Jatoro:
Lo primero que te agradecería es que no mezcles en el debate “cargos políticos” con empleados públicos. Lo que nos faltaba, a ver si ahora los empleados públicos vamos a ser responsables de las corruptelas que existen, desde la del más pequeño ayuntamiento, hasta el Gurtelazo.
Vuelvo a hacer referencia al escaso sentido de lo colectivo que tenemos en este país. Nuestra escasa cultura política nos hace ver la corrupción como normal y “algo que hacen todos”. Creo que en este, como en muchos otros, la transición tiene un cero patatero, y le quedará la asignatura pendiente por los siglos de los siglos. En un país donde la gente no se avergüenza de defraudar al fisco, donde el que tiene posibilidad de defraudar y no lo hace es un idiota, donde una gran mayoría cobra parte de su sueldo en “B”, donde todo lo público se ve como deficiente es normal que sea una presa fácil de la ideología que propugna el FMI de recorte de gasto (siempre en el capítulo “social”, nada que hablar de aventuras en Afganistán ni gasto militar superfluo) en contraposición a aumento del ingreso. (Por cierto la propuesta original de Fernan2 era que expusiéramos alternativas y como siempre, hemos acabado hablando _ yo la primera _de lo malos o buenos que son/somos los empleados públicos. Qué país)
Añadiendo que no me gusta generalizar y respeto a muchos emprendedores honrados que nos dan un servicio magnífico, también he de añadir que hay muchos de ellos que, siguiendo el ejemplo de las trasnacionales, han preferido el beneficio a corto plazo, contratando personal esclavizado, cuando no inmigrantes sin papeles ni derechos, dando un mal servicio y, como en el país de los ciegos, el tuerto es rey, (eso cuando no hay un acuerdo entre todos para ser todos “ciegos”) al usuario muchas veces no le queda más remedio que contratar sus servicios. Aquí de un día para otro surgía una peluquería, una fontanería, una empresa de reformas montado con gente sin preparación alguna. En la última reforma, en la que nos cobraron un potosí, mi marido tuvo que decirle al fontanero cómo montar los manguitos de un inodoro moderno, (con la peana pegada a la pared) y el tío, con dos cojones (con perdón) le llamaba, a partir de ese día “maestro”. En Alemania, todos los profesionales, deben tener un carnet, que deben renovar cada cierto tiempo para demostrar su capacidad y reciclaje. Aquí si hoy no me va bien de fontanero, mañana me hago encofrador. Esta manera de ser “emprendedor” de algunos no me parece seria.
Amigos autónomos, contesten por favor a este cuestionario: ¿Tienen empleados? ¿Les pagan un sueldo que les permita llevar una vida digna y todo en “A”? ¿Si tienen un buen empleado profesional y cumplidor se comprometen con él y en su fuero interno que, yéndoles bien el negocio y sin perspectivas de que éste empeore no le van a despedir para contratar a uno que les salga más barato merced a la última subvención ofertada por la última reforma laboral? ¿Declaran sus impuestos con honradez? ¿No cambian de mercedes o 4x4 familiar de 48.000 Euros todos o cada dos años a cargo de la empresa, para que por lo menos por ése importe “esos cabrones” no me cobren impuestos? ¿No van en ése mismo vehículo a las Administraciones Públicas a solicitar una plaza en colegio (casi siempre concertado o público de buena fama), beca o subvención ostentando una declaración de IRPF de miseria?. A eso me refiero cuando hablo del sentido de lo colectivo, y cuando hablo de que todos los trabajadores deberían tener como mínimo la misma estabilidad que un funcionario en contraposición a la moda de llamar “privilegio” a tener unas condiciones laborales dignas.
