A la hora de invertir en acciones, para mí es fundamental la capacidad de la empresa de generar beneficios futuros.
En condiciones normales, lo de Argentina, que lastra el resultado del 1er semestre, se debería considerar como un resultado extraordinario.
Está claro que todos cometemos errores, pero si tienes 92 millones pendientes de cobrar de Venezuela (ojo, que si están facturados deberían provisionarse, y si los trabajos han sido realizados, la empresa ha incurrido en unos costes que probablemente no recupere, y estamos hablando de un importe que equivale nada menos que a un tercio de los fondos propios y al beneficio de 2-3 años), y si en Australia nos ha pillado la quiebra de Forge y existe la posibilidad de incurrir en pérdidas adicionales y ahora nos sorprenden con esto de Argentina... esto ya no tiene nada de extraordinario.
Es positivo que tengamos una gran cartera y opciones para incrementarla mucho más? Pues depende, si los imprevistos negativos son la norma en vez de la excepción, quizá sería preferible tener un nivel mínimo de actividad con unas garantías razonables de rentabilidad de cada proyecto. En estas condiciones, una mayor facturación implica la posibilidad de mayores beneficios pero a un nivel de riesgo que habría que cuestionarse. Hay que tener en cuenta que el futuro a medio plazo está en gran medida en el contrato de Brasil, un país que ya está en recesión y con perspectivas peores una vez finalicen los juegos olímpicos del año que viene.
Estos hechos se deben a acontecimientos externos sobre los que Duro tiene poco o nulo control? Sin duda, pero es que las decisiones que dependen de la empresa tampoco parecen tomadas con demasiada cabeza (endeudamiento innecesario, inversión en una empresa de dudosa utilidad)...
Tras la publicación de los resultados de 2014, mi opinión era que, para una empresa capaz de generar regularmente unos beneficios de 48-50 millones anuales (asumibles teniendo en cuenta una facturación de 1000 millones y una rentabilidad promedio del 5%), la acción se mantendría en un rango de 3.35-5 EUR, equivalentes a un PER de entre 10 y 15. Obviamente, me he equivocado. Tras la sorpresa de Argentina, no me atrevo a dar ninguna opinión sobre la posible evolución, por el simple hecho de que la capacidad de generar beneficios es incierta.
Por último, una reflexión sobre la conveniencia de comprar acciones justo antes de la presentación de resultados: la información financiera que recibimos es ya de por sí incompleta e imperfecta. Además, los minoritarios solemos recibirla con cierto retraso, mientras que los grandes han podido realizar sus movimientos en fechas previas. Quizá con otras acciones pueda funcionar lo de posicionarse en previsión de unos resultados mejores de lo esperado, pero es razonable hacerlo en Duro Felguera, que frecuentemente nos sorprende negativamente?