La Reserva Federal se declara lista para intervenir si la situación se descontrola y los mercados reaccionan con alivio La semana más caótica que se recuerda en los mercados financieros acaba con subidas en Wall Street. Todo después de que la Reserva Federal estadounidense haya roto en parte su silencio, más allá de las valoraciones realizadas por su presidente, Jerome Powell, sobre las consecuencias del órdago proteccionista sobre el crecimiento económico y la inflación. Este viernes, la responsable de la institución en Boston, Susan Collins, ha confirmado al Financial Times que en el organismo “estarían absolutamente preparados” para ayudar a los mercados financieros si la situación se descontrolase.Unas declaraciones que han sido suficientes para contener la venta de bonos y dar aire a la Bolsa, con Wall Street cerrando con ganancias. El índice de referencia S&P 500 ha finalizado la jornada con un alza del 1,81%, el Nasdaq con un 2% y el Dow Jones un 1,56%. Pese a todas las turbulencias, el primero de estos tres índices cierra su mejor semana desde noviembre de 2023, y el Nasdaq, la mejor desde noviembre de 2022.La crisis financiera detonada por los aranceles de Donald Trump sigue vigente, pero el tsunami bursátil de la última semana ha mutado en un cuestionamiento más profundo de la arquitectura financiera. Ahora, son los mercados de divisas y el de la deuda los que ofrecen violentos altibajos.La rentabilidad de la deuda estadounidense a 10 años, una variable que cuanto más elevada es peor resulta para el país que la emite porque tiene que pagar más por su deuda, pasó de subir 16 puntos básicos en la sesión a apenas cuatro, hasta un 4,49%, todavía lejos del 3,99% de la semana anterior. A pesar del alivio proporcionado por las palabras de Collins, los analistas reiteran que el efecto inflacionista de los aranceles son un obstáculo para que la Fed adopte una postura más suave.Lo que en Estados Unidos se teme es que, más que una reacción directa a los aranceles, los movimientos de los últimos días sean un síntoma de que el mundo ya no confía de la misma manera en la primera economía del mundo. “Claramente, hay un éxodo de los activos estadounidenses. Una caída en el mercado de divisas y bonos nunca es una buena señal”, afirma Kyle Rodda, analista de mercados de la empresa de servicios de inversión Capital.com. “Esto va más allá de considerar la desaceleración del crecimiento y la incertidumbre comercial”, añade.Al tiempo que los activos estadounidenses pierden la etiqueta de valores seguros, otras monedas como el yen japonés y el franco suizo, y también metales preciosos como el oro, pelean por convertirse en los activos al que recurren los inversores para protegerse de la volatilidad. “Estamos profundamente preocupados por la falta de confianza actual entre los inversores en Estados Unidos”, señalan los analistas del banco Nomura. “Es una moción de censura no solo del mercado de valores, sino también de los participantes del mercado del Tesoro, sobre la administración Trump y sus políticas”. La firma de análisis Spectra Markets sostiene que, si bien Trump logró esquivar el aumento de los rendimientos con la pausa arancelaria, “eso no significa que los rendimientos a 10 años no puedan volver al 4,5% mientras el dólar se desploma”. “Creo que estamos entrando en un régimen de venta de dólares”, añaden los expertos de esta firma. “Los diferenciales de tipos están perdiendo influencia sobre el dólar por primera vez”.Este mismo viernes, JP Morgan, Morgan Stanley y Wells Fargo han dado el pistoletazo de salida a los resultados, pero más que sus cifras, que han quedado obsoletas con el nuevo contexto económico, lo que los inversores siguen de cerca son las perspectivas. Cuatro jornadas después de que el presidente de JP Morgan, Jamie Dimon, pidiera revertir los aranceles porque los catalogaba de desastrosos, ahora clama por retomar la reforma fiscal y la desregulación para combatir los “mares tormentosos” que aventura, con decisiones de inversión paralizadas por la incertidumbre. Por su parte, la firma de inversión BlackRock, que a comienzos de año aconseja comprar acciones estadounidenses, se muestra ahora más neutral y compara la situación económica actual con la vivida en la crisis financiera o la pandemia. La Reserva Federal se declara lista para intervenir si la situación se descontrola y los mercados reaccionan con alivio | Mercados Financieros | Cinco Días