Boloy
21/07/11 12:44
Ha comentado en el artículo ¿Reducir gasto público aumenta la eficiencia?
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Por casualidad he visto esta discusión y creo que adolece de algunos estereotipos de la empresa privada.
No quiero contestar a nadie en particular, sino dar una visión distinta.
Por de pronto el título podría dar lugar a confusión, pues es muy genérico.
Hay muchas cosas que son ciertas en los planteamientos, pero creo que falta análisis. Por ejemplo, lo de los ayuntamientos: No se trata de que se fusionen, no es necesario. Ya hay procedimientos para que sean absorbidos, o que pasen a entidades menores, como Talavera la Nueva y Talavera de la Reina. Pero también tenemos las mancomunidades de municipios, y muchos tienen servicios compartidos, empezando por funcionarios tan importantes en los ayuntamientos como los secretarios.
El problema de las entidades públicas estriba en la politización y el clientelismo. Muchos partidos políticos funcionan o como sectas o como agencias de colocación. Esto puede que sea salirse de lo "estúpidamente" correcto, pero son formas de corrupción o corruptela que lastran los gastos de la administración. Y se generan costes innecesarios. Cada uno quiere su parcela de poder y no quieren ceder nada. Imaginemos esa isla canaria con ocho municipios, que podrían poner en marcha una mancomunidad de servicios, pero que cada una tiene un partido diferente: sería imposible, aunque sea imprescindible. Sólo se avanzaría si todos fuesen del mismo partido. Y si ésto fuese así, ¿en dónde estaría la sede? ¿se repartiría, perdiendo eficiencia?.
Aquí es donde se puede reducir el gasto y aumentar la eficiencia de la administración. Hay muchos servicios innecesarios o sobredimensionados, algunos ad hoc de algún amigo.
Y no hay que mirar a algún partido en concreto, ya que en mayor o menor grado todos tendrían algo que decir.
En fin, podríamos hablar mucho más de este tema, pero, en mi opinión, que creo bien informada, no sería descabellado reducir el gasto sin perder eficiencia real. (Y no debemos olvidar que muchas estadísticas están maquilladas a gusto del gestor)
Una de las medidas para controlar el gasto sería luchar contra la corruptela que se ha instalado en la Administración.
¿Cómo?
1º.- Fomentando la moralidad pública y privada. Es difícil a corto plazo.
2º.- Exigiendo responsabilidades de la gestión a los políticos. Si fuesen a la cárcel o respondiesen con su patrimonio, como los empresarios, otro gallo cantaría.
3º.- Sería imprescindible replantear el tema de las autonomías. Las autonomías se plantearon hace siglos (o siglo y medio) como una forma de acercar la administración centralizada en Madrid a la periferia (véase Tubino). Pero lo que hay ahora se ha convertido en unos reinos de taifas en competencia por ver quien da más o lo que es lo mismo, quien gasta más.
Y así aparecen esos gastos ocultos.
Y lo más importante, en mi opinión es que esa moralización social la empecemos por lo más próximo, nosotros y nuestro entorno, a sabiendas que tendremos que transigir con muchas cosas.
Y otra cosas es luchar contra la dictadura de lo "estúpidamente correcto" (la cita no es mía sino sacada de un diario de Cádiz). Hay que hablar de estos temas sin sentirse cohibido.
Sé que son temas polémicos e "incorrectos" hoy día. Pero hay que sacarlos a la palestra y madurarlos. Pido disculpas si alguien se puede sentir molesto, y si no he conseguido expresarme bien.
Un saludo y ánimo