Los fondos de inversión son patrimonios conjuntos sin personalidad jurídica propia. Es un tipo de inversión colectiva, en la que diversos inversores ponen un patrimonio en común que es administrado por un gestor profesional en función de una estrategia y unas políticas que son conocidas de antemano.
Los fondos de inversión fueron creados precisamente para acercar el mundo de las inversiones financieras a los particulares, aunque para las instituciones y los grandes patrimonios también son una forma de invertir. Presentan una serie de ventajas y en este artículo vamos a analizar 5 de ellas.
#1 – Seguridad
La seguridad es una de las principales ventajas que aportan los fondos de inversión. Más allá del riesgo propio e inherente a todas las inversiones en los mercados financieros, el partícipe del fondo tiene la garantía de que su patrimonio está a buen resguardo.
Los fondos son productos que se encuentran regulados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, así como las sociedades gestoras que los administran. A su misma vez, existe una entidad depositaria (también regulada), ajena a la gestora y que se encarga de la custodia de los valores y demás activos que componen el patrimonio del fondo; además, es ella la que efectúa el cálculo del valor del fondo y sus participaciones diariamente.
El inversor se encuentra totalmente amparado por la normativa financiera. Su sencillez en el funcionamiento, la transparencia de información y control por parte de las autoridades financieras convierten a estos productos financieros en seguros.
Todos los fondos publican un documento de datos fundamentales para el inversor denominado ficha, que da la oportunidad de conocer el producto en profundidad antes de decidir si invierte o no. En dicho documento, entre otras cuestiones, se debe indicar:
- La categoría del fondo (renta fija, renta variable, mixtos, gestión pasiva, etc.).
- La política de inversión del fondo.
- El objetivo de gestión.
- Los gastos corrientes y comisiones.
- Rentabilidad histórica.
- Nivel de riesgo.
Como último detalle, los agentes que intervienen en el funcionamiento del fondo, al estar debidamente regulados, tienen obligación de estar adscritos al FOGAIN (Fondo de Garantía de Inversiones) y/o al FGD (Fondo de Garantía de Depósitos), de esta forma, en caso de concurso de acreedores y consecuente suspensión de pagos, este organismo resarce a los clientes hasta un máximo de 10.000 €.
# 2 – Fiscalidad
La fiscalidad de los fondos de inversión es una de las más ventajosas entre todos los productos financieros.
El partícipe de un fondo de inversión no tributa por la tenencia de los mismos, únicamente debe rendir cuenta con la Agencia Tributaria en el momento del reembolso de las participaciones.
A la hora de rescatar las participaciones y obtener el dinero líquido, puede suceder que se genere un rendimiento positivo, el valor de las participaciones aumenta en función de cómo crece el patrimonio del fondo y los rendimientos vienen determinados por la diferencia entre el precio (denominado “valor liquidativo”) de suscripción y el de reembolso.
A efectos fiscales, esta diferencia del valor liquidativo tiene la consideración de ganancia o pérdida patrimonial y se integra en la base imponible del ahorro (no en la general, impidiendo que se sumen a los rendimientos del trabajo o actividades económicas).
Además, la base imponible del ahorro tributa según los siguientes tramos:
- Hasta 6.000 €: 19%.
- Entre 6.000 y 50.000 €: 21%.
- Más de 50.000 €: 23%.
(NOTA: en el caso del País Vasco y Navarra los tramos y porcentajes son diferentes).
Pero, además, los fondos de inversión proporcionan la gran ventaja fiscal de estar exentos de tributación en el traspaso. Es decir, traspasas la inversión de un fondo a otro, no se considera hecho fiscal y no se deben pagar impuestos por ello.
Esto propicia que pueda gestionarse el capital de forma adecuada, en función de las necesidades y la situación de los mercados financieros, para conseguir la mayor rentabilidad sin tener que sufrir las mermas fiscales.
#3 – Liquidez
La liquidez es uno de los factores más importantes en toda inversión financiera. Se define como la capacidad para convertir los activos financieros en dinero líquido y viceversa: la capacidad para poder encontrar fácilmente contrapartida para no tener que alterar el precio en nuestra contra para poder llevar a cabo la inversión o desinversión.
En este sentido, los fondos de inversión son uno de los productos más líquidos que existen. Siempre que el ahorrador pretenda suscribir participaciones, la entidad gestora del fondo le garantiza contrapartida (al precio que esté marcado).
Del mismo modo, en el momento que el partícipe decida reembolsar sus participaciones, podrá hacerlo prácticamente de inmediato (suele tardar unos pocos días, debido a las gestiones pertinentes). Los fondos de inversión deben tener el 3% de su patrimonio en liquidez para atender las liquidaciones que puedan realizar los inversores.
Así pues, tanto suscribir como reembolsar participaciones en un fondo de inversión es un proceso rápido y sencillo. El inversor no tiene que preocuparse por encontrar contrapartida ni negociar precios con fines de poder llevar a cabo la compra o la venta.
Es posible comprar y vender participaciones de un fondo en cualquier momento. Son productos accesibles a todo tipo de inversores.
#4 – Diversificación
Otra de las ventajas de los fondos de inversión es la diversificación que ofrecen. El inversor, al comprar participaciones de un fondo, accede directamente a toda una cartera de activos financieros.
Al tratarse de un patrimonio conjunto, se trata de un capital elevado y el inversor puede aprovechar este tipo de economías de escala.
La diversificación es la mejor forma para reducir el riesgo, puesto que la exposición es múltiple y se compensan las cuestiones particulares de cada uno de los activos.
Para poder llevar a cabo una inversión diversificada de forma directa, le supondría al inversor una gran suma de capital, tiempo y conocimientos financieros. Pero, al invertir en fondos, se compran participaciones de toda una cartera diversificada y gestionada por un profesional.
#5 – Acceso a múltiples estrategias
Existe un fondo de inversión para cada estrategia inversora que pueda pensarse. De hecho, existen más fondos de inversión que acciones cotizadas.
El ahorrador puede tener acceso a una gran multitud de mercados y estrategias inversoras. Sin embargo, es necesario contratar con una entidad de arquitectura abierta, aquellas que distribuyen fondos de otras gestoras, además de la propia.
Es común al contactar con una entidad bancaria que sólo ofrezca los fondos gestionados por la gestora perteneciente a su grupo empresarial. Es más, únicamente ofrece fondos de terceras gestoras a grandes patrimonios y esto reduce notablemente las opciones que tiene el ahorrador. El contratar con entidades financieras que no mantengan una estructura abierta reduce significativamente las alternativas.
Por el contrario, a la hora de suscribir participaciones con fondos de inversión en una entidad de arquitectura abierta, se tiene la posibilidad de acceder a fondos de gestoras de primer nivel, tanto nacionales como internacionales. Este tipo de entidades, además de comercializar sus propios fondos, distribuyen productos de otras firmas y ofrecen a sus clientes una amplia gama de alternativas.
Una de las ventajas de los fondos de inversión es la posibilidad de acceder a todo tipo de mercados y estrategias inversoras. Pero, para ello, es necesario contratar fondos con entidades de arquitectura abierta, puesto que la entidad no se ciñe únicamente a sus productos, sino que ofrece una amplia gama en la que el inversor puede escoger.
Firmas como el Deutsche Bank permiten escoger entre una gran gama de fondos de múltiples gestoras. De esta forma, el inversor tiene la posibilidad de invertir en el fondo que mejor se adapte a sus necesidades, teniendo presente su perfil de riesgo y sus objetivos de rentabilidad.
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