Buenos y felices días,
Pues ahí me vuelvo a perder en tu exposición. Lo siento. No puedo comprender que no respetes a los nacionalistas. ¿Qué entiendes por respeto? ¿Qué es de hecho, el respeto?
A tí te sobra que acudamos a la Etimología, ya que la conoces bastante mejor que yo: La palabra respeto proviene del latín respectus y significa “atención” o “consideración”. De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española, "el respeto está relacionado con la veneración o el acatamiento que se hace a alguien. El respeto incluye miramiento, consideración y deferencia."
Desde este punto de vista, y en base a él, solo a él, aparcando por un momento el ámbito moral, en el que desde mi visión y mi educación tendría que nacer siempre el respeto a los demás, por hermanamiento trascendente a la materia misma, cada cuál es responsable de sus actos y de los motivos que le llevan a considerar al otro o no.
Decía el Dr. Vilchis, que "El respeto como la honestidad y la responsabilidad son valores fundamentales para hacer posibles las relaciones de convivencia y comunicación eficaz entre las personas ya que son condición indispensable para el surgimiento de la confianza en las comunidades sociales."
Así que sin un respeto global, que abarque a todos en ambas direcciones, difícil veo una convivencia en paz y una comunicación en confianza.
Si no respetas a alguien, no puedes esperar que te respeten, de ahí que pensase ayer que "tenías razón" y así te lo hice saber, ni tampoco se debería exigir por parte de aquéllos que en un momento o ubicación puntuales, ostentan el poder o la capacidad potencial de aplicar la normativa que lo exija, con la esperanza de ser secundados inmediatamente. Procuraré explicarme, para no dar pie a interpretaciones lejanas a mi pensamiento.
Por la sencilla razón de que algo que surge del alma, entiéndase por esta el estado anímico personal de cada individuo, para no ser corrompido por la no siempre sabia voluntad, dominada irrespetuosamente por los instintos más primitivos del ser, el respeto humano a otros huanos, no se puede implementar por la fuerza y menos con un carácter indeleble, grabado a fuego en nuestro corazón.
Vale, de acuerdo, como capacidad -meramente un acto factible- sí, pero sin lógica y con seguridad, sin éxito. A las pruebas me remito.
Considerando y en parte, haciendo mías, las inteligentes palabras del mencionado doctor en Humanidades, la falta de respeto en líneas generales, surge de la laxitud en la que ha caído la cultura moderna por el excesivo énfasis que hemos puesto a la libertad, convirtiéndola en libertinaje, y los mal interpretados derechos de los individuos con el olvido de la responsabilidad y el deber como contra parte complementaria.
Las actitudes que han dado origen a este movimiento social más animal que humano, han derivado en una mala intrepretación de lo que significa la dignidad de la persona y su responsabilidad social. Me refiero y espero que se me entienda bien, a una interpretación muy generalizada de que nuestro individualismo es “sagrado” -sin entrar en pormenores religiosos, no ricemos el rizo- que al sentirnos dueños y señores de nuestra propia manera muy personal de interpretar al mundo, podemos críticar a quien sea, y ridiculizar a la persona que represente cualquier autoridad o cualquier presunta ventaja indemostrable, solo existente en la cabeza y mente del irrespetuoso.
De la misma manera que nos sentimos con el derecho de no respetar normas, este equívoco mental nos hace sentirnos superiores al resto, incluso a la misma autoridad que rige la normativa; porque solo observamos las normas y las políticas que hicimos a nustra imagen, a nuestro libre albedrío, en base a una absurda -por su falta de base y criterio bien fundamentado- autonomía de la conciencia.
Concluyo, pues, afirmando que no te entiendo.
Para quien quiera ampliar el extenso artículo del doctor, lo puede encontrar en Razón y Palabra.org
Un saludo cordial