La desventaja de estar sentado abajo es que siempre habrá alguien más abajo que tú que estará dispuesto a hacer lo que tú no quieres hacer.
Caso personal: quejarme por un turno de 11 horas sin descanso ni comida. Un lituano se ofreció para hacerlo delante mío. Al final lo hice yo, a costa de que se me trate como a un esclavo.
O bajar las horas semanales para que quepan todos.
Hasta que no detengamos la corrupción y el fraude, y nos demos cuenta de que SOBRAN horas de trabajo, el paro no dejará de aumentar. Me preocupa el paro que tendremos cuando la industria audiovisual deje de distribuir físicamente: el 20% de los transportistas de España al paro, y seguirán sin darse cuenta de que SOBRAN horas de trabajo.