Relación Hipotecas/Seguros.
Las entidades financieras, a la hora de conceder los créditos, ponen encima de la mesa fuertes planteamientos de vinculación con el cliente. Y entre ellos destacan los seguros de vida y similares (accidentes, bajas laborales, etc…). En esa negociación el cliente estaba en una posición débil, pues o lo tomas o no te dan la hipoteca.
Inicialmente se trataba de reducir los riesgos que podía plantear un eventual fallecimiento de los titulares del préstamo. Evidentemente, para que otra compañía hiciese negocio, el Banco prefería hacerlo él, a través de compañías propias o concertadas, obteniendo siempre un beneficio.
Beneficio que le permitía ajustar las condiciones de su oferta hipotecaria y hacerla más agresiva.
Para evitar que el cliente saliese por patas después de firmada la hipoteca, se sujetan las condiciones de la hipoteca al mantenimiento de esa contratación o vinculación pactada. Incluso algunos llegan a liquidar por anticipado el seguro no a un año, si no a 15 , más o toda la vida de la hipoteca. Evidentemente sale una prima gordísima, que no se le devolverá al cliente aunque no agote la vida del préstamo. Una ganancia muy interesante.
Pues bien, si se reduce la contratación de hipotecas, la contratación de estos seguros desciende.