Yo también soy anarquista
En Cataluña, el anarquismo no es una ideología, sino más bien una especie de líquido amniótico en el seno del cual existimos desde hace décadas los catalanes. Aquí, el anarquismo no se piensa; se respira, porque es la atmósfera lo que impregnan años y años de presencia libertaria en nuestro país, el único del mundo que ha conocido el triunfo de una revolución anarquista.
Imposible pensar nuestra historia como pueblo, sin ver el papel protagonista que asumió la CNT como eje en torno al cual se organizó no sólo el sindicalismo de clase, sino el conjunto de la cultura popular proletaria en Cataluña, todas las expresiones de la que no se pueden entender sin la labor estructuradora del conjunto de las clases populares que asumió este sindicato a lo largo de una buena parte del siglo XX.Desactivado este lugar central de la causa de la clase obrera como consecuencia de la represión franquista, el anarquismo es constituyó en una especie de ingrediente siempre activo en todas las organizaciones antifranquistas, incluso aquellas de filiación comunista. Así, Alfred Lucchetti podía definir a su camarada del PSUC, Ovidi Montllor, como "anarcoleninista", como correspondía a una persona que hacía compatible la lealtad a la organización marxista-leninista y el vitalismo y el amor por la libertad libertarios.Vimos resucitar el anarquismo catalán inmediatamente después de la muerte del dictador.
Desde entonces y hasta ahora los ácratas han vuelto a jugar un papel clave en todas las luchas sociales y en el conjunto de la vida cultural en Cataluña. El anarquismo ha sido fuertemente presente el movimiento vecinal y todas las grandes movilizaciones ciudadanas han contado con su concurso en primera línea. Recuérdese que, en estos momentos, la tercera fuerza sindical en el país -en muchos lugares la segunda e incluso la primera- es la CGT, una organización explícitamente anarcosindicalista, que se proclama heredera de la CNT y que enarbola hoy, con orgullo, la bandera roiginegra en la calle.
De hecho, uno de los rasgos más singulares de la CUP y que hace más desenfocada la comparación que le ha hecho una emulación de la izquierda independentista vasca, es que, siendo una organización de nuevo cuño, resulta de la confluencia de personas y organizaciones que se reclaman actualización del comunismo catalán -observa el origen de muchos de sus militantes y la autodefinición de algunos de sus sectores-, pero también de nuestra propia tradición anarquista, que tuvo sus expresiones independentistas, de precursores como José lunas, figuras como Salvador Seguí o la participación de la CNT junto a Macià el complot de Prat de Molló en 1931, hasta colectivos como Negras Tormentas o la presencia muy activa de una importante corriente anarcoindependentista el seno de la propia CUP.Es por todo ello que resulta escandaloso el lenguaje que los medios de comunicación más importantes están haciendo de la razia de disidentes políticos detenidos hace dos días por los mozos de escuadra, a los que se acusa de pertenecer al "movimiento anarquista" o "una organización libertaria ", como ya ocurrió en la primera parte de la Operación Pandora de la Audiencia Nacional.
Asco y miedo hace ver hasta qué punto se puede considerar que adherirse a una ideología tan digna como la anarquista, que ha inspirado páginas heroicas de la historia de la clase trabajadora mundial, entre las que tal vez de las más importantes en nuestro país .También llama la atención el contraste entre las consideraciones indignadas de algunos por los registros-espectáculo en domicilios de la familia Pujol del pasado martes y el silencio de los mismos opinadores ante el show en que ha consistido el asalto de antes de ayer de los mozos a centros sociales y ateneos populares.
Otorgando a unos y otros por igual la presunción de inocencia, es difícil no distribuir las simpatías de forma desigual. Si se me permite, creo sinceramente que cualquiera de los chavales detenidos del Ateneo Libertario de Santos o de La Revoltosa del Clot es un puñado de vueltas más decente y más honrado que todos los Pujol juntos.Es una opinión. Pero no me haga caso. No soy imparcial, porque, al menos estos días, yo también soy anarquista.
http://www.mon.cat/cat/notices/2015/10/jo_tambe_soc_anarquista_152706.php