En ocasiones las gestoras deciden fusionar algunos de sus fondos, habitualmente con políticas de inversión similares.
Es el caso de Vanguard, que recientemente ha anunciado la fusión de varios de sus fondos. Esta fusión tiene un impacto fiscal en los inversores, por lo que es imprescindible que realicen un traspaso, desde el fondo absorbido hasta el fondo absorbente.
En este caso, el traspaso entre los fondos se va a realizar a través de una modalidad rápida denominada “switch”.
Para que un traspaso entre dos fondos se ejecute en formato “switch” es imprescindible que pertenezcan a la misma gestora y además tienen que ser “pareja switch”.
El inversor descubre si sus fondos son o no “pareja switch” cuando va a realizar el traspaso. La plataforma a través de la cual está cursando la orden (por ejemplo, Inversis) tiene parametrizados qué fondos dentro de una misma gestora cumplen este requisito. De este modo, al cliente le aparece el dato en pantalla en el momento en el que va a realizar el traspaso.
El “switch” tiene una importante ventaja y es que la orden de traspaso se ejecuta en el mismo día. En consecuencia, el inversor sólo estaría fuera del mercado el tiempo que tarde la gestora (en este caso Vanguard) en mandar la confirmación de ejecución de la operación a la plataforma tecnológica (Inversis).
En cambio, en un traspaso normal se ejecuta primero el reembolso y posteriormente la suscripción al nuevo fondo, más lo que tarde la gestora en mandar la confirmación de la operación a la plataforma que cursa las órdenes. El proceso puede llevar varios días y en ese tiempo el dinero del inversor quedaría “paralizado” (es decir, que para bien y para mal no estaría invertido en el mercado), a la espera de entrar en el fondo absorbente.