esos superávit comerciales siguieron creciendo, al igual que lo hizo la reserva de activos extranjeros de la República Popular China.
Pero la broma sobre los valores fraudulentos era injusta en realidad. Aparte de un tardío e irreflexivo acopio de acciones (de las más altas del mercado), los chinos han acumulado principalmente activos muy seguros, entre los que los bonos del Tesoro de Estados Unidos (bonos T, para abreviar) representan una parte importante del total. Pero aunque los bonos T son seguros como los que más, ofrecen una rentabilidad muy baja.
¿Había alguna estrategia oculta tras esta vasta acumulación de activos de baja rentabilidad? Probablemente, no. China adquirió su alijo de dos billones de dólares (con lo que convirtió la República Popular en la República de los bonos T) de la misma forma que Gran Bretaña adquirió su imperio: en un ataque de insensatez.
Y, según parece, el otro día, los dirigentes chinos se despertaron y se dieron cuenta de que tenían un problema. La baja rentabilidad no parece preocuparles demasiado, ni siquiera ahora. Pero, aparentemente, están preocupados por el hecho de que alrededor del 70% de esos activos estén expresados en dólares, por lo que cualquier caída futura del dólar conllevaría una gran pérdida de capital para China. De ahí la propuesta de Zhou de pasar a una nueva moneda de reserva del tipo de los Derechos Especiales de Giro (DEG), en los que el Fondo Monetario Internacional mantiene sus cuentas.
Pero esto es a la vez más y menos simple de lo que parece. Los Derechos Especiales de Giro no son dinero real. Son unidades contables cuyo valor se fija en función de una mezcla de dólares, euros, yenes japoneses y libras británicas. Y no hay nada que pueda evitar que China diversifique sus reservas apartándose del dólar ni, por supuesto, que se haga con una reserva que tenga una composición mixta como la de los DEG; es decir, nada excepto el hecho de que ahora China tiene tantos dólares, que no puede venderlos sin provocar una caída del dólar y desencadenar la pérdida de capital que temen sus dirigentes.
Así que, en realidad, la propuesta de Zhou equivale a una súplica para que alguien rescate a China de las consecuencias de sus propios errores de inversión. Pero eso no va a ocurrir.
Y la petición de alguna solución mágica al problema del exceso de dólares de China indica algo más: que los dirigentes de aquel país no se han enfrentado al hecho de que las reglas del juego han cambiado de una forma fundamental.
Hace dos años vivíamos en un mundo en el que China podía ahorrar mucho más de lo que invertía y deshacerse de su exceso de ahorro en Estados Unidos. Ese mundo ha desaparecido.
Aun así, el día después de su discurso sobre la nueva moneda de reserva, Zhou dio otro en el que parecía afirmar que la altísima tasa de ahorro china es inmutable, una consecuencia del confucionismo, que valora la "antiextravagancia". Mientras tanto, "no es el momento apropiado" para que Estados Unidos ahorre más. En otras palabras, dejemos las cosas como estaban. Pero eso tampoco va a ocurrir.
La conclusión es que China todavía no se ha enfrentado a los dolorosísimos cambios que serán necesarios para afrontar esta crisis mundial. Claro está que lo mismo podría decirse de los japoneses, los europeos y los estadounidenses.
Y ese no aceptar las nuevas realidades es el principal motivo por el que, a pesar de algunos rayos de esperanza (la cumbre del G-20 ha conseguido más de lo que yo pensaba), es probable que esta crisis todavía se prolongue durante años.
Paul Krugman es profesor de Economía de Princeton y premio Nobel de Economía en 2008. © 2009 New York Times Service Traducción de News Clips