Avante
18/10/23 15:39
Ha comentado en el artículo ¡Goodbye, mil leches!
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El mundo de la política, como el de cualquier otro colectivo humano, cuenta con una mezcla de cualidades, calidades, vocaciones e intereses muy variopinta. Desde luego, aquello de que "quién se mueva no sale en la foto" sigue siendo aplicable, en todos los partidos, y eso no propicia que el espíritu crítico y la inteligencia tengan opción frente al peloteo y el conformismo, caballos ganadores. Esto es, tenemos, en todos lados del espectro político - con toda probabilidad - a la antítesis de lo que realmente se necesita.Así pues, las Leyes y Decretos a que nos tienen acostumbrados, acaban siendo fruto de sus padres. E, insisto, no observo diferencias entre épocas con mandato de distinto color. Porque el mal que lo causa, creo, es el mismo.Suma a eso que, según el experto Kevin Dutton cerca del 50% de la fauna que puebla esa población integrada por políticos y altos funcionarios es lo que se llama en psiquiatría "psicópata integrado", tenemos un maravilloso panel de actores para representar la obra.Por otra parte, Pericles llamaba a los ciudadanos de la polis griega que no se preocupaban de la cosa común, que iban a lo suyo, "idiotés" - de ahí viene nuestro "idiota"- pues al no cuidar de lo común, aparte de no aportar beneficio a la sociedad, acababan sufriendo sus ineficiencias.Dicho esto, agradezco a los políticos sus desvelos por la cosa común, del mismo modo - como bien apuntas - que deberían pagar con creces cuando su vena psicopática, su negligencia o su afán de lucro corrupto acaben causando un perjuicio a todos. Del mismo modo que el incumplimiento de un programa electoral, que es una promesa a cambio de un voto, debería conllevar responsabilidades.En este caso que he comentado, que afecta a los perritos de "marca blanca" y que puede llevarlos a la extinción, no asoma inteligencia ni empatía alguna o bien estamos ante una clara prueba de que quien parió esa barbaridad aún no ha salido del huevo y pisado la vida real. Dice el principio de Hanlon que jamás debemos atribuir a la maldad lo que puede explicarse con la estupidez.¡Serán tontos!