Hablas del control del gasto en lo privado, Ahí está la madre del cordero. La Administración Pública (no los funcionarios que no somos santos ni seres superiores) tiene la misión última de, controlando el gasto y la gestión, por supuesto, de prestar servicios, en la mayor parte de las ocasiones básicos. Ahí no estoy de acuerdo con los que dicen que es lo mismo que te atienda la Seguridad Social que un centro privado. Aunque hace años que la sanidad pública se está contaminando con estas prácticas, la misión de un Estado es cuantificar el “beneficio social”, eso una empresa no lo tiene en cuenta, y si se trata de una peluquería no hay ningún problema. La cosa se complica cuando ésta es una empresa concesionaria de la prestación sanitaria pública en un hospital privado: Ejemplos:
En el hospital de Parla sólo hay una limpiadora en el turno de noche. El hospital de Arganda tuvo que cerrar el servicio de Obstetricia y Ginecología ante la negativa de sus facultativas a seguir trabajando en condiciones inaceptables e insalubres. Como consecuencia en el hospital de Móstoles se interrumpieron tratamientos de fertilidad ya comenzados y se suspendieron los solicitados y concedidos porque había que mandar ginecólogos a los hospitales privados.
¿Qué prima aquí? ¿El buen servicio, o “el control de gasto” mirando únicamente el beneficio del empresario? Legítimo repito en tu propia empresa y con material menos sensible. A lo que tendemos es muy fuerte.
Repito que estoy totalmente de acuerdo con una buena gestión y reclamación de responsabilidades a los responsables de los desmanes, y creedme que, nadie más interesado que los empleados públicos de las escalas básicas en que esto sea así, pero también repito que nunca, y menos ahora ha interesado hacerlo por parte del puede. En este país nos gusta criticar, pero cuando llega la hora de organizarse y reclamar todo el mundo mira para otro lado. Aunque en algunas ocasiones parezca que no sirve de nada, por lo menos no podrán decir, como hacen a veces, que todo el mundo estamos contentos porque no tienen apenas reclamaciones.
Para que quede clara mi posición, diré que soy empleada pública de escalas básicas (C2) no pertenezco a ningún sindicato, que me producen alergia los mayoritarios (CCOO, UGT, CSIF, CSTI...) que no pienso salir a un huelga sectorial, que llevo años deseando que se convoquen manifestaciones, movilizaciones, huelgas generales incluso para protestar por la situación de todos los trabajadores y por el empeoramiento de los servicios públicos. Que no se ha movido un dedo (ni sindicatos ni medios), que no se ha enterado nadie del expolio, entre otros de la sanidad a pesar de la movilización de sus trabajadores y usuarios (para el que quiera enterarse www.misaludnoesunnegocio.net ). Que me he negado a salir a cualquier huelga que contamine las reivindicaciones de mejora de prestación del servicio y de más gasto público con las económicas.
Pero a pesar de todo, me parece una burla y un insulto a nuestra inteligencia lanzar el mensaje de que superaremos nuestros problemas con los recortes anunciados, aprovechando el resentimiento del que lleva años desprotegido y sin ser escuchado para practicar la demagogia. Porque lo que más pena me da es que esto no es más que un aperitivo y justificación a la próxima reforma laboral, que a la sombra de una “reconversión estructural” traerá como siempre más precariedad y sufrimiento a los mismos, que al cabo de 2 meses se convertirá en “normalidad”. Creo que debemos crecer como país y hacernos conscientes de quien nos está robando a todos (trabajadores por cuenta ajena, autónomos, empleados públicos) no sólo nuestras retribuciones, sino nuestros servicios públicos, situación que, a pesar de lo que pensemos, como no seamos el político corrupto que se lleva la comisión o el dueño de la multinacional que prestará los servicios privatizados, nos va a perjudicar a todos. Echemos un vistazo a EEUU, en lo que se refiere a sanidad. O veamos “Sicko” de Michael Moore. Estoy mucho más preocupada como usuaria que como trabajadora (que también)
El problema no son sólo los recortes, es lo que conllevan y auguran. Mis mejores deseos a todos y disculpad la extensión de mi intervención (he querido contestar a todos).