Copio y pego un fragmento de un artículo de Alvaro Guzman precisamente aquí en rankia.
http://www.rankia.com/articulos/210172-vision-gestion
1. Mi primera regla es “conoce lo que compras”, pero ¿qué significa esto realmente?
La mayoría entendemos que esto se reduce a comprender el negocio de la empresa en que se invierte. Pero una empresa es su negocio y muchas más cosas: son sus activos, sus personas, su historia…¡y los activos, las personas y la historia de sus competidores! Se puede invertir con éxito en una firma sin conocer todo esto; pero a quien no lo haya estudiado quizás le falte el valor para mantener su inversión cuando ve que de pronto un día sus acciones sufren un desplome del 25% en la sesión (3).
Más concretamente, antes de invertir me parece necesario conocer:
- la historia de la empresa (quién la fundó e hitos más importantes desde ese día hasta hoy)
- la historia del sector / de los competidores (quién ha sobrevivido a las crisis y por qué, qué diferentes estrategias adoptaron en el pasado los diferentes actores, etc.)
- las cuentas anuales de los últimos 8-10 años (4)
- el sistema de incentivos que mueve a los principales ejecutivos
- la identidad de los accionistas, su papel y el rol que ocupan (tácito o explícito) en la toma de decisiones
- la historia contada por algún antiguo empleado
- las posturas históricas del regulador si se trata de un negocio regulado
- la visión que tiene la competencia de la empresa y de sus ejecutivos
- el histórico de transacciones corporativas realizadas por la empresa y sus competidores (quién compró, cuándo, por qué y con qué valoración)
Evidentemente no siempre podemos hablar con antiguos empleados, a veces incluso no se dispone de cuentas anuales homogéneas que recojan tantos años… Pero en esos casos habrá que ser conscientes de nuestras limitaciones a la hora de decidir si invertimos o no; y si lo hacemos, habrá que reflejar nuestro menor conocimiento con un peso menor en la cartera.
2. La segunda regla: compra barato
Lo primero que me llamó poderosamente la atención apenas un año después de comenzar a analizar empresas cotizadas fue la idea de comprar “un duro por 3 pesetas”. Y ya es tiempo, ateniéndonos a la tajante afirmación de Warren Buffet: “Quién no entienda esto en los primeros cinco minutos, posiblemente jamás lo haga”.
Y es que sin pretender hacer de la inversión de valor “el único método válido” (5), a mí no se me ocurre otro tan lucrativo y que a la vez me permita dormir tan tranquilo.
En cuánto al posible “eterno” debate de qué es barato o caro, cada uno tiene que seguir su método de valoración, pero creo que la mejor “receta” es la siguiente: se compra barato cuando uno está deseando que la cotización de la empresa que compró el Lunes se desplome el martes para comprar más aún. Y si uno no lo está deseando, mejor no comprar.
Creo sinceramente que siguiendo las dos reglas enunciadas, cualquier inversor puede obtener rentabilidades razonablemente interesantes
En mi opinión no hay más debate en cuanto a la gestión de activos que el de si se ha comprado algo que se conoce bien, y si se ha pagado por ello un precio razonable. Pero muchos tratarán de llevar la “música a otra parte”…
...Cíclicos deprimidos
Los cíclicos son empresas que alternan sistemáticamente períodos de grandes beneficios con otros de ganancias reducidas o incluso pérdidas (10). Si se compran cuando los beneficios están por debajo de la media se suele ganar dinero casi siempre. Lo único que hay que respetar es seleccionar empresas razonablemente eficientes y que tengan un balance lo suficientemente sólido como para aguantar un período porlongado de “vacas flacas”. (Ejemplo: compra de Acerinox o de productores de petróleo a finales de 1998). Aunque es cierto que casi siempre las he comprado “demasiado pronto” (11), en general suelen ser inversiones que funcionan bien y no entrañan tanto riesgo como los medios a veces quieren hacernos creer.
(10) Es el caso de los productores de “commodities” (acero, petróleo, y cualquier materia prima en general), que generan grandes beneficios cuando los precios de lo que producen están altos y pueden hasta perder dinero cuando están bajos; pero también de otro tipo de empresas como las fabricantes de coches o las que dependen de la publicidad (ie periódicos)
(11) Se compra “pronto” cuando el ciclo negativo de la empresa concreta en que se invierte (ya una acerera, ya una petrolera) se prolonga en el tiempo más de lo que uno esperaba. En estos casos, las acciones pueden seguir cayendo (¡y a veces con fuerza!), a pesar de haberlas comprado “baratas”.
Si se entendiera bien y se practicara la mitad de lo que se explica en esos 3 puntos, el 95% de los comentarios en este hilo sobrarian.