Las niñas valientes

El exportavoz del Gobierno de Aznar queda en en libertad a la espera de juicio rápido
Golpeó con su Mercedes a tres vehículos que estaban estacionados
"Necesito pedir perdón a la sociedad por mi mal ejemplo", dice el periodista
Detenido Miguel Ángel Rodríguez por cuadruplicar la tasa de alcohol al volante | Madrid | EL PAÍS (elpais.com)
--------------

Parece que ha vuelto a pasar. Mientras seguimos esperando la nueva ley que lo cambie todo, una mujer ha  vuelto a denunciar que se despertó confusa, con dolores íntimos y extraños, con flashes de unas relaciones sexuales grupales no consentidas, en las que estuvo sin haber querido y lo llaman abuso. Es lo que dice una ley vieja, que dicta que solo te agreden sexualmente cuando te intimidan o te pegan. Si son muchos o te drogan y no necesitan ni intimidarte ni pegarte porque ya te han anulado, según esta ley arcaica, no te agreden, solo abusan.
 
¿Cómo puede no considerarse agresión que te roben la conciencia, la capacidad de defenderte, que te anulen hasta utilizarte como a una muñeca hinchable, convirtiéndote en un objeto que se usa y se presta?

Horas más tarde, en cuanto volvió en sí y fue capaz de sentir lo que su cuerpo le decía, se fue a la comisaría, que ha encontrado indicios suficientes como para detener a un famosito y a sus dos amigos, los tres que subieron a aquella habitación.

Algunos sí, y encima se muestran por la tele. El presunto inductor y organizador de la fiesta es concursante de La Isla de las tentaciones 3, emitida en estos momentos en prime time aunque se grabara hace meses, y ahora resulta que, según La Vanguardia, tiene varias denuncias por suplantar a un actor porno para que las mujeres le enviaran vídeos y fotos pornográficas.

Conviene estar atentos: habrá que ver si la exhibición de un presunto violador aumenta la audiencia de La Isla. Será una prueba para esta televisión, esta sociedad, este país.
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/47559/habemus-manada-televisiva/
----------

La verdad es que sí hacen falta huevos para dejar una vicepresidencia y encabezar la candidatura de un partido que, según las encuestas, corre incluso el peligro de desparecer de la Asamblea madrileñí. Pero la valentía no tiene tanto que ver con la testosterona. No es propio de un macho alfa dejar el pedestal del olimpo político para meterse en el fango autonómico de la capital, donde sabe que no ganará las elecciones ni siquiera al PSOE de Ángel Gabilondo, ese agradable y aburrido antipolítico con cara de estar acostumbrado a que nadie recuerde su nombre.